Re: Guía "de andar por casa" para la venta de participaciones preferentes
No somos diez ni doscientos, somos cientos de miles.
Ciudadanos que hemos sido embaucados por las entidades financieras mediante engaños, subterfugios y desinformación para desposeernos de nuestros ahorros, fruto de años de trabajo y esfuerzo. Entidades que no han dudado en utilizar técnicas de venta ilícitas y asimétricas, para hacerse con el preciado botín que les confiera liquidez a bajo coste. Las mismas entidades que nos han llevado a esta crisis despilfarrando, abonando sueldos y primas bochornosas a sus ejecutivos, financiando proyectos inútiles e imposibles; las mismas entidades que concedían hipotecas con igual facilidad con la que ahora lanzan a la calle a quienes no pueden hacer frente a los pagos; y ya sin techo, les siguen reclamando.
Somos ciudadanos, pequeños ahorradores y no inversores. Nos vendieron productos de renta fija sin garantías; sin información de vencimientos perpetuos; sin explicación de riesgos de liquidez, mercado o emisión; sin tener en cuenta que lo buscábamos era el depósito a plazo de toda la vida; y sin evaluar la conveniencia de colocarnos esas participaciones preferentes. No entendíamos de bolsas y mercados, primarios o secundarios. Creíamos, porque así nos lo dijeron, que recuperaríamos nuestro dinero cuando lo necesitáramos.
Confiábamos en las personas que nos vendieron los productos, en la ética y en la marca de la entidad financiera de toda la vida. Confiábamos en que, el Banco de España y la CNMV, siempre estarían vigilantes de las encomiendas que les otorgan las leyes que votamos los ciudadanos, y en que no desistirían en defender nuestros derechos.
Somos abuelos, pensionistas, viudas, jóvenes, personas dependientes, trabajadores, desempleados, autónomos, estudiantes y familias. Somos cientos de miles de ciudadanos indignados, desposeídos de nuestros ahorros, somos pueblo engañado.
No nos quedaremos quietos ante estos atropellos. No cejaremos hasta que nos devuelvan lo que es de nuestra propiedad. Tenemos una visión y la vamos a cumplir: aquellos que planificaron y ejecutaron estas operaciones, o quienes hicieron dejadez de sus funciones, acabarán rindiéndonos cuentas.