Yo he vivido una situación tan chusca o más como la que cuentas, y además se podría justificar o poner como ejemplo de lo que expones. El jefe de mi padre, era un señor catalan tipico de la burguesía de allí y con todos los estigmas regionales cuando se habla de Cataluña, es decir, pesetero y tacaño. Pues tuvo dos anecdotas de libro, la primera, y que me sirvió de leccion para mi vida en lo que a honradez y manera de hacer las cosas me enseñó mi padre. Y es que mi padre coje 125 pesetas que costaba de aquellas el periodico de la caja y lo ve su jefe, mi padre toma nota y pone el papel recordatorio contable en su sitio, además me lo hizo notar y me explico que eso se debía de hacer así para que no quedase nunca la menor duda del bien hacer. A la vuelta de los recados observo que deja el dinero debajo de unos papeles tapandolo encima la mesa, pues bien le pregunta el jefe por el periodico y le informa que ya no había en el quiosco. El caso es que pasa un tiempo largo y al final le pregunta por lo que ha hecho con el dinero, de una manera como dando a entender que se había quedado con él. Mi padre levanto los papeles y le dijo muy serio, pues aquí lo tiene.
Hay que aclarar que mi padre era el que le hacía ganar la pasta y le permitía vivir muy bien, y que además había sido empleado suyo desde hacía más de 40 años Aparte del jefe en dicha provincia, pero es que estamos hablando de 125 pesetas, cantidad ruin para alguien que le aportaba todos los años un beneficio de unos cuantos millones de pesetas cada año.
Y la otra anecdota es que en uno de sus viajes llevaba una caja de Palellets de regalo para mi padre y para su segundo, el de mi padre. Pues bien los llevaba contados, uno por cabeza de cada miembro de la familia, en total 11, fijaros en la cifra. El tema es que los va repartiendo por cada familia y el ayudante de mi padre que era un coñón le dice así a la fresca: "oiga, no se si sabrá que mi hijo ha tenido una nena" y la respuesta no se hizo esperar, "si, pero es tan pequeña que no tiene dientes para poder comerlos".
Cuando hablamos todos en mi casa y con extrabajadores de mi padre de las viejas historias, que tenomos muchisimas y superescojonantes, no se nos ocurre hablar de los catalanes, sino de esta persona en concreto y su manera de ser. Que por último lo más gracioso del tema, Una de sus hijas se casó con el tipico madrileño chulo, cien por cien. Es una persona, su yerno, que ni vistiendo normal destila por todos los costados de donde es. Cada vez que lo veía me recordaba a los personajes masculinos de la zarzuela de la verbena de la paloma.