Es muy interesante, el extracto que he sacado del blog de Barahona, referente una opinion de alguien con conocimientos del tema:
Ángel Fernández, socio de Cremades & Calvo-Sotelo y catedrático de Derecho Mercantil, advierte que entre los afectados por las preferentes hay que distinguir a aquellos que no sabían lo que estaban contratando de los que conocían perfectamente el producto financiero. A los primeros Fernández les recomienda que resuelvan el problema por vía judicial, ya que “como no sabían en qué estaban invirtiendo tienen una situación jurídica que les protege porque estaban contratando algo que no sabían lo que era y esos contratos son nulos. Les devolverán el dinero que aportaron porque el contrato se firmó sin que se cumplieran los requisitos legales y tienen derecho a deshacer lo hecho”.
Aquellos inversores que sí sabían lo que estaban contratando y asumieron conscientemente el riesgo que ese producto financiero conlleva, “no tiene apenas posibilidades de resolver por vía judicial y tendrán que canjear y sufrir la quita”, asegura Fernández. Para que las pérdidas sean menores, les recomienda “dar tiempo para que las acciones que les canjeen en unos bancos saneados tengan cierto recorrido se revaloricen y así recuperar parte de lo perdido con la quita”.