Cada orden independiente tiene un número de operación y una operación de liquidación.
Por lo tanto, los títulos que hayas comprado en tu orden son tuyos y de nadie más.
Lo único que ocurre es que en la mesa no conocen el comprador, sino solo las órdenes que se han cruzado.
Son los sistemas informáticos internos de cada broker quienes identifican las órdenes con la contabilidad de cada cliente.
Por eso es posible que si le dices a la mesa que has comprado ese día y ellos comprueban que se ha realizado la compra puedan pensar que es tuya y que todavía no se ha anotado en tu posición. De hecho, como el SEND no está mecanizado, en R4 puedes operar todo el día sin que te anoten el resultado de tus operaciones hasta final de la tarde, mientras en renta variable cada operación que realizas se traslada a tu posición en el momento.
Eso es lo que puede originar el error, el que digas que los títulos que quieres vender son los mismos que has comprado en el día, y como ellos no lo han verificado que son tuyos, los venden. Después, al conciliar o al trasladar al gestor qué operaciones se han ido cruzando es cuando se pueden dar cuenta de que han metido la pata.
Como no tienen los valores para hacer la entrega, sobre la marcha tienen que recomprarlos. Si hablan con el cliente para advertirlo bien, si no hablan con el cliente lo harían de manera automática. Lo cierto es que los títulos vendidos los tienen que entregar antes del día siguiente.