El problema es más complejo porque no viene por el lado de los sueldos solamente, sino del coste de la vida y de los gastos y de la manipulación que se ha hecho por parte de los políticos y los banqueros centrales de los datos de inflación (con los que se actualizan algunos sueldos y las pensiones) y de los tipos de interés (que han provocado una burbuja bursátil e inmobiliaria).
Durante la crisis del COVID nos hemos dado cuenta de que una cajera y una limpiadora, al igual que un transportista, y tantas otras profesiones, son esenciales. Sin embargo, la profesión del Sr Escrivá, el artífice de la bajada de las pensiones, no ha sido para nada esencial; podríamos vivir sin su labor perfectamente.
En ningún momento digo que un trabajador que gana poco tenga que vivir en el Barrio de Salamanca pero ANTES, hace años, podía vivir en Lavapiés, o en Tetuán.. hoy con la burbuja inmobiliaria no puede vivir en ninguno de esos sitios, a no ser que alquile algo digno de El Zulista. Se tiene que ir a vivir a 20 km de Madrid..
Sobre la jubilación forzosa por convenio, cabe destacar, y es un matiz importante que no hemos mencionado en nuestra conversación, que hay empresas obligando a jubilarse a su personal con 65 años (por convenio) incluso cuando no tienen derecho al 100% de su pensión, incurriendo en fraude de ley y obligando a esos trabajadores a demandar a la empresa. Al Sr Escrivá se le ha olvidado contarnos esto, por supuesto...