Buenos días,
dependiendo de si estás tratando directamente con la propiedad o lo estás haciendo con un intermediario, el enfoque de la negociación debe ser diferente.
Si estás negociando con la propiedad directamente, trata de averiguar hasta donde estarían dispuestos a bajar el precio ANTES de ir a visitar el inmueble. Una vez hayas obtenido una cifra por debajo de la anunciada, ese será el mayor precio que habrás de pagar; ahora toca seguir bajando. Para ello, concierta una visita y utilízala para poner el foco en los aspectos negativos que encuentres, que podrían ser: una orientación distinta de la deseada (norte, sur, este oeste), número de planta, patios interiores, zonas de difícil aparcamiento, escaleras demasiado estrechas.... lo que sea, cualquier escusa será buena para bajar aún más desde el precio tope con el que ya partiste.
Si estás negociando con un intermediario puedes ahorrarte todos éstos trámites: realiza una oferta en firme por un poco menos del importe que en realidad estés dispuesto a pagar y deja que ellos hagan su trabajo de convencer al vendedor.
Por supuesto si eres capaz de disponer del importe íntegro sin necesidad de financiación, tu poder de negociación se multiplica por 2, pues a cambio de esa rebaja sustancial que vayas a plantear puedes ofrecer inmediatez en la operación.
Y como siempre la ley de la oferta y la demanda hará el resto.
Suerte!