Te comento: tengo 44 años y dos enfermedades crónicas, aunque no graves. Eso es motivo suficiente para que ningún seguro de salud ni de protección familiar considere que le puedo resultar rentable; ni siquiera excluyendo esas enfermedades de la atención. Ya lo he intentado y me han mandado la cartita de que disculpe las molestias pero no podemos atender su petición patatín patatán, a veces ni se han molestado en responder.
Con respecto a la calidad de los profesionales, en efecto los hay buenos y malos en todas partes, pero la probabilidad de encontrar un buen profesional médico en la sanidad pública es mucho más elevada que en la sanidad privada, especialmente la que depende de los seguros. Esto te lo garantiza que exigen tener la especialidad correspondiente, que en la mayor parte de los casos se habrá hecho por la vía MIR en España, lo cual es garantía de calidad más que suficiente. En la sanidad privada no es necesario tener especialidad alguna para ejercer, es decir teóricamente puedes hacer operaciones de neurocirugía siendo médico general, por ejemplo; eso sí, te exigen tener seguro de responsabilidad civil por lo que pueda pasar. Mi experiencia con la sanidad privada (como médico) ha sido que a lo que más importancia le daban no era a mi cualificación y experiencia profesional, sino a que sonriera mucho y llevara corbata, básicamente. Los hospitales privados ofrecen menú a la carta y habitación individual con cama de acompañante, pero es realmente difícil encontrar la mayor parte de los especialistas de guardia por las tardes, las noches y los fines de semana. Depende de lo que cada uno valore.
Por supuesto que hay excelentes profesionales en la sanidad privada (suelen trabajar por la mañana en la pública y por la tarde en la privada), pero no suelen trabajar para los seguros, puesto que pagan muy poco y descontando los impuestos, el alquiler de la clínica, el seguro de responsabilidad civil, el sueldo de la secretaria, al final te quedan limpios un par de euros por paciente visto (literalmente), con lo que no te sale a cuenta dedicarle más de cinco minutos. Es por eso que un seguro de salud en España vale 40 euros al mes mientras que en Estados Unidos vale 600 euros al mes, por asegurado.