Nadie lo niega; yo ni les disculpo. Sólo digo que ellos también fueron víctimas... pero ni de coña como nosotros. A ellos les pusieron una pistola en la sien en forma de 'allá tú, pero te quedas en el paro o te mandamos a la sucursal de Gaza'. Desde luego que no tiene comparación; si además mientras tangaban al personal hubiesen susurrado algo al estilo 'nos obligan a vender esto, cuidado si lo cogen', pues hombre, otro gallo habría cantado, pero agacharon la cabeza y ahora muchos se ven en el paro, odiados por los engañados, e incluso odiados por su propia familia a la que les clavaron eta mierda.
Qué le vamos a hacer, que hubiesen sido justos, tenían que haber obrado con inteligencia. Lo malo de hacer lo que el avestruz es que te deja el culo al aire.