Independencia de Cataluña
Informe de la Guardia Civil
Jordi Cuixart pidió medio millón de euros "por si nos meten en la cárcel"
Resumen del correo en el que Cuixart pide más dinero por si entra en prisión.
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El líder de Òmnium instruyó a sus fieles para retener a la Guardia Civil y Policía el 1-O: "No les dejéis salir"
Los correos del 1-O que delatan a Puigdemont y a Junqueras
Forn y Trapero tenían prevista "una escalada violenta" de los independentistas en el referéndum del 1-O
Jordi Sànchez y
Jordi Cuixart, los líderes de las organizaciones
ANC y
Òmnium Cultural, eran conscientes de las graves ilegalidades que estaban cometiendo durante la preparación de la
pseudoconsulta del pasado 1 de octubre y de que, por tanto, se arriesgaban a graves penas de prisión. Así se desprende de los correos electrónicos incautados por la
Guardia Civil de sus cuentas y que ya obran en poder del juez del
Tribunal Supremo
Pablo Llarena.
Los mails, a los que ha tenido acceso
EL MUNDO, detallan el total grado de coordinación de los denominados Jordis, que actualmente
se encuentran en prisión provisional, con los responsables de la Generalitat. Algunos correos revelan cómo dieron instrucciones para impedir la actuación de las Fuerzas de Seguridad y ponen de manifiesto que no dudaron en emplear a «personas mayores y a niños» el 1-O.
Es una constante en sus misivas la combinación del lenguaje pacifista con las instrucciones tendentes a la coacción hacia la
Policía y la Guardia Civil que podrían desembocar -como así sucedió- en instantes de tensión y violencia. Asimismo, los correos demuestran que, contrariamente a lo que han declarado ante el juez, su voluntad de independencia era real y que no estaban dispuestos a negociarla con el Estado:
«500.000 EUROS PARA LONGANIZAS Y 500.000 PARA LA CÁRCEL». El presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, y su junta directiva tenían pocas dudas de que las ilegalidades que estaban cometiendo les llevarían a prisión si la independencia de
Cataluña no salía adelante. Ello se deduce de un correo electrónico enviado por el propio Cuixart el 14 de agosto de 2017. En él reclama a su junta una campaña «más bestia y potente» en favor de la independencia para provocar «un tsunami en todo el país». En la misiva reclama un incremento del presupuesto de un millón de euros. La mitad del dinero se guardaría «en las longanizas», término que la Guardia Civil no logra identificar, y el resto «para la campaña de defensa de la Junta Directiva» cuando quieran meterlos «en la cárcel, haciendo una campaña muy potente de gran repercusión internacional».
«TENER TENSA A LA PARROQUIA». Un mes antes, la directiva de Òmnium había descrito en otro correo el papel que Jordi Cuixart debería desempeñar en la culminación del procés. Su primer objetivo era «ser protagonista como presidente de Òmnium, y ser un líder capaz de movilizar a la gente cuando sea necesario; mantener a la parroquia movilizada y tensionada». Este mail data del 17 de julio. Cuixart está encarcelado en Estremera, entre otras cosas, por instigar la
manifestación que mantuvo arrinconada a la Guardia Civil cuando registraba la
Conselleria de Economia en los días previos al 1 de octubre. Varios correos delatan su estrategia, como los que vienen a continuación.
Extracto de informe para prevenir la actuación de las Fuerzas de Seguridad.
«QUE NO SALGA LA GUARDIA CIVIL». Existe un documento muy clarificador que expone la actuación de los Jordis durante los días clave del pasado mes de octubre. Éste se refiere a las movilizaciones de sus seguidores para impedir la acción de la Justicia. El documento con instrucciones remitido por Cuixart ordena a sus incondicionales mantener una posición de «resistencia pacífica» ante la intervención de la Policía o de la Guardia Civil y, al mismo tiempo, impedir que los agentes que intenten incautarse de las urnas puedan salir de los colegios: «La Guardia Civil está empezando a impedir la votación en algún colegio haciendo servir la fuerza (...). Ante ello: RESISTENCIA PACÍFICA. Si la Policía o la Guardia Civil han entrado y quieren requisar el material, no les dejemos salir».
En otro correo electrónico interceptado a Jordi Sànchez y que data de sólo tres días antes del 1-O figuran las siguientes instrucciones: «Aparcar coches particulares delante de los colegios electorales (...) para hacer grandes colas para hacernos amos y señores de las avenidas y carreteras en el entorno de los colegios». El mail, que es remitido a Sànchez por un cargo de la ANC, dice que es una idea «inspirada en los agricultores», a quienes invitan a
participar «con tractores».
«QUE VAYA GENTE DE TODAS LAS EDADES». La estrategia de los Jordis, en connivencia con la
Generalitat, consistía en dar la imagen de que el Estado español estaba oprimiendo el 1 de octubre a los sectores más indefensos de la sociedad. Para ello instaron a sus afiliados a que llevasen a menores y ancianos a los colegios electorales en previsión de la intervención de las Fuerzas de Seguridad. Un correo electrónico del día previo al 1 de octubre daba la siguiente instrucción: «En caso de presencia policial, siempre actuaremos desde la resistencia pacífica: hay que garantizar ser mucha gente de todas las edades». Para la Guardia Civil es evidente que Cuixart estaba pidiendo que se enviara a los colegios a niños y ancianos que hicieran más descarnada la actuación de los agentes antidisturbios. «Se evidencia que, como es público y notorio, se cumplieron con las instrucciones difundidas por la entidad», concluye el informe remitido al juez por el Instituto Armado.
«KALE BORROKA Y GRUPOS ARMADOS». La obsesión por prever todos los escenarios posibles tras la declaración de independencia llevaba a la ANC a plantear escenarios de lo más disparatado. En un correo incautado por la Guardia Civil en la cuenta de Jordi Sànchez figuraba un esquema de las posibles circunstancias que podrían interrumpir el procés. Eran cuatro: la ilegalización, la apertura de causas judiciales (como al final ha sucedido), la apertura de campañas de información «con censura a los diarios» y, también, «la creación de violencia». En este último caso preveían la aparición de «grupos armados catalanes» y de «grupos armados de extrema derecha».
UNA TRAMPA POLÍTICA. Tanto Jordi Sànchez como Jordi Cuixart han declarado ante el juez que la declaración de independencia
tenía carácter simbólico y que pretendían forzar al Estado a una negociación. Nada más lejos de la realidad si se estudian con detenimiento algunos de los correos electrónicos interceptados. Por ejemplo, en un correo del 23 de octubre, Sànchez aclara a sus seguidores que la oferta de diálogo al Estado «no implica una renuncia a la independencia» ni tan siquiera una negociación para una «reforma constitucional».
INDEPENDENCIA AUNQUE GANE EL 'NO'. Los actores del procés no tenían previsto detener su actividad ni aunque en un hipotético referéndum ganara el no. Un correo entre varios directivos de la ANC, entre los que figura el propio Jordi Sànchez, animaba a preparar dos escenarios. En el primero, en que ganara el sí, «entran en vigor las leyes de transitoriedad, se declara la independencia y se crea la asamblea constituyente de Cataluña». En el segundo, si ganara el no, «habrá que trabajar en un nuevo referéndum sobre la ratificación del Estatuto de Cataluña y trabajar para que se rechace para volver a comenzar un proceso constituyente». Este archivo no ofrece lugar a dudas: «Sea cual sea el resultado, nosotros impulsaremos los cambios para defender que se inicie el proceso constituyente institucional, para que entren en vigor las leyes de transitoriedad (...) y para que se convoquen elecciones constituyentes».