Los últimos problemas de liquidez han pasado factura a las preferentes vendidas a pequeños inversores. Trece emisiones con un saldo en circulación de 5.221 millones de euros cotizan por debajo del precio de colocación, según datos de AIAF, el mercado español de renta fija privada.
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Las recientes tensiones en la renta fija y la intervención de Cajasur han tenido su impacto en las preferentes. Y no sólo en las comercializadas entre institucionales, que desde el comienzo de la crisis, en el verano de 2007, cotizan por debajo de su valor nominal. También varias de las vendidas a particulares han perdido el precio de colocación.
Los datos de AIAF, el mercado español de renta fija privad, revelan que trece emisiones vendidas a minoritarios cotizan por debajo del precio nominal. Los inversores, por lo tanto, no recuperarían el dinero que arriesgaron inicialmente, en caso de que optaran por venderlas ahora. El saldo en circulación de estos títulos asciende a 5.221,4 millones de euros.
Fuentes financieras señalan que el hecho de que no haya más preferentes de minoritarios por debajo del nominal se debe a que las transacciones suelen realizarse en un mercado creado en las propias oficinas de las entidades. "Se ocupan de vender al precio de colocación las participaciones de los clientes que quieren deshacerse de ellas", explica un experto en mercado de capitales de un banco internacional.
Las adversas condiciones del mercado pueden llegar a provocar que la reventa de esas preferentes tenga que hacerse por debajo del nominal. Otra posibilidad es que, en caso de que no funcione el mercado secundario de la oficina, se vea obligado a intervenir el proveedor de liquidez, entidad obligada a adquirir las participaciones, aunque no necesariamente al valor de colocación. La mayoría de los folletos de preferentes dirigidas a particulares incluye esta figura.
Entre las participaciones que cotizan por debajo del nominal aparecen las colocadas por Santander en junio del año pasado. Su precio a cierre del viernes ascendía al 85,03%, de forma que ése sería el porcentaje invertido que se recuperaría ahora en caso de venta. La entidad financiera ofrece en estos títulos una rentabilidad anual del 5,75%, si bien ésta disminuirá hasta el 4,75% a partir del próximo julio. También las de Caixa Galicia vendidas en oficina el pasado octubre cotizan ligeramente por debajo del precio de salida. El resto de las emisiones son de años anteriores.
En el caso de las preferentes emitidas por entidades financieras, las que más retroceden respecto al precio de colocación son las de Banco de Valencia emitidas en diciembre de 2006. Según su última cotización, del 26 de mayo, se sitúan en el 41,91% del nominal. Debido a la limitada liquidez de este tipo de deuda, en algunos casos los precios que proporciona AIAF datan de hace varios meses.
Entre las preferentes por debajo del nominal también aparecen dos emitidas por utilities. Las de Unión Fenosa, emitidas en mayo de 2003, que cotizan al 86,82% de su nominal, y de Endesa, de marzo de ese mismo ejercicio, que están a un precio del 94,94%. El volumen en circulación de estas dos emisiones, cuya inversión mínima se situó en ambos casos en 1.000 euros, alcanza los 2.109,2 millones de euros.
Las cifras
150 millones de euros en participaciones preferentes de Cajasur están en el aire. El Banco de España decidirá si sus titulares tienen que asumir pérdidas. Su última cotización en AIAF, previa a la intervención, muestra que cotizan en torno a su valor nominal.
65 es la cotización del índice Iboxx de participaciones preferentes de entidades financieras, según Markit. Este índice recoge el valor de mercado de 47 emisiones de preferentes europeas. El precio aparece en porcentaje sobre el valor nominal.
Reforzar el balance sin tener que ampliar capital
En los momentos más difíciles de la crisis, cuando reforzar los recursos propios era una misión casi imposible, bancos y cajas españoles se lanzaron a vender preferentes de la mano de sus poderosas redes de oficinas. Con ese tipo de participaciones, reforzaron los recursos propios básicos (Tier 1) sin necesidad de ampliar capital.
El problema radica en que las preferentes, según las actuales normas de solvencia, sólo pueden alcanzar el 30% del Tier 1, de forma que la parte que exceda se contabiliza como recursos propios de segunda categoría. En los recursos propios básicos se incluyen, además de las preferentes, el capital, las reservas y los bonos obligatoriamente convertibles.
Bancos y cajas españoles vendieron a sus clientes 11.660 millones de euros en participaciones preferentes en 2009, según la CNMV. A este importe, además, han de sumarse los 1.000 millones que colocó a finales de 2008
BBVA, entidad que dio comienzo a la avalancha de ventas entre particulares de este producto. En el acumulado entre 2001 y 2007, habían colocado cerca de 16.000 millones de euros en estos títulos.
En los últimos tiempos, la CNMV se ha esmerado en dar a conocer los peligros de este tipo de deuda, cuya remuneración está vinculada a la obtención de beneficios y que no cuenta con fecha de vencimiento. El supervisor llegó a insertar advertencias explícitas en los folletos de emisión sobre la idoneidad de los rendimientos ofrecidos en las preferentes.