ANC, Arran y CDR atacan las instituciones en respuesta al Tribunal Supremo
Torra califica el juicio como «ola represiva» y exige un referéndum de secesión a Sánchez
Daniel Tercero
Anna Cabeza
Asalto a la sede de la Comisión Europea en Barcelona, por parte de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), y lanzamiento de pintura a la fachada de la
Fiscalía Superior de Cataluña, también en la Ciudad Condal, por parte de Arran y los CDR, y a la de la Consejería de Interior. Así reaccionó el secesionismo callejero al auto del Tribunal Supremo que fija el inicio del juicio del «procés» para el 12 de febrero en Madrid.
Convocados por la ANC, los partidos independentistas y los grupúsculos agrupados bajo el paraguas de los autodenominados
Comités de Defensa de la República (CDR) celebraron ayer por la tarde varias manifestaciones en las principales ciudades de Cataluña para protestar por el inicio del juicio. Apenas unos miles de ciudadanos, sumadas todas las citas, que ponen de manifiesto la pérdida de fuelle del independentismo a la hora de activar la calle en defensa de la secesión de Cataluña.
Sin embargo, la agresividad de baja tensión sigue presente en el independentismo. Un grupo de voluntarios de la ANC asaltó a media tarde la sede de la Comisión Europea, colgaron una pancarta en el balcón
a favor de la autodeterminación y, durante los parlamentos, defendieron, entre otras cosas, que «la Unión Europea es una prisión de pueblos», tal y como dijo el diputado de la CUP Carles Riera. La ANC anunció que la intención era mantenerse toda la noche en la sede comunitaria, y al cierre de esta edición seguían cientos de concentrados a sus puertas.
«Represión descarnada»
Por su parte, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, definió la situación actual como «un juicio también contra el derecho de autodeterminación y contra la democracia», viviendo una «represión descarnada», con una «ola represiva» y ante una «preocupante involución democrática».
El Gobierno catalán celebró una reunión extraordinaria en el Palacio de la Generalitat tras entrevistarse a primera hora de la mañana con los nueve presos preventivos involucrados en el proceso judicial
reagrupados en la cárcel de Brians 2, antes de salir dirección a Madrid, con la intención de consensuar un texto común. A mediodía, Torra leyó -solo en catalán e inglés- un breve texto -de una página y media- sin novedades respecto a los discursos que el secesionismo viene estructurando en los últimos meses.
Para la máxima autoridad del Estado en Cataluña, los que se sentarán en el banquillo de los acusados del Tribunal Supremo, algunos de ellos con los delitos de rebelión, sedición y malversación en juego, son «presos políticos» absolutamente inocentes porque «no han cometido ningún delito». Ante todo esto, Torra exigió a Pedro Sánchez, que sea «valiente» y tenga «coraje» para negociar de tú a tú «el ejercicio del derecho de autodeterminación de Cataluña».