¿Amortizar o aprovechar las circunstancias?
No soy habitual de este foro, por lo que si me estoy repitiendo pido disculpas anticipadas.
El asunto es el siguiente:
En breve dispondré de liquidez con la que realizar una importante amortización parcial de mi hipoteca.
En circunstancias normales es algo que jamás me plantearía ya que fiscalmente no es buen negocio.
Lo que me pide el cuerpo es contratar depósitos al cuatro y aprovechar el momento de escasez de dinero, con lo que obtendría una rentabilidad adicional al coste de financiación de la vivienda.
Pero esta situación impensable hace unos cuantos años no es fruto de la casualidad y se debe a la excepcional situación que en este momento nos toca vivir. Es muy raro que un depósito ofrezca una rentabilidad superior al coste de financiación de una vivienda.
Llevando al límite la ley de Murphy y viendo la situación nacional e internacional generalizada de deuda pública asfixiante, a la que hay que añadir la deuda privada en España, me da en la nariz que esto pinta muy mal. Puede que a las cabezas pensantes se les ocurra montarnos un corralito al más puro estilo porteño y les apetezca meter la mano en los depósitos. Eso si las deudas de los súbditos no se tocan que entre políticos y banqueros bien se la chupan unos a otros, hecho que ya estamos acostumbrados a contemplar habitualmente.
He aquí la cuestión: ¿Amortizar o vivir el momento de gloria?