Re: Programa de Podemos.
España sigue siendo administrador y soberano del Sáhara Occidental, así que jurídicamente Marruecos está invadiendo un territorio colonial español explotando ilegalmente sus recursos". Con frases como esta Pablo Iglesias, el líder de Podemos, entusiasmó al auditorio de la 39 Conferencia de Apoyo al Pueblo Saharaui que se celebró a mediados de noviembre en la Universidad Complutense de Madrid.
Esta vez no anunció que cuando llegue al Gobierno denunciará los Acuerdos de Madrid de 1975 que entregaron a Marruecos y Mauritania la colonia española. Fue, sin embargo, el único jefe de un partido que acudió al acto. Se fundió en un abrazo con el líder del Frente Polisario, Mohamed Abelaziz, y arremetió por enésima vez contra la casta.
La prensa de Casablanca arremete con vehemencia contra un Pablo Iglesias al que tachan de "anti marroquí". "En Rabat no acaban de creerse que llegue al poder, pero sí les tiemblan las carnes porque su apoyo a la independencia del Sáhara puede obligar a partidos convencionales españoles a revisar sus posturas", explica un diplomático español acreditado en Marruecos.
¿Iglesias anti marroquí? El líder de Podemos cuenta desde hace meses en su equipo con una marroquí, a la que contrató como principal asistente parlamentaria en Bruselas con autoridad sobre otros cuatro asistentes locales. Dina Bousselham, de sólo 24 años, es la que le organiza la agenda, selecciona los temas sobre los que Podemos debe pronunciarse, le ayuda a preparar sus intervenciones... Es el brazo derecho de Iglesias en la Eurocámara.
Bousselham sale al paso de las embestidas contra su jefe. "Pablo no es anti marroquí sino anti régimen liberticida marroquí. ¡No es lo mismo!". Una de las pocas no europeas que trabaja en esa institución tiene un currículum que justifica su elección. Es licenciada en Políticas por la Complutense y ex alumna de Iglesias, que le dio una matrícula de honor. Allí trabaron una relación que se afianzó en La Tuerka, el espacio de TV del eurodiputado.
Bousselham llegó a Madrid con 18 años desde Tánger, donde nació frente al que fue el palacete de la multimillonaria Barbara Hutton. Estudió en el Instituto Severo Ochoa y siguió los pasos de su padre, un apasionado del fútbol que cursó su carrera "respirando los aires que emanan del Bernabéu". Acabó la carrera, con un Erasmus en la Nueva Sorbona de París, y cursó un máster en el Instituto de Altos Estudios de América Latina.
Junto a su jefe en Bruselas
De vuelta a Madrid siguió acumulando diplomas en "Prevención de conflictos internacionales" o "Cooperación y seguridad en el Mediterráneo". Su pasión por las relaciones internacionales la compaginaba con las lenguas -su currículum dice que puede trabajar en seis idiomas- y con el periodismo comprometido en Rebelión, Nueva Tribuna o la revista online Al Qalifa.
Dos veces Dina Bousselham ha titubeado. Al llegar a España practicaba un deporte muy mal visto en Marruecos: el fútbol femenino. Jugó en el C.F. Pozuelo y después en el Santa María Caridad, en Tercera, pero en 2010 lo dejó a disgusto porque era incompatible con sus estudios. "La vida es corta y el tiempo es limitado", se lamentaba en declaraciones a la revista La Marocaine.
En París, el año pasado, se dejó brevemente seducir por el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), una formación de centroderecha marroquí fundada en 2007 por Fouad Ali el Himma, el gran amigo del rey de Marruecos, para dar un barniz de rejuvenecimiento a la clase política y al país, pero sin hacer reformas democráticas. Con 22 años acabó siendo elegida, según una reseña periodística, secretaria general adjunta de la sección francesa del PAM. "Les asesoré en la preparación de su primer congreso, pero nunca me afilié ni ocupé cargo alguno", desmiente Bousselham. "Lo siento porque sé que hubiese tenido morbo que una joven de izquierdas, vinculada a Podemos, haya tenido relación con un partido pro monárquico", ironiza.
La aspereza de su lenguaje contrasta con sus modales suaves, su apagado tono de voz y su risa discreta. Bousselham apenas gesticula y carece de la exuberancia de muchas de las árabes que, tras sortear varios obstáculos, han logrado izarse al mismo nivel que los hombres.
De regreso a Madrid hace un año, la joven licenciada recuperó su espíritu rebelde y hasta lo trasladó a Marruecos. En su discurso del trono de este año, Mohamed VI reconoció las disparidades sociales en su reino. "El problema surge cuando la persona que habla de combatir las desigualdades ocupa (...) el séptimo lugar en la lista de reyes más ricos del mundo según Forbes", denuncio Bousselham en un blog de Público.
Pero aunque escriba sobre su país -coqueteó con los grupos juveniles de la abortada primavera árabe marroquí- Bousselham está plenamente involucrada en la política española. Es de Podemos hasta el tuétano y por eso le gusta parafrasear en las redes sociales una cita de Gandhi que, dice, va como anillo al dedo a su partido: "Primero te ignorarán; después se reirán de ti; por último te atacarán. Entonces habrás ganado".