Re: Cataluña 2017: El final del camino.
Sí, pero primero cometió una ilegalidad. Siempre os escudáis en la legalidad, cuando lo que hay que tener en cuenta es la ética.
Sí, pero primero cometió una ilegalidad. Siempre os escudáis en la legalidad, cuando lo que hay que tener en cuenta es la ética.
Y seria juzgada segun la ley
los extremos se tocan no lo olvides y la radicalidad del independentismo se acerca a las teorias de don benito....jjj
A mediados de este mes, el grupo de humoristas Les Luthiers lo dijo con mucha seriedad, al hablar del desafío independentista de Cataluña durante una visita a España, como informó RTVE:
“Lamento el separatismo en todos los sentidos porque encubre una forma de xenofobia, una forma del tú aquí no, tú eres distinto y tú no vienes con nosotros”.
La afirmación sobre la “xenofobia” puede parecer escandalosa, pero coincide con opiniones de muchas personas de primera categoría, incluso a nivel europeo. Por ejemplo, Beatriz Becerra, vicepresidenta de la subcomisión de Derechos Humanos en el Parlamento Europeo y eurodiputada del Grupo de la Alianza de Liberales y Demócratas por Europa, asegura que en realidad los independentistas catalanes “insultan a España, a lo español y a los españoles de forma constante”, y agrega:
“En el subtexto de absolutamente todo lo que dicen está una repugnante pretensión de superioridad moral, cultural, económica y social”.
En su texto, publicado en El Español, Becerra va más allá y compara a Carles Puigdemont, presidente de Cataluña, con Donald Trump, mandatario estadounidense, a quien califica sin tapujos de “presidente racista”. Luego afirma que Trump “es supremacista como lo es Puigdemont: ambos alimentan su máquina política con la gasolina del odio”. Eso significa que tienen un “enemigo” definido (aunque diferente, dependiendo del contexto de cada uno) al que combaten de manera muy similar.
“Igual que en Estados Unidos, en Cataluña se ha esparcido un veneno supremacista que necesita antídoto”, dice la autora del texto.
Por otro lado, durante una manifestación en Barcelona a favor de la unidad de España, el escritor peruano y ganador del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa (que también tiene nacionalidad española) se refirió a lo dañino que puede llegar a ser el nacionalismo, al recordar que en Europa ha dejado “sangre y cadáveres” a lo largo de la historia. En un discurso que ofreció ese día, a principios de octubre, el autor de ‘La ciudad y los perros’ dijo:
“La pasión puede ser […] destructiva y feroz cuando la mueven el fanatismo y el racismo. La peor de todas, la que ha causado más estragos en la historia es la pasión nacionalista. Religión laica, herencia lamentable del peor romanticismo, el nacionalismo ha llenado la historia de Europa y del mundo y de España de guerras, de sangre y de cadáveres. Desde hace algún tiempo, el nacionalismo viene causando estragos también en Cataluña”.
Y ese sentimiento, tal parece, es el que en el fondo tiene a España frente a una de sus crisis más fuertes del último tiempo.
La afición de los independentistas catalanes a celebrar desfiles de antorchas, a semejanza de los que organizaba Mussolini, no es casual. Tampoco es casualidad que, tras gastar varios millones de dinero público en la red de “embajadas” del Diplocat para “internacionalizar” el proceso de independencia, Carles Puigdemont sólo haya recibido el apoyo de los partidos de extrema derecha de toda Europa.
El independentismo catalán echa sus raíces en pensadores que practicaban un discurso profundamente racista, que poco tiene que envidiar al que luego defendería el nazismo en los años 30. Así lo pone en evidencia la recopilación de textos que ha elaborado el historiador y presidente de la asociación Profesores por el Bilingüismo, Francisco Oya.
Uno de los fundadores del nacionalismo catalán fue el escritor Pompeu Gener(1848-1920), quien intentó dar a sus teorías un enfoque científico y “darwinista”. En un ensayo publicado a finales del siglo XIX, defendía este enfoque de supremacismo racista: “Creemos que nuestro pueblo es de una raza superiora la de la mayoría de los que forman España. Sabemos por la ciencia que somos arios”.
Y establecía la siguiente distinción entre los catalanes “arios” (del Ebro al Pirineo) y el resto de españoles: “En España, la población puede dividirse en dos razas. La aria (celta, grecolatina, goda), o sea del Ebro al Pirineo; y la que ocupa del Ebro al Estrecho, que, en su mayor parte, no es aria sino semita, presemita y aun mongólica. Nosotros [los catalanes], que somos indogermánicos, de origen y corazón, no podemos sufrir la preponderancia de tales elementos de razas inferiores“.
“Un fajo mal atado de kabilas africanos”
Tras dejar sentada esta tesis –que distinguía entre los catalanes “arios” y el resto de españoles, de sangre judía, como luego haría Hitlet–, pocos años después insistió: “Soñamos con un imperio intelectual y moral mediterráneo, por nuestra influencia sobre las restantes naciones latinas, sin ser desviados por las durezas e ignorancias castellanas (…) Nuestro patriotismo es de Patria superior. Los demás pueblos de España ya nos seguirán, si quieren o si pueden, y si no, peor para ellos. tal es nuestro cometido”.
A los mismos tópicos recurría Enric Prat de la Riba (1870-1917), fundador de la Lliga Regionalista y considerado como uno de los padres del nacionalismo catalán. En 1898 escribía las siguientes palabras: “Los castellanos, que los extranjeros designan en general con la denominación de españoles, son un pueblo en el que el carácter semítico es predominante; la sangre árabe y africana que las frecuentes invasiones del sur le han inoculado se revela en su modo de ser, de pensar, de sentir y en todas las manifestaciones de su vida pública y privada”.
Frente a ellos contraponía la “fuerza de la prosperidad económica, de energías intelectuales, morales y artísticas” de Cataluña, “la principal representante de la civilización europea en ese fajo mal atado de kabilas africanos que el Estado español encarna“.
El nacionalista catalán Daniel Cardona i Civit (1890-1943) fundó la organización Nosaltres Sols!, que imitaba el nombre del partido independentista irlandés Sinn Féin, luego convertido en brazo político del grupo terrorista IRA.
La “invasión enemiga” española
Cardona calificaba de “invasión enemiga” la llegada de castellanos y andaluces a Cataluña: “Sintiendo como una repulsión instintiva por el trabajo, vienen a nuestra tierra a buscar los garbanzos que le son difíciles de encontrar en la suya (…) Compañeros, hace falta meterse en este importante aspecto de la invasión enemiga. La tierra y la riqueza catalana pasan así fácilmente sin que nadie se dé cuenta a manos de nuestros enemigos. Para una mujer catalana, sólo un patriota catalán como marido. Hace falta infiltrar en la mujer catalana una máxima repulsión hacia toda unión que además de entregar al enemigo tierras y bienes catalanes, vaya a impurificar la raza catalana”.
El escritor nacionalista catalán Josep Genovès Moles también se mostraba muy preocupado ante la posibilidad de que la sangre catalana se contaminara con la del resto de los españoles: “Ningún catalán ni ninguna catalana dignos de tal nombre admitirán unión matrimonial con individuo español o hijo de españoles“, escribió en un ensayo publicado en 1931, ya proclamada la Segunda República, “consideramos anticatalanas tales uniones y, como tales, las combatiremos. Declaramos mal catalán al que, después de habérsele hecho tales reflexiones, efectúe el matrimonio”.
Los nacionalistas catalanes veneran al fundador de ERC y presidente de la Generalitat Francesc Macià (1859-1933), quien el 14 de abril de 1931 proclamó una “república catalana” que sólo duró tres días. Más que la de Carles Puigdemont, eso sí, que apenas duró nueve segundos.
En un escrito publicado en 1923, Macià advertía que el resto de españoles llegados a Barcelona, a los que calificaba como “la gitanada inmensa”, corrompían a la sociedad catalana: “Esta inmundicia de basuras que han colmado la indignación de tantos sutilísimos comodones, no nos ha aterrorizado mucho a nosotros, acostumbrados a soportar la existencia de otra inmundicia más grande, la gitanada inmensa de una clase de gente que lleva gangrenando Barcelona desde hace tiempo; todo este pudridero de barrios bajos en descomposición, en donde se engendra la maldad y el microbio… Y de los barrios bajos que hemos señalados –al decir barrios bajos quiero decir España– son hijas todas las prostitutas de calle y de cabaret que envenenen la vida de nuestra juventud”.
El “hombre poco hecho” de Pujol
No es raro, por tanto, que el propio ex presidente Jordi Pujol Soley sintetizara estas ideas en la obra magna que publicó en 1976, bajo el título La inmigración, problema y esperanza de Cataluña. En el libro, el político corrupto que sigue siendo el principal referente del independentismo catalán escribió lo siguiente: “El hombre andaluz no es un hombre coherente. Es un hombre anárquico. Es un hombre destruido. Es, generalmente, un hombre poco hecho, un hombre que vive en un estado de ignorancia y miseria cultural, mental y espiritual“.
Y añadió en alusión a los miles de andaluces que emigraron a Cataluña: “Es un hombre desarraigado, incapaz de tener un sentido un poco amplio de comunidad. De entrada, constituye la muestra de menor valor social y espiritual de España. Ya lo he dicho antes. Es un hombre destruido y anárquico. Si por la fuerza del número llegase a dominar sin haber superado su propia perplejidad, destruiría Cataluña“.
La xenofobia de Quim Torra desenmascara el 'procés' de Cataluña en la Unión Europea
Quim Torra, al llegar ayer a la presión de Estremera para visitar a los políticos independentistas encarcelados. JAVIER BARBANCHO
«Durante mucho tiempo era como ir a medio gas. Teníamos el argumento legal de nuestra parte, y eso lo respeta todo el mundo aquí, pero no basta contra un relato sobre la lucha por la libertad, opresión y derecho al voto. Gracias a esos artículos [de Quim Torra] muchos colegas, por fin, empiezan a ver que la historia no es como se la pintaban». Un alto funcionario español explica estos días en Bruselas su alivio.
Después de las cargas policiales del 1 de octubre, de la manifestación masiva de independentistas en Bruselas en diciembre y de que media Europa analizase con perplejidad y, a menudo, indignación el que, uno tras otro, todos los candidatos a presidir la Generalitat estuvieran presos, huidos o con causas pendientes, el factor Torra ha alterado los equilibrios.
Los mensajes xenófobos y supremacistas de Quim Torra han llegado a Europa. Están en artículos de The Guardian o The New York Times, dos de las tribunas más abiertas a la causa soberanista estos meses. En un durísimo artículo de Le Figaro, en el que el nacionalismo excluyente del nuevo presidente se compara con «la Yugoslavia de Milosevic o la Italia de Mussolini». Incluso en The Economist, una de la biblias de la información de Europa, que habla de Torra como un «ultranacionalista» que ha mostrado su «entusiasmo por Estat Català, una organización cuasifascista» y «expresado su odio visceral a los españoles». En todos ellos se mencionan la ristra de insultos que a lo largo del tiempo ha dedicado al conjunto de la ciudadanía. Y eso, en un continente que en no poca medida ha comprado un discurso romántico respecto al nacionalismo y la causa independentista, no es una cuestión baladí.
A diferencia de otras salidas de tono, provocaciones y declaraciones abiertamente xenófobas del pasado, los mensajes y la ideología del nuevo president han circulado, y mucho, por cadenas de correos y grupos de WhatsApp. Lo han movido incluso desde las posiciones de izquierda, que han sido las más complacientes con el independentismo, pero en las que hay una incomodidad evidente.
«Hay preocupación», reconoce un embajador europeo. «El discurso nacionalista cala en Europa, en países pobres y regiones ricas. Tuvimos perfiles bajos a propósito para que la UE no fuese usada como chivo expiatorio, y uno de los precios es encontrarnos de golpe con nuevas voces y un mensaje muy peligroso. Hace 30 años Orban era la esperanza liberal en Hungría y hace 30 años el nacionalismo catalán llegó a Bruselas como ejemplo de apertura. Cuesta creer que tanto odio haya sido recompensado».
La semana pasada, el portavoz en jefe de Juncker, Margartis Schinas, se pronunció al respecto. En los últimos tiempos, la sala de prensa del Ejecutivo se ha convertido en un campo de batalla, con preguntas y comparaciones constantes sobre la crisis catalana, pero en general con críticas muy duras de los periodistas al Gobierno español. Schinas, siempre claro sobre la posición de la UE [apoyo al Estado, a las leyes y una Cataluña fuera de la Unión si se independizara], fue esta vez especialmente rotundo: «No vamos a dignificarlos con un comentario», indicó respecto al mensaje supremacista de Torra.
Los funcionarios europeos y los corresponsales internacionales escucharon en persona algunos de los exabruptos del ahora líder catalán, rompiendo el halo que muchos se habían ido componiendo. «Torra tiene el poder de despojar al movimiento independentista catalán de cualquier legitimidad izquierdista-antifascista que todavía tuviera. Torra es etnonacionalismo en su forma más primitiva», resumió un corresponsal luxemburgués que se define como «catalanista y catalanoparlante».
Las afirmaciones de Torra
«Los mensajes han corrido como pólvora, y el vídeo con la pregunta a Margaritis y la lista de barbaridades, leídas en inglés, también», explica otro funcionario europeo de un país del norte. Mucho más beligerante es siempre el día a día en el Parlamento Europeo. El miércoles, Esteban González Pons, jefe de filas de los populares españoles remitió una carta a sus 750 colegas explicando quién era Torra, con una decena de sus afirmaciones más salvajes. Por su parte, Ciudadanos, a través de Javier Nart, hizo lo mismo, pero de forma mucho más completa, adjuntado un dossier de ocho páginas con citas, enlaces y traducciones de los artículos.
Las condenas a Torra han sido demoledoras y sin precedente en esta crisis. Ya no son valoraciones políticas o llamadas a respetar el Estado de Derecho. «La retórica racista y separatista del nuevo presidente catalán está en firme contradicción con la Constitución española, pero también con la voluntad de la mayoría de los catalanes. Es hora de diálogo y reconciliación y no de más provocaciones y confrontación», aseguró Hans Van Baalen, el presidente de Alde, el grupo liberal europeo, que es en el que se encuadra precisamente el PDeCAT de Torra y Puigdemont.
Los palos llegan de todas partes y sin medias tintas. «La elección de Torra es preocupante pues representa el nacionalismo excluyente contra el que siempre luchó la UE; sólo puede traer división e inestabilidad. Europa necesita más cooperación, puentes, y menos divisiones. Espero que Torra reconsidere sus posiciones», apunta a EL MUNDO Manfred Weber, líder del Partido Popular Europeo en la cámara.
«El nuevo presidente catalán debe devolver la normalidad institucional y garantizar la coexistencia. Con sus declaraciones identitarias de línea dura aún no demostró estar a la altura del puesto», coincide Victor Bostinaru, vicepresidente del grupo socialista. «Estamos profundamente preocupados por el perfil político del señor Torra después de que sus textos se hayan hecho públicos. Parece una elección difícil en un momento en el que el diálogo es tan necesario», cierra Ska Keller, copresidenta del Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea.
ufff Okdiario e... todo veraz y contrastado y nada sesgado como Eduardo Inda el nuevo que te pego leches pero con que te denuncio leches
de cuando es este articulo? porque ya hace tiempo que no estan en estremera, diria...
puedo seguir si quieres o hablar de los apoyos de tu jefe torra y puidemont en el parlamento europeo....todos los articulos son de hace un año o menos aprox
Puedes seguir pero recuerda ni uno ni otros son mis jefes, mi jefe es el que me paga el sueldo cada mes a final de mes y mis clientes que son los que sustentan a mi jefe jajajaja, es como si yo te dijera tu jefe mr. sanchez e que no pues ya esta
Pues mira, fue arrestada pero no juzgada. Te preguntaras: "¡¡¡¿Cómo no fue juzgada esa delincuente que había cometido una ilegalidad?!!!". Tranquilo, que es muy sencillo. Pues simplemente, pesó más la injusticia que se estaba cometiendo al segregar a millones de seres humanos que la ilegalidad que estaba cometiendo esta señora.
Es etico usar fondos publicos para montar un referèndum ilegal, es etico s gobernar para una minoria solo es etico no respetR la ley
lo de jefes era un decir sin mas pero lo que si es verdad es que son los que dirigen el process o lo que queda de el....bueno en febrero tendremos mucho que hablar con el juicio jjjj saludos
Si, en ese tripartito estaba el PSOE. El conseller encargado de los mossos precisamente era tachado de "blando" el Sr. Saura creo recordar de "iniciativa per Catalunya verds.
A raíz de aquello y otros incidentes como los que apuntas, se prohibió desde entonces la utilización de pelotas de goma. También se han puesto cámaras en prácticamente todas las esquinas de las comisarías.
Prácticamente ya no hay denuncias por malos tratos o estas han quedado en anecdóticas en algún lugar lo he visto.
Quiero decir...que eso es una realidad y sinceramente creo que los mossos han mejorado un poco en sus actuaciones...claro que no en todas...recuerdo ahora alguba que otra burrada en Sants... no los estoy defendiendo sólo trato de constatar que si comparamos el pasado con la actualidad... vemos una leve mejoría que a mi juicio han tenido en los últimos años.
Pero es etico declarar uns independencia devun trrritorio por q si?