Desbandada de funcionarios en el Ministerio de Sanidad
En total, Sanidad, Consumo y Derechos Sociales contaban con una plantilla de 1.078 trabajadores. Se trata de una dotación muy envejecida en la que apenas 16 empleados tienen menos de 30 años. 284 tienen una edad que oscila entre los 30 y los 49 años, y 488 entre 50 y 59 años. Los tres ministerios que antes eran uno contabilizan también 255 trabajadores de entre 60 y 64 años y 36 que superan ya esa edad. Según ha podido saber LA RAZÓN, en lo que ha transcurrido del año se han jubilado ya 56 funcionarios y 33 trabajadores que mantenían una vinculación laboral originaria con Sanidad. La «sangría» de personal no se detiene, sin embargo, ahí. En estos momentos hay numerosas solicitudes cursadas para jubilarse entre el pasado martes, día 15 de septiembre, y el 31 de diciembre de este año.
En concreto, otros 16 funcionarios y 13 laborales podrían abandonar también los tres ministerios en los que se convirtió Sanidad a lo largo de este último trimestre de 2020. Se jubilarían, pues, 39 personas más, que sumados a los 89 del periodo transcurrido entre el 1 de enero y el 15 de septiembre arrojan un saldo de 128 bajas voluntarias. A estas cifras se suman también las peticiones de traslado a otros ministerios en comisión de servicio que han cursado numerosos funcionarios. El traslado sólo se materializa si hay plazas libres o se habilita alguna especial para ellos en los posibles destinos.
¿A qué se debe esta súbita oleada de «fugas» en el Ministerio que hasta el cambio de Gobierno capitaneaba María Luisa Carcedo y que luego se subdividió en tres para ser gestionado por Salvador Illa y los socios del PSOE en el Gobierno, Garzón e Iglesias? Fuentes no oficiales del Ministerio de Sanidad o atribuyen a la avanzada edad de muchos de los empleados y al mal ambiente reinante por la presión generada por la pandemia, lo que se acentuó a partir del mes de marzo, cuando el Covid-19 terminó de eclosionar.
Según las mismas fuentes, muchos de los funcionarios que han decidido jubilarse tenían menos de 65 años y se han acogido a la potestad abierta para los trabajadores de la Administración que les permite retirarse con la totalidad de su pensión a partir de los 60 años si llevan más de 40 años cotizados.
En el
mal ambiente imperante en el Paseo del Prado ha influido mucho también el acuerdo de intercambio de funcionarios establecido con la división, que permite, por ejemplo, que el Ministerio de Iglesias o el de Garzón puedan echar mano de empleados que habían permanecido siempre en Sanidad. La «voracidad» del vicepresidente del Gobierno a la hora de reclutarlos ha desatado irritación no sólo en muchos de los funcionarios trasladados, sino también en los que han permanecido a las órdenes de Illa y su equipo: la presión de la Covid-19 y la reducción de la plantilla les ha sobrecargado de trabajo
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