Una posibilidad es preguntarlo y advertir que, a la firma de arras, se exigirá el último recibo del IBI.
Por supuesto hay otras, por ejemplo implicar a la inmobiliaria (si la hay). O preguntar al administrador de la comunidad, si es "enrollado".
Lo más importante es averiguar si el vendedor es honrado (que los hay). Si adviertes que no lo es, lo aconsejable es salir corriendo.
Te pongo un ejemplo: hace años, cuando el boom inmobiliario, estuve a punto de comprar un piso, faltaban pocos días para la firma de arras y el vendedor nos daba prisas por razones fiscales (supongo que inventadas). Cuando pedí la nota simple (antes de las arras) vi que el piso estaba hipotecado, le monté una bronca a la inmobiliaria que me dijo que era práctica normal cancelar la hipoteca en el momento de escriturar. Yo le contesté que no era normal y era una indecencia tener el piso hipotecado y callarse, e inmediatamente les mandé a paseo al vendedor y a la inmobiliaria por estafadores. Al comprador hay que informarle de todo, incluso si hay una bombilla fundida y, si no es así, piensa en lo peor.
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.