Lo de ser eurodiputados (Junqueras primero y Puigdemont después) puede ser un resultado, pero no es el objetivo.
El objetivo político-estratégico es otro:
Desde hace años, el independentismo catalán ha planteado a Europa que el asunto de fondo que se ventila es una lucha entre "Francolandia", donde campan a sus anchas la ultraderecha, frente a una Catalunya democrática y europeista oprimida.
En Europa no se lo acaban de creer, aunque ya se sabe que cuando el río suena...., y tienen a España "en observación", no solo por lo del Memorandum of understanding que según Mariano, no-fue-un-rescate-sino-una-linea-de-crédito-ventajosa.
Así que en estas elecciones al parlamento europeo el objetivo muy visual que se puede producir es que España envíe una alegre, nutrida y muy significativa representación "democrática" de ultraderechistas eurófobos, mientras que imposibilita la toma de posesión de las actas de diputados a unos cuantos demócratas catalanes.
Francolandia 1, Cat-democrácia 0
Derrota táctica, pero victoria estratégica por goleada.
Desde un punto de vista de estrategia política es muy inteligente. Los independentistas arriesgan y ponen en juego algo de valor prácticamente nulo (una representación política muy minoritaria dentro de grupos políticos muy minoritarios, valor político efectivo = 0).
A cambio, España se mete de lleno en el fangal de demostrar que ni merece pertenecer al eje de centralidad, ni democracia avanzada y ejemplar, y que es poco más que una dictadura travestida. Democrácia Drag queen, pero bajo el tanga, asoma el pistolón. Francolandia no era un insulto ni un descalificativo, sino una mera descripción.
la plus belle des ruses du Diable est de vous persuader qu'il n'existe pas!