Hola As.
Gracias por compartir tus pensamientos.
Vaya por delante que no me he leído la Ley del Mercado de Valores o las Normas de funcionamiento. Pero yo, debo ser un romántico, porque pienso que toda Ley o Instrucción sobre un Procedimiento (en este caso, el uso del Mercado de Renta Variable del Sistema Bursátil Español) tiene que tener partir del principio de "equidad" o igualdad de oportunidades y en cierta manera de "defensa del pequeño ante el poderoso".
Esto es así, desde el Inicio de las Civilizaciones. Fíjate como cominenza el Código de Hammurabbi, quizá el primer texto legal conocido, procedente de Babilonia y que tiene 3700 años de antigüedad:
(..) entonces Anum y Enlil me designaron a mí, Hammurabi, príncipe piadoso, temeroso de mi dios, para que proclamase en el País el orden justo, para destruir al malvado y al perverso, para evitar que el fuerte oprima al débil, para que, como hace Shamash Señor del Sol, me alce sobre los hombres, ilumine el País y asegure el bienestar de las gentes.
Fíjate: "para evitar que el fuerte oprima el débil".
Por otro lado, parece que este sea también uno de los motivos de existencia del CNMV. Es decir, la defensa del pequeño inversor. Su página web destaca que "El objetivo de la CNMV es velar por la transparencia de los mercados de valores españoles y la correcta formación de precios, así como la protección de los inversores". Aunque no cite textualmente al pequeño inversor, en el ánimo de la función descrita, debe estarlo, sin duda alguna.
Y desde luego, lo que pasó el pasado jueves y viernes (en menor medida) queda justo en el polo opuesto a lo que defendía ya Hammurabbi y el espíritu de cualquier tratado o Norma en una Sociedad de Derecho y desde luego también, en el polo opuesto de lo que la CNMV llama "la transparencia de los mercados de valores españoles y la correcta formación de precios, así como la protección de los inversores".
Disculpa el rollo histórico.