Londres, de capital del Imperio a caricatura grotesca: Los autobuses londinenses ”
Londres, de capital del Imperio a caricatura grotesca: Los autobuses londinenses llevarán anuncios en árabe glorificando a “Allah”
De la flema a La Meca. Llegar a la Alcadia de Londres y empezar a favorecer a sus “hermanos” de confesión ha sido todo un detalle. El mismo día que se proclamó alcalde de la capital del Reino Unido, el laborista Sadiq Khanya, paquistaní de origen y de confesión musulmana, anunció que dará permiso para que los autobuses de Londres lleven carteles en árabe con la inscripción “Subhan Allah”, (“Gloria a Dios”) en árabe, para ayudar según dijo a las víctimas de la guerra civil de Siria durante el Ramadán. Dudamos de qué forma, pero el anuncio quedó registrado como su primera medida.
Los líderes de la emergente comunidad musulmana ya han elogiado la iniciativa y confían que con ella aumenten las donaciones destinadas a tareas humanitarias en países de obediencia islámica.
Imran Madden, director de Islamic Relief en el Reino Unido, señaló que “en cierto sentido, esto se podría llamar una campaña de cambio climático, porque queremos cambiar el clima negativo en torno a la comunidad musulmana en este país”.
Según sus generosos datos, “la ayuda internacional ha ayudado a reducir a la mitad el número de personas que viven en la pobreza extrema en los últimos 15 años” y destacó que los “musulmanes británicos” son “una comunidad increíblemente generosa que aporta más de cien millones de libras” a organizaciones de apoyo internacional durante el Ramadán.
Londres ha coronado hace unos días a Sadiq Khan como el primer alcalde musulmán de la ciudad después de una holgada victoria sobre el candidato conservador Zac Goldsmith.
En la capital del antiguo imperio británico viven más de tres millones de musulmanes, cerca de la mitad de los que lo hacen en todo el país.
Transportes de Londres, la empresa encargada de regular los anuncios que aparecen en los autobuses de la ciudad, no permite anuncios vinculados a partidos políticos, pero sí los relacionados con la religión musulmana. Contrasta este gesto de liberalidad multicultural con la infructuosa pretensión de la Iglesia anglicana en 2015 de anunciar en las salas cinematográficas del país la conmemoración de la Cuaresma y pedir el rezo de un Padrenuestro. Se consideró que dicho anuncio “incitaba al odio religioso” (sic).
También el ex alcalde de Londres, Boris Johnson, rechazó que una entidad cristiana de ayuda a los desfavorecidos se anunciara en los buses londinenses luego de las muchas presiones recibidas por parte de organizaciones laicas y también de gays y lesbianas. En esta ocasión, los carteles islámicos en los autobuses de la ciudad son considerados por los mismos grupos como un gesto en contra de la discriminación.
Como se ve, el marxismo cultural está a punto de lograr ante a la otrora orgullosa Inglaterra lo que la Armada Invencible, los buques de Pierre Villeneuve y la Luftwaffe no consiguieron.