El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha admitido ayer que la exhumación de los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos podría retrasarse a enero en función de lo que dure el «procedimiento administrativo» establecido para ello. Así, los plazos legales dilatan la exhumación de Franco.
«Más allá de lo que dure el procedimiento administrativo, que no sé si será en diciembre o en enero, lo que es evidente es que se va a proceder a la exhumación del dictador», ha dicho Sánchez, preguntado por este asunto en la rueda de prensa que ha ofrecido en el Palacio de la Moncloa para anunciar medidas tras la sentencia del Supremo sobre el impuesto de las hipotecas.
El líder del Ejecutivo ha señalado que el Consejo de Ministros acordará hoy «uno de los últimos pasos» para el traslado de los restos, una tramitación que luego pasará a manos de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial. Más tarde, la familia Franco tendrá la capacidad de presentar alegaciones.
Sánchez ha atribuido el retraso de la exhumación de Franco a que el Gobierno quiso que el procedimiento fuera «lo más garantista posible», algo que «nada tiene que ver con las ya de por sí criticadas y comunes trabas y obstáculos parlamentarios que las derechas del PP y Ciudadanos nos tienen acostumbrados en el Congreso», ha asegurado en referencia a la tramitación de la reforma de la Ley de Memoria Histórica.
No obstante, es en la modificación de esta Ley en la que el PSOE quiere incluir que no se pueda enterrar al dictador en un lugar donde pueda ser homenajeado, con el objetivo de impedir que pueda ser inhumado en la Catedral de La Almudena.