Con tanto argumento torticero tan maniqueo de buenos y malos de folletín telebasura al uso, no me extraña que en lugar de derecha e izquierda, Podemos hable muy habilmente de arriba y abajo.
"Podemos" pensar que se refiere a los que usan el cerebro de arriba, es decir el más evolucionado y a los que solo apelan a la parte del cerebro que tenemos en común con los reptiles que siempre vence, pero no convence.
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Se acercaba al final de su vida y la vivía como si acabase de empezar. Hacía un nuevo amigo y su espíritu lo abrazaba como si lo fuera desde la infancia. Porque Moncho Alpuente (1949-2015) era la misma esencia del vivir; nadie tuvo su vitalidad, su coraje, su humor, su ingenio… ni su amor por el prójimo, su solidaridad, afecto y ternura con todos, pero especialmente con los desposeídos y los marginados.
Tal como mostraba con su sarcástica agudeza habitual en su última columna, publicada en este diario la propia víspera de su muerte, La peineta griega, al denunciar la salvaje injusticia de la oligarquía financiera europea con Grecia: “…es una provocación intolerable, proteger a los parados, pagarles la luz a los insolventes y subir el salario mínimo mientras los acreedores sufren tremendas penalidades pensando que nunca van a cobrar lo que les deben porque los griegos derrochadores e irresponsables se van a gastar lo que no es suyo en los pobres ¿habrase visto tamaña ofensa?”
Hasta siempre, Moncho
Los Buenos y modestos
Un saludo