Existirá una mayor cultura financiera (o al menos se tendrá conciencia de que los productos financieros pueden comprometer su patrimonio).
Hacer que se respeten los derechos, eso ya no me resulta tan acertado. Me refiero al tema de modo general.
Como mínimo, cada español tiene un caso al año por el que podría presentar una reclamación. El Instituto Nacional de Consumo defiende que la tendencia de los consumidores españoles a reclamar "se ha incrementado en los últimos años, ya que mientras en 2006 reclamaba el 8 por ciento, en la actualidad -se refiere a 2011- es del 14 por ciento , por encima de la media europea del 10 por ciento".
Hacer que se respeten tus derechos no es algo que tengas que hacer cuando tus derechos han sido pisoteados. Hay que exigir ese respeto para mantener incólumes tus derechos, antes de ser pisoteados.
Las cláusulas abusivas existen desde hace muchísimos años. Si reviso todos los contratos que en calidad de consumidor tiene en vigor cualquier ciudadano, le señalo varias cláusulas abusivas, cláusulas nulas y cláusulas anulables (que no son la misma cosa).
He visto infinidad de escrituras de compra-venta de viviendas en las que el comprador (generalmente) ha asumido una cantidad de riesgos innecesarios y con solo pensarlo se me ponen los pelos como escarpias.
La compra de una vivienda es una gran inversión (quizás la más importante de la mayoría de los mortales). Y sin embargo, en el proceso de compra, en el que se suele bregar con varios profesionales (en los que muchas veces hay un posible conflicto de intereses pues "trabajan" para las dos partes), en las que no son pocas ocasiones en las que he visto contratos (esos que todo el mundo denomina de arras y que se utilizan muchas veces mal) que dan pena. En las de ocasiones que entregas unas supuestas arras o señal a un intermediario que no sabes si está representando al propietario, a su propio negocio o a quien.
O en las muchas ocasiones que he tenido en mis manos en las que se entregaban cantidades a cuenta al promotor sin recibir garantía o aval alguno.
Esto ha generado muchos dramas y los sigue generando.
Seguramente mientras lees ésto unos cuantos consumidores están concertando contratos de los que hablaremos y tendremos noticias en poco tiempo por haber visto comprometidos sus ahorros, su patrimonio o su salud.
Más de la mitad de los consumidores que tienen una cláusula suelo en sus hipotecas tienen más cláusulas abusivas, nulas o anulables: Como ejemplo más reconocible, los intereses de demora en determinados porcentajes.