"El problema es que la información no es el entendimiento" Nadine Gordimer
Estimado Acrasol, que no te quepa la menor duda de que sigo aún ahí. Otra cuestión es que a uno le afectan las cosas y - como bien dices - no puede dedicarse a batallar con tanto "experto" soltando barbaridades o alguna de mis arterias habría estallado hace tiempo.
Un placer entablar diálogo contigo, amigo.
Coincido contigo. De hecho mi anterior aporte solo tiene que ver con lo que considero adecuado, deseable, y no con lo que estadísticamente se considerará frecuente o normal si analizamos la situación actual de esta cosa que aún seguimos denominando "seguros".
Malcolm Gladwell tiene la costumbre de pensar. Una costumbre peligrosa para muchos y que un reciente estudio del MIT ha concluido que solo es ejercida por entre un 5 y un 10% de la humanidad. El resto simplemente repite procesos sin analizar, sin razonar ni dudar, sin unir puntos o tirar a la basura algo que no sirve por muy común y extendido que sea su uso. Gladwell concluye también que lo que consideramos "normal" lo es porque carece de cualquier elemento extraordinario. Simplemente es gris, estadísticamente frecuente y no destaca en nada ni por encima ni por abajo.
Así las cosas el mundo del seguro está cargado de gente que ve lo que pasa como normal. Esta gente también es normal, mediocre, absolutamente desinteresada por replantearse si lo que hace es o no lo que debería estar haciendo y absolutamente volcada en un procedimiento que le acerca peligrosamente a la utilidad de una vaca: producir, producir y producir. ¿Qué? Eso da lo mismo.
Se llenan reportes y estadísticas sectoriales con miles de datos que, en la mayoría de los casos nadie lee y menos aún interpreta. Tenemos información pero, como advierte Gordimer, seguimos sin entender un carajo. Colectivamente, claro.
Algunos, pocos, cuestionamos esto y vemos otro mundo posible. En parte es muy sencillo: bastaría con volver a las raíces, con desempolvar viejos conceptos que siguen estando tozudamente ahí porque la técnica está basada en la ciencia y esta rara vez comete los errores de las creencias. Pero, como bien dices, los gurús han sido víctimas de un ERE y en su lugar o tienes un teclado y una aplicación tonta que suplanta a la inteligencia corporativa de suscripción y siniestros o tienes a un licenciado mileurista que hace lo que puede con un manual para interpretar el condicionado, ese que debe ser claro y preciso para que el asegurado sepa de qué va la misa que contrata.
A partir de ahí todo, absolutamente todo, es un concierto donde cada músico interpreta al ritmo que marca la máquina de ordeño. Hasta que sangran, o se deprimen, o tiran todo prurito profesional por la borda y al grito de "TODO POR LA PASTA" se lanzan a ver quien da más, quien rebaja el último céntimo para que esta industria siga siendo sostenible con intereses tendentes a cero y las primas a galope hacia el mismo número.
Edmund Burke decía que "Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada.". Estoy convencido de que tenía razón. Por ello no juego a esa absurda ruleta rusa profesional que nos proponen a diario. Por eso me he bajado (mucho) de los commodity y de las aseguradoras generalistas grandes y apuesto por la especialización y por aseguradoras "humanas" y que aún mantienen una visión aseguradora de su misión. Y por ello animo a pensar, a hacer las cosas de otro modo.
Y como me preocupan mucho las personas, que es para lo que yo trabajo en lugar de hacerlo por el dinero (este solo es una consecuencia, no un fin) una de las cosas que intento es que se piense antes de hacer algo y que se analicen las consecuencias para las personas a las que afecta nuestro trabajo como profesionales. Es indigno vender un seguro tóxico y es indigno peritar sin conocimiento del mismo modo que tramitar sin ética ni respeto al contrato. Y es que hay muchos modos de desplumar a un ciudadano más allá del típico robo o atraco.
Un abrazo,