Como bien dices, el titular no sólo no es veraz sino que es bastante sensacionalista. Da la sensación de que las cárceles son como parques temáticos paradisíacos donde pegarte la vidorra sin dar un palo al agua. En ese caso no se entiende que las prisiones españolas no estén abarrotadas dado lo presuntamente bien que se vive ahí.
Para empezar un preso se tiene que pagar la televisión para verla en la celda, ya estamos hablando de por lo menos 200 euros. Porque almas caritativas que anden regalando cosas porque sí no hay muchas, por desgracia. Y el preso tampoco puede llevarse una tele de su casa.
Según la legislación penitenciaria, tener acceso a prensa, televisión o radio es un derecho del recluso, que forma parte del derecho de la persona privada de libertad a acceder a noticias del exterior. No hay que olvidar que el recluso, según esa misma Ley General Penitenciaria, sigue formando parte de la sociedad, y ese acceso a medios como radio y televisión contribuyen a reducir la desocialización y a fomentar los vínculos con la sociedad, en consonancia con el artículo 25.2 de la Constitución.
Además, ¿cómo se supone que pagaría un preso por acceder a ver la televisión? Si está preso no creo que tenga muchos ingresos salariales... El hecho de que un hospital cobre a un paciente por ver la tele ya es un problema de gestión del propio hospital, quizá hasta tenga que ver con la pseudo-privatización en la gestión de hospitales y centros de salud. Ya sabemos que muchas veces el paciente es sólo un número e incluso visto como una carga económica, en la línea de deshumanización de la sanidad española de los últimos años.
Quizá lo que más me molesta de ese artículo (he hecho el esfuerzo de leerlo, aunque tapándome la nariz) es ese mismo tono deshumanizador que considera a los reclusos y personas privadas de libertad como mera basura humana que sólo supone un gasto al erario público. Pero lo que al final demuestra la "noticia" es que, aunque les pese a algunos, la Constitución y las leyes se cumplen en España. A pesar de esa deshumanización que creo cada vez más generalizada en algunos sectores de la sociedad española.
Como postdata decir que conozco el sistema penitenciario porque he sido voluntario durante años ahí dentro, de hecho mis prácticas de la carrera de Psicología las realicé dentro de una prisión.