Modificar la constitución es una formalidad que se puede hacer en una semana, como se ha visto. Son los hechos los que importan, y no tanto las formas. No he propuesto 'incentivar el consumo', sino que he lamentado el efecto perverso de la progresividad fiscal sobre el consumo. Hay que quitar obstáculos, antes de pensar en incentivos y subvenciones que, además, no se podrán dar ya, al no haber de dónde sacarlos. En cuanto a los fraudes y su persecución, eso nada tiene que ver con la progresividad fiscal...
Lo mismo cabe decir de la inversión. El mejor incentivo al inversor es un entorno favorable, que propicie la expectativa de beneficios. Lo de la I+D solamente vale para empresas grandes, y España tiene una estructura de empresas sobre todo pequeñas, propiciada quizá por los obstáculos al crecimiento que ha puesto la legislación laboral, incrementando el poder de los sindicatos en las empresas grandes, cosa a la que, lógicamente, se resisten los empresarios, que prefieren no crecer a tener que aguantar sindicalistas.
Consumo e inversión no se excluyen mutuamente; todo lo contrario... El incremento del consumo implica mayor producción por parte de las empresas, y eso exige inversión en locales y maquinaria. El problema, en España, es que la industria se ha reducido muchísimo -también en eso tienen una grave responsabilidad los sindicatos- y nos hemos quedado siendo un país 'cojo', con una balanza comercial deficitaria y un desempleo altísimo. La solución, si es que llega, tardará décadas y precisará la aparición de generaciones nuevas, pasando antes por una implosión del estado, en todos sus niveles, y una reconstrucción del mismo sobre bases más racionales (y económicas). Eso -la implosión, debida a la crisis fiscal- es lo que está a punto de ocurrir. Es hora de ahorrar, ahora que todavía llega la nómina...