Tú sigue con tu fé.
Yo sigo con mi convencimiento de que el banco Santander me ha aconsejado muy mal, a mí y a mi padre. A las pruebas me remito.
¿Negligencia? ¿Mala intención? Si hay jueces ¿para qué me voy a molestar en escribir aquí lo que realmente pienso? Mira, mientras un juez no dictamine un veredicto de culpabilidad me tendré que callar y llamar "presunta" a lo que en mi humilde opinión es una estafa. Pero como toda opinión cuestionable.
Para éso estás tú, para cuestionarme. Y me parece fenomenal. Tú con tu fé. Yo con mi convencimiento.
Que descanses, yo por mi parte necesito también dormir. En sueños a veces veo que todo fue una pesadilla. Qué mal cuando despierto y veo que la realidad es que los del San me aconsejaron muy mal.
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.