Creo que llego un poco tarde a este foro, pero no me puedo resistir a comentar un par de cosas
Lo primero es que -con todos los respetos- quien parece no conocer nada fuera del mundo del funcionariado al que dice pertener es botella: los funcinarios no están obligados a utilizar una de las mutuas que menciona para recibir su asistencia médica, porque son los únicos españoles que pueden optar por tener su cobertura sanitaria a través del sistema público o a través de un sistema de gestión privada (en el que es cierto que cada vez entran menos mutuas, básicamente porque lo que ellas llaman "frecuentación" -o sea, el número de asistencias por asegurado- es alrededor de tres veces superior al de las pólizas privadas, y las cuentas no dan); supongo que es una ventaja inegable de ser funcionario, al igual que el tener el trabajo asegurado de por vida, incluso si eres incompetente o vago (lo que afortunadamente no es la generalidad), a cambio de un salario tasado, con incrementos anuales reducidos, pero con 14 pagas garantizadas (y con la posibilidad de utilizar a los sindicatos para las reclamaciones y un porcentaje de bajas e incapacidades digamos que "altito").
Lo segundo es que no se pueden comparar ciertas cosas. La responsabilidad se mide de muchas maneras, pero hay cosas que no son equiparables. No harían falta 6 años de carrera de Medicina (con una nota de corte en selectividad altísima para poder acceder a la carrera) y una residencia (MIR) de entre 3 y 5 años, según la especialidad, a la que se accede a través un examen (oposición nacional), con la que tiene una persona que -teniendo la obligación moral de hacer bien su trabajo, como cualquiera que se precie- ha pasado por un proceso mucho menos exigente para tener un trabajo -asegurado de por vidad o no- mucho más mecánico y que no exige la actualización y puesta al día contínua. Para usar una vara de medir objetiva, si alguien se "equivoca" en un papel, puede tener una sanción administrativa, o incluso verse apartado de su puesto de trabajo un tiempo, pero no le vana pedir unas decenas o centenares de miles de euros de indemnización o incluso la inhabilitación profesional, como a un médico. Pretender "funcionarizar" a todo el mundo y que todo el mubndo cobre lo mismo por su trabajo es algo que puede discutirse, pero dentro de un concepto de sociedad que ha demostrado su tendencia a la apatía históricamente.
Lo tercero es que no se puede comparar un salario de 4000 € brutos de profesional liberal (autónomo) con otro de 2500 € de asalariado (sea funcionario o no): el autónomo sólo cobrará los meses que trabaje y si quiere tener vacaciones, ese mes no ganará nada. De ese dinero hay que descontar sus gastos profesionales (lo que necesita para poner en marcha su actividad, seguros de responsabilidad -algo que un funcinario no tiene que pagar- ayudantes, auxiliares, material de papelería, etc), la parte que se lleva la seguridad social (en los asalariados la mitad la paga el empleador y la otra mitad el empleado, aunque no suela computarse en el coste laboral del trabajador) y el IRPF correspondiente. El asalariado normalmente cobrará 14 pagas y el médico (en este caso, médico, pero me vale para cualquier autónomo) sólo 11. Supongamos que no enferme o tenga una baja por algún motivo, porque si fuera así, la situación se desequilibra todavía más. si el médico tiene que ir a una gestión o al médico, o llevar a un hijo a ello, ese día no cobrará, mientras que el funcionario sí lo hace, porque está contemplado en el convenio, incluso si lo hace sistemáticamente 3 veces cada mes, como se ha detectado en algunos casos, porque como está dentro del sistema "privado", tiene menos esperas que si fuese a Urgencias en el público, y puede programar esas visitas con menos incertidumbre de "qué día le va a tocar" que si pide cita en su ambulatorio.
En las peliculas de la época dura de la posguerra española o de cualquier pais, la figura de los médicos era muy relevante socialmente, pero no porque fueran ricos o los pacientes necesitasen guardarles la mejor parte de las escasas viandas disponibles para que los trataran mejor: los pacientes les agradecían como podían -poque no había dinero en muchas zonas- el hecho de si hacía falta los tratasen sin cobrarles, que es una característica de las profesiones vocacionales a lo largo de todo el mundo. Por supuesto que habría quien malutilizase su posición social, pero eso es algo que ha pasado en todas las sociedades y en todas las épocas, y no se puede generalizar. En esas películas, a los que había que sobornar o hacer regalías para acelerar los trámites era a los funcionarios, sobre todo a los que "tenían firma", algo que ya viene de antíguo, y si no, remiámonos al "Vuelva usted mañana" de Larra. Por favor, no confundamos churras con merinas.
En resumen, parece que hay una trasfondo reivindicativo en todas las opiniones, en unas, quejándose de que el sistema español haya logrado grandes cosas, como la asistencia médica universal y de calidad dentro del sistema público, pero a costa de extender la idea de que la medicna "no cuesta", lo que es una gran falacia. Probablemente, si les preguntásemos a la mayoría de los médicos, aceptarían tener menos pacientes mejor pagados, ya que el monto resultante sería más o menos igual pero dejaría más tiempo libre para lograr una conciliación efectiva entre la vida profesional y la personal (esa idea de que hay que ver "más pacientes" a "menos dinero" de las aseguradoras y mutuas es otro error favorecido por ellas mismas. Lo que los médicos no parecen ver es que necesitan agruparse y tener un sindicato realmetne potente que les sirva de interlocutor con las aseguradoras y el resto de los actores sociales. En otras, quejándose de que haya "privilegiados" que ganen más que la media, en un país en el que los funcionarios son una gran parte de la fuerza trabajadora. Bueno, los países mediterráneos somo así, y así nos va. Con administraciones hipertrofiadas y solapadas que generan un enorme gasto social que no puede utilizarse en otras cosas (como, por ejemplo, subir el sueldo a los funcionarios realmente necesarios si la eficiencia fuese superior o cambiar nuestra economía de servicios por otra realmente productiva y competitiva desde la calidad). Lo que los funcionarios no parecen ver es que el modelo de "café para todos" tiene que acabarse y pasar a un modelo en el que exita una verdadera carrera profesional dentro del funcionariado pero con opciones de salida o rebaja por bajo rendimiento, algo a lo que se niegan con uñas y dientes los sindicatos, lógicamente, pero que ha llevado a una situación dramática. Y por último, en otra que defiende una especie de "seguro privado para todos a bajo coste", que es un modelo también autolimitado, porque acaba llevando al desarrollo de una medicina más despersonalizada porque al final, un pocentaje de profesionales van a ir cayendo en a trampa de "ver más pacientes" empujados sobre todo por la presión y las condiciones que imponen las grandes corporaciones (Quirón y Cia.) que están monopolizando el mercado sanitario español. Lo que las aseguradoras no parecen ver es que dentro de poco, el peso de esas corporaciones será tal que les van a permitir se rellas las que marquen las condiciones o incluso creen sus propias aseguradoras y se nieguen a dar servicio a las ya existentes si no es en condiciones draconianas... En fín, que nos espera una época en la que las cosas no van a ser como fueron, ni para los médicos, ni para los funcionarios, ni para las aseguradoras. Lo que no sé es si serán mejores o peores para cada uno de ellos. Ojalá tuviese la bolita de cristal.