MÍRIAM MURO 2015-01-24
Podemos ha presentado esta semana el "documento marco" que será la base de su futuro programa cultural. En este texto, el partido de Pablo Iglesias deja claro lo que quiere hacer con los medios de comunicación si llegan al poder.
Para la formación "la completa integración contemporánea entre comunicación y cultura exige un planteamiento en el que los dos sistemas queden contemplados en una misma política pública", explican. "Esa correspondencia, que liga circulación y producción, transmisión y creación de sentidos, necesita ser defendida del riesgo de monopolios y concentraciones, ya sean locales, autonómicas, estatales o globales, tanto en el acceso como en la difusión".
Por ello, tal y como reza uno de los puntos de este documento, Podemos plantea "equilibrar el panorama de medios públicos y privados para evitar la presencia de grandes poderes financieros y el duopolio existente en su control y en las plataformas de gestión y difusión de los contenidos, físicos o digitales". Es decir, la nacionalización de los medios de comunicación o, al menos, su intervención en la propiedad de los mismos, según los criterios marcados por el Ejecutivo de turno.
No es una amenaza nueva. Por un lado, hay que recordar que es lo que han hecho los Gobiernos de Ecuador o Venezuela, dos de los regímenes en los que se mira Podemos y de los que obtiene inspiración. Pero además, es que el líder del partido ha afirmado en varias ocasiones que los medios de comunicación privados "atacan a la libertad de expresión". En los últimos meses, ha matizado estas palabras, quizás por miedo al rechazo del electorado, pero siempre que se le pregunta no duda en defender un mayor control de los medios y la necesidad de que estos cumplan un servicio público que nunca define del todo. ¿Qué quiere decir esto? ¿Cómo se articularía en el caso de que llegase su partido al poder? Esto tampoco lo explica.
Más presupuesto en Cultura
En el documento presentado esta semana también se habla de Cultura. Y hay varias sorpresas. Aunque en el borrador de programa económico que Podemos presentó hace unas semanas se apuesta por un notable incremento de impuestos a las empresas y a la mayoría de los trabajadores (especialmente a las clases medias y altas), la cultura con Podemos no se verá tan afectada. Por cierto, hablamos de un sector en el que, curiosamente, el partido de Iglesias tiene un gran número de apoyos y en el que participan muchas de las caras que han dado su respaldo público a la nueva formación.
El partido de Iglesias afirma que hay un "vaciamiento progresivo de las estructuras públicas y la cesión del espacio y de los presupuestos al mercado". Esto requiere, según el documento, el desarrollo "de un soporte legislativo y económico adecuado para la puesta en marcha de iniciativas públicas y privadas que garanticen la circulación y visibilidad del patrimonio y las nuevas creaciones culturales".
Para empezar, esto implica, por defecto, el aumento de los presupuestos de cultura. También nos lleva a un esquema en el que los artistas se convierten en cuasi-funcionarios: su sustento ya no depende del público (el mercado) sino de la subvención de turno. Y por lo mismo, la crítica al poder político, que paga esa subvención, se complica.
Además, Podemos también apuesta "por el establecimiento de un IVA superreducido común a todos los productos y las manifestaciones culturales". Esto es curioso. Un partido que pide subir prácticamente todos los impuestos (IRPF, nuevo impuesto a los bienes de lujo, Patrimonio, Sucesiones, Impuesto de Sociedades,...) promete reducir el IVA de una industria muy concreta, la cultural.
Y es llamativo no sólo por lo que supone de contradicción con el resto del programa, sino porque este sector es, sin ninguna duda, uno de los más desequilibrados si se mide desde el punto de vista de los ingresos de su público. Los estudios coinciden en que el gasto que cada familia hace en bienes culturales (libros, cine, teatro, música, pintura, etc...) se dispara según sube su renta. No es sólo que los ricos gasten más que las rentas bajas en cultura (también se gastan más en coches, por ejemplo); es que la diferencia entre lo que destinan las rentas altas y bajas es mucho mayor en esta cuestión que en casi ningún otro bien de consumo.
En resumen, Podemos pide subir casi todos los impuestos, pero hace una excepción con un tributo (el IVA cultural) que es pagado fundamentalmente por las rentas más altas de la sociedad. Pocas decisiones tributarias habrá más regresivas. Eso sí, es una medida que beneficia a un grupo de presión y un sector económico muy pequeño en términos absolutos, pero muy escorado a la izquierda en su ideología y muy activo en los medios de comunicación.
Por otro lado, la formación de Pablo Iglesias también quiere "modificar la legislación en materia de propiedad intelectual, a partir de un diálogo amplio con los sectores implicados y la ciudadanía, para adaptarla a las particularidades del mundo actual", y "modificar el modelo, las formas y el ámbito de actuación de las sociedades de gestión de derechos de autor".