Bueno, como no me gusta hablar de oídas, ya he encontrado a lo que se refiere el usuario careto sobre el aplazamiento del pago de cupones:
Real Decreto Ley 2/2012, de 3 de febrero, de saneamiento del sistema financiero:
"DISPOSICIÓN ADICIONAL PRIMERA. Tratamiento excepcional de las participaciones preferentes y otros instrumentos en circulación.
Las entidades de crédito que tengan en circulación participaciones preferentes o instrumentos de deuda obligatoriamente convertibles en acciones emitidos antes de la entrada en vigor de este Real Decreto-ley podrán incluir en el plan de cumplimiento al que se refiere el artículo 1, la solicitud de diferir por un plazo no superior a doce meses el pago de la remuneración prevista a pesar de que, como consecuencia del saneamiento que hayan tenido que llevar a cabo según lo dispuesto en este Real Decreto-ley, no dispongan de beneficios o reservas distribuibles suficientes o exista un déficit de recursos propios en la entidad de crédito emisora o dominante.
El pago de la remuneración así diferido solamente podrá efectuarse, transcurrido el plazo de diferimiento, si se dispone de beneficios o reservas distribuibles suficientes y no existe un déficit de recursos propios en la entidad de crédito emisora o dominante."
Traduciendo, como para no tener que pagar el cupón tienen que demostrar pérdidas, la ley les permite que, en previsión de esas pérdidas, suspendan cautelármente el pago del cupón de las preferentes o instrumentos de deuda convertible en acciones (en ningún momento hablan de Obligaciones Subordinadas) hasta que cierren el ejercicio fiscal y en función del resultado pagar con atrasos los cupones o, si hay pérdidas, justificar el no haber pagado.
ESto ya ha ocurrido con Unim y esta misma semana con Banco de Valencia, pero, repito, el cupón de las preferentes, no las subordinadas que, si bien no pagan en caso de pérdidas si que tienen que pagar con demora en cuanto vuelvan a tener beneficios.
Lo siento, no dudo de la palabra de nadie, pero como ya he dicho antes prefiero apoyarme al 100% en textos legales antes de reclamar nada o afirmar categóricamente cualquier cosa.