La jugada del pacto pre-electoral suena rara en España, pero es lo habitual en Italia, por ejemplo. Además, todos hemos reclamado trapsparencia en la política de apctos, que digan "antes de las elecciones" con quien estaban dispuestos a pactar y esas cosas.
La lista Iceta responde a esas cosas, muestra ya en formato "pre" lo que es un marco de pactos y acuerdos "post".
Además, es una especie de pago del favor por los esfuerzos a la democracia cristana vasca. Sin incorporarlos en las listas, sería muy difícil que la democracia cristana catalana saliese elegida, salvo por algún que otro que pudiese salir por Democrates, que van con ERC (que curioso, nadie critica que este otro partido de izquierdas, presuntamente, lleve en sus listas a representantes de la derecha democratacristiana...).
Por otra parte, no es ningún pacto contranatura, al contrario de lo que se dice, es la materialización de la "sociovergencia" de toda la vida, la entente cordiale y entendimiento habitual que durante muchos años tuvo el PSC con el nacionalismo de centroderechas no independentista. Iban por separado, hacían como que se peleaban un poco, pero tenían los roles y negociados perfectamente repartidos.
Y dentro de las opciones de pacto con las derechas, si dejamos fuera a los abiertamente independentistas (la lista de Puigdemont JxC, y los componentes derechistas que van con ERC), solo quedaban tres opciones, y esta es la menos anticatalanista (bueno, es abiertamente catalanista), y posiblemente la más centrada. El PP en Catalunya es visto y percibido (en escala 0 a 10), como orbitando el 9. Y C's, que antes estaba +/- por el 7 ("ellos" se autoconsideraban como un 5,5, de amplio espectro), una vez liquidado las referencias a la socialdemocracia de su ideario, y con las afinidades que han desarrolado con los ultras más ultras, hay días que han estado aun más a la derecha que el PP.
La opción del PSC, la lista Iceta, es perdedora en un escenario polarizado, de ver quien la tiene más gorda. Pero quizás además de presumir de atributos, también se trata de gobernar y elegir quien lo haga. Y para eso, hacen falta muchos pactos, mucha flexibilidad, y pocos dogmatismos.
De las propuestas concretas, lo de la quita de una deuda tramposa es de cajón, lo han insinuado, dicho y/o defendido desde los del PNV hasta el mismísimo Montoro. Es lógico que Iceta hable solo por y para Catalunya. Los demás teritorios se entiende que ya tienen sus propias autoridades para hablar por ellos.
De lo de consorciar la hacienda, es también de cajón. Solo hay dos soluciones, o montamos dos haciendas, con la conflictividad y enfrentamiento que comporta, o hacemos que TODOS los gobiernos participen equilibradamente de los diferentes entes y organismos "del Estado". Tal y como funciona ahora, resulta que los organismos "del Estado" son meros apencides funcionales "del Gobierno". Una cosa es que Montoro sea el Ministro de Hacienda. Otra muy diferente es que sea el ministro de la AEAT.
la plus belle des ruses du Diable est de vous persuader qu'il n'existe pas!