El delito de cohecho o trafico de influencias se hace de forma directa como funcionario o político y se hace de forma indirecta afectando a decisiones políticas, legislativas o administrativas a través de pagos y compras.
La capacidad de influencia en el gobierno del expresidente es pública y notoria y no necesitaría prueba ninguna.
Por higiene democrática y como parece que como representante lobbista no tiene, o tenía nada que temer, debía de haber sido transparente por un claro CONFLICTO DE INTERESES.
Que la mierda ya es demasiado grande para taparla y es mejor pedir perdón y PEOR si se ve como normal que además de "puertas giratorias", esto ya es un CONTUBERNIO PUBLICO-PRIVADO donde no se sabe por donde MAS se perjudica al erario público en favor de intereses privados.
Me parece que es una enfermedad social considerar NORMAL que como ha dicho en la operación Punica, el empresario que compra favores, dice todos tengamos un precio y sino no valemos nada.
Ni se compra, ni se vende el cariño verdadero
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¿Que pasa si todos los funcionarios aceptaramos como es normal en otros países, MORDIDAS O SOBORNOS?
Un saludo