Las cajas que integran Bankia tienen un político por cada 50 trabajadores
Alcaldes de pequeños municipios, representantes autonómicos, cargos electos que en su día ocuparon puestos en la administración local, regional, nacional e incluso a nivel europeo... No hay político que se precie que no quiera un puesto en el consejo de administración de una caja, o en el peor de los casos, en su asamblea.
Hay más de 200 en los órganos de administración de las antiguos entidades de ahorro, encargadas hoy de la gestión de la obra social, lo que ha impedido en muchos casos la profesionalización de las mismas.
Pero si hay un caso llamativo ese es el de Bankia, que el pasado viernes requirió al Gobierno ayudas públicas por 19.000 millones entre saneamientos y necesidades de capital para garantizar su viabilidad, además de los 4.465 millones ya inyectados. Y pese a eso, el año pasado Mercedes de la Merced, exconcejala popular del Ayuntamiento de la capital, que además de Caja Masdrid, está también en BFA, la matriz de Bankia, cobró 376.000 euros del grupo el año pasado; el diputado regional de IU José Antonio Moral, también en Bankia, 278.000 euros, y la diputada socialista Enedina Álvarez, 106.000 euros.
Las siete cajas que integran la entidad -Caja Madrid, Bancaja, Laietana, Caja Segovia, Caja Ávila, la Caja Insular de Canarias y Caja Rioja- suman en sus asambleas 440 cargos políticos, sobre un total de 1.121 miembros. Es casi el 40% del total, pero implica además que, con una plantilla compuesta por 20.833 personas, Bankia tiene así en sus cajas un político por cada 50 trabajadores.
Politización
Es cierto que en estos casos sólo cobran las dietas por asistir a las reniones y que se trata de una remuneración pequeña, pero aún así da una muestra del grado de politización de las entidades. Y, además, en los consejos de administración su presencia es igualmente importante porque sobre un total de 115 puestos ocupan nada más y nada menos que 43 sillones.
El caso más llamativo es sin duda el de Bancaja. La mitad de las 196 personas que integran su asamblea son políticos: 50 representantes de las corporaciones municipales y otros 49 más de la Generalitat Valenciana. Y en el consejo ocurre exactamente lo mismo. Hay 20 miembros y 10 son o han sido cargos políticos electos.
Y algo parecido, aunque en menor proporción, ocurre también en Caja Madrid. Su asamblea es una de las más numerosas, con 343 personas. Pero es que ahí hay un total de 133 políticos. Hay 80 representantes municpales -fundamentalmente del Ayuntamiento de Madrid- y otros 53 más de la Asamblea regional. Y eso sin olvidar tampoco a los 36 representantes sindicales. Todo ello en un órgano que, según rezan sus estatutos, es el encargado de definir anualmente las líneas generales del plan de actuación, que debe servir de base a la labor del Consejo de Administración y a la Comisión de Control.
Algo parecido ocurre asimismo en su órgano ejecutivo. Está compuesto por 22 personas y hay cinco representantes de las corporaciones municipales y cuatro de la Asamblea de Madrid. En 2011, el consejo obtuvo una remuneración de 1,6 millones. Y no son una excepción. En Caja Ávila y Caja Segovia prácticamente la mitad de los miembros de sus asambleas son políticos y en la Insular de Canarias suponen un 38 por ciento. La menos politizadas con Laietana y Caja Rioja. En esta última hay sólo 15 políticos en una asamblea de 100 personas.
Las cajas que integran Bankia tienen un político por cada 50 trabajadores