Son todos los hombres (y las mujeres) de la nueva alcaldesa de Barcelona. Entre ellos el género plural neutro no está muy bien visto. Es el heterogéneo equipo de concejales de Ada Colau, la gente que ya dirige esta ciudad. Sus orígenes son muy diversos. Unos son ratones de biblioteca, intelectuales con largas trayectorias en las instituciones, los juzgados, las aulas… Otros son clásicos del megáfono, de la resistencia pacífica y la movilización ciudadana de toda la vida. Algunos, los menos, incluso proceden de la política profesional. Todos ellos aseguran compartir una profunda voluntad de cambio social y atesoran un largo currículum en el campo del activismo social.
El Observatorio de Derechos Económicos y Sociales (Desc), una plataforma de entidades sociales fundada a finales de los noventa para defender derechos ciudadanos, donde Ada Colau gestó la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, fue uno de sus primeros puntos de encuentro. Otro elemento aglutinador que, a la postre, desencadenó la formación de BComú, de la coalición que ganó las últimas elecciones en Barcelona, fue el 15-M. Sus biografías revelan que no aparecieron de repente, en mitad de la crisis económica. De hecho, ya sumaban unos cuantos lustros entre los descontentos.
El hombre fuerte de este Ayuntamiento, el teniente de alcalde encargado de las cuestiones económicas, es ya el argentino Gerardo Pisarello, de 44 años, doctor y profesor de Derecho Constitucional en la Universitat de Barcelona. Comedido y calculador, será el contrapeso de una alcaldesa mucho más expresiva y explosiva. Durante más de diez años fue vicepresidente del Observatorio Desc. La prensa argentina lleva semanas congratulándose de que un paisano esté al frente de este Ayuntamiento, un paisano de Tucumán, "el primer teniente de alcalde argentino de Barcelona"… Cuando habla en catalán, en un excelente catalán, coinciden todas las crónicas, no se le nota nada, pero cuando se pasa al castellano aflora todo su acento. Su padre también se llamaba Gerardo. Es uno de tantísimos desaparecidos durante la dictadura argentina. Fue militante de la Unión Cívica Radical y abogado defensor de un montón de causas perdidas. En 1975 pusieron una bomba en su despacho. Un año después fue secuestrado y asesinado. Pisarello acudió a votar el 24-M con una vieja foto de su padre. "A todos los que nos han precedido", tecleó al poco en Twitter.
Laia Ortiz, de 36 años, la nueva teniente de alcalde de Derechos Sociales y concejal de Sant Andreu la número tres de la lista de BComú, proviene, en cambio, del mundo de la política de toda la vida. Forma parte esencial de la cuota de ICV en el mar de siglas que confluyeron en BComú, una cuota que Colau trató de disimular durante la campaña electoral. Ortiz deja un vacío en el grupo Izquierda Plural en el Congreso. Fue una de las pocas diputadas que pusieron contra las cuerdas al ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, en los debates sobre la ley de Costas, Impacto Ambiental, cambio climático o protección de la naturaleza. Su carrera empezó en las juventudes de Iniciativa per Catalunya. Dio un gran salto cuando fue nombrada coordinadora nacional. En el Congreso obtuvo el premio Avizor al Diputad@ del año 2013, que da el Centro de Investigación y Estudios sobre Comercio y Desarrollo, un reconocimiento a su labor en "la lucha contra la pobreza y de promoción del desarrollo sostenible".
El abogado Jaume Asens, de 43 años, será el tercer teniente de alcalde, el responsable de Participación Ciudadana. y Transparencia y concejal de Sants-Montjuïc, el escenario de los incidentes de Can Vies, uno de los momentos calientes del anterior mandato. Su incursión en la política tiene mucho que ver con su carrera, siempre relacionada con los movimientos vecinales, las plataformas antiglobalización y la defensa de afectados por desahucios. Recurrió en nombre de la Federació d'Associacions de Veïns de Barcelona la ordenanza de civismo del Ayuntamiento, representó a diversos colectivos afectados por el mobbing inmobiliario, actuó en los procesos en torno al expolio del Palau de la Música, fue uno de los impulsores de la querella por los bombardeos en Barcelona durante la Guerra Civil... Esta trayectoria lo condujo al Grup de Recerca sobre Exclusió i Controls Socials de la Universitat de Barcelona y a escribir libros con Pisarello, como No hi ha dret(s); La il·legalitat del poder en temps de crisis o La bèstia sense morrió. En defensa del dret a la protesta . Hombre tímido y tranquilo, con más sentido del humor del que parece, es ávido lector de filosofía, principalmente de Walter Benjamin. Su cantante favorito es Serge Gainsbourg, y su novelista de cabecera, Milan Kundera.
La cuarta teniente de alcalde del nuevo Consistorio, la nueva responsable del área de Ecología, Urbanismo y Movilidad y del distro de Nou Barris, se llama Janet Sanz. Tiene 31 años. Fue la única edil del último grupo de ICV-EUiA sin responsabilidades de gobierno en otros mandatos. Ello la libró de sospechas de formar parte de la vieja guardia. De Tamarit de Litera, vecina de Sant Andreu, licenciada en Derecho y en Ciencias Políticas, bregó los últimos cuatro años con uno de los adversarios más duros que podía tener en el Consistorio, el ahora ex teniente de alcalde Antoni Vives. Los que la conocen coinciden en calificarla de tenaz. Hace once años que ingresó en las Joventuts d'Esquerra Unida y en ICV. La universidad, dice, fue su "gran espacio de aprendizaje político". También lo fue el mundo sindical. En los últimos meses del anterior mandato, mientras se gestaba la candidatura de BComú, el ecosocialista Ricard Gomà le fue cediendo protagonismo.
Raimundo Viejo, Gala Pin, Agustí Colom, Laura Pérez Castaño, Mercedes Vidal y Josep Maria Montaner son el resto de los concejales elegidos. Se reparten las demás funciones de este gobierno y completan este crisol de perfiles. Concejal de Educación y de Gràcia, Viejo, de 45 años, casi siempre en camiseta y despeinado, es doctor en Ciencias Políticas y licenciado en Historia. Estudió en la Universidad de Santiago de Compostela y también en Frankfurt y en Berlín e impartió clases en Lausana. Sus libros hilvanan una teoría que conecta lo que ocurre ahora con lo que ocurrió el 15-M.
Gala Pin, de 34 años, concejal de Participación y de Ciutat Vella, proviene del tercer sector y de las entidades ciudadanas más combativas, de l'Òstia del barrio de la Barceloneta. También colabora con el Desc. Impulsiva, espontánea, se pone nerviosa cuando habla en público y se hizo algún lío en algún mitin de esta campaña. Sin embargo, es mucho más hábil en el cara a cara y en el mundo virtual. Va mucho más allá de las redes sociales, es toda una ciberactivista y rompe con todos los estereotipos del político clásico: mochila al hombro, con su ordenador portátil, recientemente cobró protagonismo en las movilizaciones de su barrio contra la marina de lujo del Port Vell.
El nuevo concejal de Empleo, Empresa y Turismo y del distrito del Eixample, Agustí Colom, de 54 años, miembro de ICV, conoce el funcionamiento de las administraciones. Fue miembro de la Sindicatura de Comptes de Catalunya, donde elaboró el informe Crespo. Últimamente lee mucho a Almudena Grandes y Sánchez Ferlosio, aunque los tratados de economía les roban mucho tiempo a las novelas. Le gusta perderse por el área metropolitana, descubrir barrios que muy poca gente visita.
Mercedes Vidal, concejal de Movilidad y de Horta-Guinardó, de 34 años, de EUiA, militó en las Juventudes Obreras Cristianas y va a misa muy de vez en cuando. Implicada en los movimientos de la Sagrera y Sant Andreu, fue vicepresidenta de la FAVB. Licenciada en Ciencias Ambientales, se especializó en urbanismo sostenible. Le gusta leer a Almudena Grandes y Lucía Etxebarria, ir en bici y cantar jazz, especialmente piezas de Billie Holiday.
Por último, el concejal de Vivienda y de Sant Martí es el urbanista y arquitecto Josep Maria Montaner, de 61 años. Muy crítico con Xavier Trias, recibió el premio Nacional de Urbanismo de España del Ministerio de Vivienda y es codirector junto a Zaida Muixí del laboratorio de la vivienda colectiva sostenible de la UPC. En sus artículos, ha sido muy beligerante con el turismo de masas, la arquitectura de marca y el gasto en la construcción del Dhub y los nuevos Encants. Para solucionar los problemas habitacionales propone recuperar los pisos vacíos que hay en la ciudad y destinarlos a un parque de vivienda social.