Aquí es necesario hacer varias precisiones que son básicas en el mundo de hoy:
- Una persona puede ganar bastante dinero y no por ello derrocharlo. Aunque alguien gane un muy buen sueldo no por ello va a pagar precios de burbuja o fuera de mercado por un bien. Un ejemplo muy reduccionista sería comprar una barra de pan. Hay pan "de batalla" que puedes comprar muy barato, luego están las panaderías "rollo hipster" donde te sablan y, supongamos, que hubiera lugares más caros donde te cobraran hipotéticamente una barra de pan a 15 euros. Aunque yo lo gane y pueda comprar una barra de pan a 15 euros no voy a hacerlo, porque eso es una estafa, un robo.
Y eso, en resumidas cuentas, es lo que pasa en el sector inmobiliario en España. Yo me puedo permitir comprar un piso prácticamente donde quiera en España (quitando cuatro zonas de super lujo con casas muy grandes, con muchos metros) pero eso no quiere decir que vaya a pagar precios de estafa. Es decir, no voy a dejar que me estafen porque puedo colocar mi dinero en otros activos que rentan más y con los que vivo más cómodo. Invertir es una cuestión de números, y los números teniendo en cuenta los actuales precios del ladrillo (burbuja) no salen.
- Las decisiones de financiación, inversión y gasto no tienen por qué estar asociadas todas al mismo activo, o al mismo país. Es decir, yo puedo ganar el dinero en España e invertirlo fuera de España, y aún más si no necesito financiación. Compro acciones de una compañía alemana como Deutsche Post y las compro al contado, con dinero contante y sonante. Y si se trata del sector inmobiliario, puedo mirar fuera de España si compro al contado o financio muy poco.
Tu planteamiento es reduccionista en el sentido de que asumes que cualquier persona que viva en España y gane un buen dinero va a ir corriendo a comprarse el piso más grande y caro que haya, dejando que le clave el vendedor, la inmobiliaria, el banco... la gente es más reflexiva y considera otras opciones.
Una vez comentaste que habías comprado bastantes pisos, comenzando a finales de los 70 o principios de los 80. Estaría bien que proporcionaras también el contexto en que los adquiriste: qué sueldo ganabas, cómo estaban los intereses, cómo estaba la inflación etc.. cuánto valían esos pisos.
A principios de los 80 no creo que un piso en la periferia de Madrid (a 20 km de Madrid) de tamaño familiar (típicos 100 m2) costara más de 2,5 o 3 millones de pesetas (es decir, máximo 18.000 euros). Los intereses estaban por las nubes, y la inflación también. La gente hacía acto de fe y se metía en la hipoteca y todo salía. Los sueldos iban subiendo, luego España entró en Europa. En 2001 llegó el euro etc etc
Compara esa situación con la actual, donde el futuro lo tenemos más bien negro, la República Checa nos adelante en renta per cápita. El Este de Europa viene pisando fuerte y además no hacen más que recibir dinero de la UE, igual que España lo recibió en su momento. China es hoy una potencia mundial, los sueldos allí suben, y eso desplaza el sector manufacturero a otros países como Vietnam o Indonesia. La clase media-alta de la India, en número de habitantes, es superior a los habitantes de toda España y cada vez ganan más dinero, producen una cantidad ingente de ingenieros.
Ten en cuenta también que, como te comentó otro forero, hoy día muchas familias prefieren dejarle a sus hijos una buena educación (buena más bien entendido como cara) que patrimonio en forma de ladrillo. Considera también que antes formarse era prácticamente gratis. La generosidad de las becas se ha ido reduciendo, y programas de formación especializados que antes eran gratuitos hoy día son de pago y son bien caros.
Las cosas hay que ponerlas en su contexto, y si quieres hablar del contexto de cómo estaba el sector inmobiliario en España en 1982 me parece perfecto y estaré encantado de escuchar tu experiencia, pero esas recetas no funcionan hoy día.