Hola, Serra
Yo también pienso que la Prensa se ha creído de verdad que no solo es el 4º Poder sino incluso “los Reyes del Mambo”, y que en muchas ocasiones hay que tener unas enormes tragaderas para soportar a muchos medios. Pero, como dice un viejo refrán: Mira tú quién le dijo puta a La Moñi “coñodehierro”
Pablo no tiene razón, ni en esta ocasión ni en tantas otras, en las que en un tiempo record ha dejado más clarísimo que es “un bocas”, y además se ha creído que La Complutense es su Vaticano particular y sus gentes son sus curas y sus monjas, y él el Sumo Pontífice (porque no es que habla sino que pontifica). Como si tantos españoles y/o sus hijos no hubiéramos o estuvieran estudiando en otras Universidades (algunos, incluso como tu ínclito amigo Riverita en la tan vituperada Privada).
Menos mal que ni uniéndose a IU saldrá jamás del limbo de la oposición, si no, haz números. Y no te digo nada si continúa con esa macarrónica chulería que utiliza. Creyendo que con medio pedir excusas luego ya es suficiente
Por eso, a pesar de la complicación de la Prensa en general, estoy bastante más de acuerdo con este artículo de opinión que con tus extraños razonamientos.
“Uno de los principios básicos de cualquier democracia es la defensa de la libertad de información. Ataques a la prensa como el que ayer lanzó Pablo Iglesias son propios de regímenes muy distintos a aquellos en los que se basan las sociedades avanzadas. El secretario general de Podemos aprovechó la presentación de un libro en la universidad para denigrar a los periodistas que efectúan la cobertura informativa de la formación que encabeza. Con nombres y apellidos, insultó a los redactores, a los que acusó de mentir sobre Podemos y de tergiversar las noticias que afectan a su formación para así prosperar en el ámbito periodístico y “medrar” en sus respectivos medios
Jaleado por el público —universitarios que quizá podrían tener una valoración más crítica de semejantes bravuconadas— y arropado por parte de su guardia pretoriana, Iglesias llegó a decir que buena parte de los periodistas que siguen a Podemos “están obligados profesionalmente” a hablar mal de ellos porque “así son las reglas del juego”.
Debería saber Iglesias que la regla de juego básica de la prensa en una democracia es la veracidad, y que su labor fundamental es el control del poder para evitar abusos, corrupciones o agresiones gratuitas como la suya. Ya no es un tertuliano televisivo, sino un diputado, y a un representante público se le ha de exigir respeto hacia todos y no solo hacia sus seguidores, algunos de los cuales, por cierto, deberían dejar de comportarse como una hinchada.
Iglesias no entiende ni lo que es ni dónde está. Lo ha demostrado en algunas de sus intervenciones parlamentarias, que tienen algo de monólogo de El club de la comedia; en el desdén con el que trata a la prensa —reprochó a una periodista su abrigo de pieles como respuesta a una pregunta incómoda— y, lo que es más grave, en su modelo de medios de comunicación, basado en periódicos, radios y televisiones bajo control público. Al estilo bolivariano.
http://elpais.com/elpais/2016/04/21/opinion/1461264700_181707.html
Saludos
Pd.- En Cataluña, precisamente (TV3), a algunos les puede gustar más que a otros su línea editorial, pero parece difícil estar de acuerdo con la existencia de su neutralidad.