Re: Participaciones preferentes Cam. Afectados que aceptaron opción canje del Sabadell.
El ex director general de la CAM, Roberto López Abad, y el antiguo responsable de las empresas de la caja, Daniel Gil Mallebrera, promovieron y consintieron el presunto desvío de fondos de la caja a paraísos fiscales para su propio beneficio y el de dos socios. Es la acusación que sustenta la querella presentada en julio por la actual dirección de la caja —intervenida por el FROB— en la Audiencia Nacional contra ambos ejecutivos y los administradores de Valfensal, la sociedad opaca a través de la cual sacaron supuestamente dinero de la entidad. Uno de los administradores de esta firma, Juan Vicente Ferri, llegó a comunicar a Gil que facilitar información sobre Valfensal “le podría llevar a prisión” según el informe realizado por Deloitte, incluido en el sumario que instruye el juez Javier Gómez Bermúdez.
Valfensal es una sociedad de promoción turística creada en noviembre de 2003. El 30% del accionariado pertenecía a la CAM —hoy a Banco CAM, adjudicado al Sabadell tras la intervención— y el otro 70% al grupo hotelero Mar Confort, controlado por Ferri y José Salvador Baldó, ambos acusados ahora por el FROB junto a López Abad y Daniel Gil por apropiación indebida, administración desleal, blanqueo de capitales y delito fiscal. Gran parte de esta última aportación fue, además, financiada por la propia caja, según el informe sobre la CAM realizado por el Banco de España.
“Esto le podría llevar a prisión”, advirtieron a uno de los exdirectivos
Ferri y Baldó, según Deloitte, mantenían con ambos ejecutivos de la caja —López Abad y Gil— “una notable proximidad personal y comercial”. Hasta el punto de que los dos directivos se ocupaban personalmente de los créditos de Valfensal gestionándolos al margen de los mecanismos habituales de la CAM. Se trataba, en definitiva, de una “zona opaca de gestión”, según la querella de Carlos Gómez-Jara, el abogado designado por el FROB para defender los intereses de la caja, que permitía a los directivos conceder créditos a Valfensal (unos préstamos que también ha heredado el Banco CAM) sin que los proyectos financiados fueran controlados o tasados previamente por la entidad. En algunos casos, los préstamos se llegaban a aprobar a ciegas, sin que a la caja le constara el importe de la operación. En otros, la entidad aceptaba directamente la propuesta de Valfensal sin evaluación independiente.
La querella identifica un total de cinco proyectos de Valfensal que la caja financió con esa mecánica. Se trata de compras de hoteles y terrenos en México y la República Dominicana en las que, además, intervinieron sociedades radicadas en paraísos fiscales. Como la adquisición del hotel Caracol, en la Riviera Maya (México), y de una parcela anexa por 21,9 millones. Los préstamos concedidos por la CAM se acordaron el 20 de enero de 2005, pero el importe de las distintas inversiones no se añadió al expediente hasta siete días después, lo que lleva al FROB y a Deloitte a considerar que la aprobación del préstamo fue “ficticia”. Después, Valfensal modificó el proyecto: rechazó adquirir la parcela e incluyó una reforma en el hotel, pero la financiación no se redujo. La querella lo considera “una transferencia de fondos no justificada”.
En algunos casos, los préstamos a Valfensal se llegaban a aprobar a ciegas, sin que a la caja le constara el importe de la operación
O la rocambolesca compra de una parcela en Playa Bávaro (República Dominicana) para la construcción de un hotel por 12,7 millones de euros en marzo de 2005. La CAM concedió la financiación a ciegas a Valfensal, y su filial dominicana compró la finca por cuatro millones. Lo sorprendente es que, la víspera, otra sociedad de Valfensal radicada en el paraíso fiscal de las Antillas Holandesas, Jacksonport, había adquirido una opción de compra sobre el terreno por 7,9 millones a otra sociedad con cuentas en Suiza. La opción de compra costó el doble que la parcela y se adquirió sin pagar impuestos. Para el FROB se trata de una “operación pantalla” para sacar dinero de la CAM.
El juez Bermúdez pidió el 3 de diciembre al Banco CAM que aportara toda la documentación de los préstamos de esas cinco operaciones y cualquier otro aprobado a Valfensal o sus empresas “para verificar la existencia o no de algún beneficio por parte de los exdirectivos de la CAM”. Los créditos, hasta el momento, se encuentran impagados, pero la venta de los hoteles y fincas hipotecados podrían servir para devolver al Estado parte de los 5.249 mllones que inyectó en 2011 para salvar la entidad.
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