'La junta de accionistas de Bankia parecía una excursión del Imserso'
Laura con su madre, tres días antes de fallecer. | ELMUNDO.es
'Fui al banco y salí más desubicada que cuando entré'
'Dicen que mi madre firmó el contrato el 8 de diciembre, que es festivo'
'No vamos a parar hasta recuperar nuestro dinero'
'¿Cómo puede mi madre ser accionista si ya no estaba?'
Irene Yustres | Madrid
Actualizado lunes 01/10/2012 08:55 horas
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"Mi madre falleció el 9 de junio de 2011 mientras dormía, nos pilló de sorpresa. [...] Todo sale a la luz cuando mis hermanos y yo decidimos no hacer declaración de herederos y lo que dejó mi madre pasó a mi padre". Así comienza a relatar su historia Laura, procuradora afincada en Valencia. Sus padres emigraron a Argentina, trabajaron duro y lo que ahorraban lo ingresaban en el banco. A la muerte de su madre, como no tenían necesidad de nada, dejaron las cosas como estaban.
El padre de Laura acudió a la sucursal de Bancaja -ahora parte del conglomerado de Bankia- con uno de sus hijos para arreglar diferentes papeles. "A partir de enero comencé a oírles algo sobre preferentes pero yo no entendía de qué hablaban, porque nunca he tenido mucha relación con los bancos", explica.
En febrero acompañó a su padre a la entidad porque aseguraba que había un capital ahorrado que no se lo podían dar. "Pensé que era porque no había vencido el plazo o por algo así". Laura habló con la interventora para que le explicara qué ocurría con los 36.000 euros que tenía retenidos. "Me dijo que era unas participaciones que se vendían en el mercado secundario y que, de la noche a la mañana, cerraron ese mercado y no puede venderlo". Excusándose en Europa, en la sucursal no le dieron ninguna solución: "Me comió la cabeza y me fui más desubicada que cuando entré", afirma.
A vueltas con las fechas
Laura volvió para pedir las fechas de los movimientos que había realizado su madre. "Me dijeron que (la compra) se hizo en tres tandas: una de 24.000 y dos de 6.000 euros", asegura recordando que en esas fechas, 5 de agosto de 2002, 1 de septiembre de 2003 y 18 de diciembre de 2003, su madre estaba veraneando en Benidorm y nunca iba sola al banco.
Ante el asombro, reclamó los contratos pero no fue sino otra batalla perdida, puesto que le dijeron que "habían destruido los papeles porque no tenían la obligación de guardarlos después de tanto tiempo", comenta.
Sin embargo, no paró de tirar del hilo hasta averiguar lo que había podido pasar en esa época. "Al final me enteré de que sí, mi madre adquiere obligaciones -no participaciones- preferentes, y hace una venta simple de una oficina a otra", argumenta. Todo esto ocurrió el 8 de diciembre de 2008 -día de la Inmaculada Concepción, festivo nacional-. "En ese día no se puede realizar ninguna operación porque está todo cerrado", esgrime la afectada.
'Vamos a seguir luchando'
Tenía muy claro que esta situación no podría terminar ahí. "Me fui a Barcelona a hablar con 'Estafa Banca' -una asociación de afectados por los productos financieros- y monté 'Estafa Banca Valencia'", -filial que ya cuenta con más de 150 afectados-, y no ha parado de reclamar lo que es de su familia. Reconoce que tiene cerca de casa una de las oficinas de la antigua Bancaja y acude casi a diario a pegar carteles y protestar ante los empleados. "El director de la sucursal, desde que me conoce, ha perdido 20 kilos", indica.
Toda la familia está aún a espera del contrato que firmó la matriarca en aquel día de fiesta. "El de 2008 aún lo estoy esperando, y he hablado con abogados y me dicen que mientras el contrato esté vigente no lo pueden destruir, entonces si esto es perpetuo, deberían de guardarlo en algún lugar", reclama.
"Si no me dan el contrato lo daré por inexistente y exigiré mi dinero", comenta. "Hasta que no me lo devuelvan no voy a parar", continua. Pero sabe que no está sola. "Mi padre no ha entrado en fase de desesperación porque ve que yo me estoy moviendo. Tiene 80 años y sabe que no tiene nada que perder, así que vamos a seguir luchando", concluye.
Sin respuesta del presidente de Bankia
El pasado 29 de junio se celebró en Valencia la junta de accionistas de Bankia, que sirvió a su vez de presentación oficial de José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de la entidad. A Laura aún le esperaban algunas sorpresas más.
"Llegó una carta del banco a nombre de mi madre, donde ponía que tenía más de 8.000 acciones", comenta Laura. Su padre le explicó que el 21 de marzo le llamaron al banco para que firmara un canje porque "o firmaba o perdía el dinero", relata.
Con una autorización, Laura se presenta en la junta de accionistas. "Le dije al presidente de Bankia que me explicara cómo era posible que habiendo fallecido mi madre el 9 de junio de 2011 la hicieran accionista el 21 de marzo de 2012", dice. Esta valenciana aún recuerda que Goirigolzarri tan sólo abrió los ojos, miró al que tenía al lado y no respondió. "Aquello era una junta que parecía una excursión del Imserso", cuenta Laura. "Había un montón de abuelitos", la mayoría, como ella, sin saber qué hacían allí.