El Picaso robado no tenía seguro.
El ‘Retrato de Suzanne Bloch' de Pablo Picasso, ni ninguna de las 8.000 piezas artísticas que se exponen en las salas, del Museo de Arte de Sao Paulo tenian seguro porque la contratación de una póliza, es ‘financieramente imposible'. Y es que las pólizas de este tipo, cada vez más necesarias, son inaccesibles para muchos museos y salas de arte por su precio.
El picaso valía 50 millones de euros mas el resto de las obras haría una prima imposible de pagar.
De hecho, en muchas ocasiones es el propio Estado el que, actuando como una aseguradora, cubre las obras ante posibles daños, pérdidas o robos. Así ha ocurrido, por ejemplo, con la exposición Fábulas de Velázquez, que se encuentra actualmente en el Museo del Prado, y que el Estado ha garantizado las 18 obras prestadas por casi 361 millones de euros.
Para que los museos o particulares cedan sus obras la única modalidad que se admite l es la denominada a todo riesgo y ‘clavo a clavo', es decir, la póliza cubre desde el momento en que la obra se descuelga en su domicilio de origen, el viaje hasta destino, el desembalaje, la exhibición, el viaje de regreso y hasta volver a ser ‘clavado' en su origen.