Primera vivienda: ¿Merece la pena invertir en un piso "para el día de mañana"? - Inmobiliaria
Hola:
Escribo aquí porque me encuentro en un momento de vital importancia: la compra de una primera vivienda. Soy consciente de que esta es una de las inversiones más importantes que haré nunca y, naturalmente, me surgen muchas dudas.
Tengo 26 años y vivo en Gavà (Barcelona), uno de los municipios más caros de España en el sector inmobiliario. Mi pareja tiene 27 y vive en Castelldefels (Barcelona), más caro aún si cabe que Gavà. Tenemos unos ahorros, y hemos llegado a un punto en que, visto cómo están los alquileres en la zona (de 1000€/mes no bajan), consideramos la opción de comprar un inmueble.
Tenemos dos alternativas sobre la mesa. La primera de ellas se trata de un piso en Castelldefels, en la zona de Els Canyars, una zona residencial con proyección de futuro porque se planea construir un barrio nuevo allí que una las ciudades de Gavà y Castelldefels. Se trata de un piso de unos 85 metros útiles, 3 habitaciones, dos baños, parquin incluido, y el propietario (un familiar) nos lo vendería totalmente reformado por nosotros (nos regala la reforma) por un precio cerrado más bajo del que establecería el mercado: 265.000€. El inmueble tiene 14 años, y los pisos de la zona, de similares características, se están vendiendo por un mínimo de 290.000€ ahora mismo. Es un piso ideal para nosotros ahora mismo, pero ambos sabemos que no será el piso donde hacer toda nuestra vida, porque sabemos que se nos acabará quedando pequeño. Nuestras intenciones de futuro son tener dos hijos en los próximos 10 años, que podrían compartir habitación mientras fuesen pequeños, pero no en su adolescencia. La habitación extra la necesitaríamos utilizar como estudio, puesto que tanto mi pareja como yo lo necesitamos para nuestros trabajos.
Mi pareja ve en esta opción una muy buena oportunidad: lo compramos ahora, lo vendemos en los próximos diez años, y con lo que ganemos en la venta más lo que hayamos conseguido ahorrar en esos años nos compramos uno que ahora no podríamos pagar, con 4 habitaciones, nuevo, flamante y maravilloso. Algo que, hoy, costaría unos 450.000€ mínimo.
Yo, sin embargo, soy más conservadora: en mi opinión, comprar pensando ya en vender es una estupidez. ¿Tengo que confiar en que el día en que encontremos nuestro segundo piso ideal voy a poder poner un cartel en el balcón de ese piso y un comprador desesperado me lo quitará de las manos? ¿Tengo que confiar en que podré hacer una buena venta y en que el mercado inmobiliario oscilará a mi favor? ¿Tengo que confiar en que nuestros hijos no empezarán a hacerse mayores y tendremos que malvender el piso porque no podremos esperar más? ¿Merece la pena sacrificar la estabilidad para volver a hipotecarnos dentro de diez años y volver a pagar nuevos intereses y nuevos gastos de gestión? ¿Acaso no es un riesgo muy alto para un beneficio muy pequeño?
La opción que le propongo es más sencilla: encontremos un piso más antiguo, por reformar, con 4 habitaciones ya de entrada y en una zona que nos guste. Reformémoslo, dejémoslo a nuestro gusto y, si luego nos va muy bien, vendámoslo y vayámonos a uno mejor. Mi pareja dice que un piso de 40 años es un piso viejo, y que nadie paga por un piso viejo lo que pagaría por un piso en Canyars. Yo creo que, si al final ambos pisos nos van a costar lo mismo (entre reforma y demás), es preferible tener ya de entrada lo que queremos que pasarnos la vida jugando a comprar y vender, que siempre puede salir bien, pero también puede salir mal. En caso de no poder vender y tener que “comerme” un piso, prefiero comerme uno de 4 habitaciones que uno de 3, aunque el primero tenga 40 años, que tampoco veo tanto si la estructura y las zonas comunitarias están mimadas.
En lo que respecta a nuestra situación económica, tanto mi pareja como yo tenemos trabajos estables. Ahora mismo, como pareja, nuestros ingresos netos anuales superan los 40.000€, pero ninguno de los dos estamos aún en la cima de nuestra carrera profesional.
Yo no creo que sean grandes números como para poder aspirar a un inmueble de 450.000€ dentro de diez años, teniendo en cuenta el resto de gastos que supone una vivienda. Creo que es más realista pisar sobre seguro y apostar por un inmueble que, aunque más antiguo, ya se adapte a las necesidades que tendremos en el futuro, para construir nuestra vida en torno a eso. Si luego tenemos suerte y nos sobra el dinero, seré la primera que querrá venderlo, aunque sea ganando poco (o ningún) dinero.
¿Cuál es la opinión de los que conocéis más de la materia? ¿Merece la pena jugar con algo tan básico como es la vivienda?
Gracias de antemano.
Ana