roma no paga a traidores....
La aprobación por parte del grupo parlamentario de Ciudadanos de la última prórroga solicitada por el gobierno para el Estado de Alarma, que concluirá el 21 de junio, ha provocado de nuevo algunas deserciones de determinados cargos públicos, sobre todo a nivel local.
La toma de partido de Arrimadas, desmarcándose de la línea seguida desde casi el principio por Vox, y a la que se apuntó posteriormente el Partido Popular, consistente en no apoyar las prórrogas a un Estado de Alarma (EdA) porque según ellos habrían ido perdiendo sentido a lo largo de abril y mayo, y estarían siendo utilizadas por el gobierno para limitar las libertades de los ciudadanos y encubrir su inoperancia frente a la pandemia, es el detonante de esta situación.
Después de los sonoros abandonos de figuras de peso como Juan Carlos Girauta o Marcos de Quinto, que ya se produjeron con ocasión de anteriores «síes» a prórrogas del EdA, en esta ocasión, de momento, las deserciones se ciñen al ámbito local, como ocurre con concejales en Logroño, Benicassim, Huelva o La Coruña. No se descarta que en las próximas horas se produzcan nuevas bajas. Lo que está ocurriendo ahora no preocupa a la dirección del partido, o al menos eso de afirma públicamente, porque aseguran que «la situación está controlada» y la mayoría del partido entiende que en estos momentos se debe asumir una posición de responsabilidad, alejada del ambiente crispado que mueve al resto de fuerzas políticas. Esta manera de actuar, cuando se vea con perspectiva, finalmente será premiada por la ciudadanía, afirman.
Pasado el verano, y una vez regrese Inés Arrimadas a la actividad política tras su baja maternal, el partido tiene previsto redefinir su estrategia a medio plazo, con las miras puestas en seguir haciendo lo que ellos llaman «política útil» para lograr mejoras concretas que afecten al bienestar de los ciudadanos, «sin abandonar nunca», eso sí, la defensa a ultranza de la Constitución y el Estado de Derecho.