Lógicamente, puedes pensar como quieras. Todo el mundo es libre para hacerlo.
No obstante, no es “zonto” todo aquel que se compra un piso pensando en el futuro, siempre y cuando lo haga con cabeza.
Si lo compras a precio de oro, cuando sólo vale ladrillo, lógicamente eres un “zonto”.
Si lo compras cuando apenas ganas para vivir, lógicamente eras un “zonto”.
Si lo compras para ganar dinero con él, lógicamente eres un “zonto”.
Pero si lo compras porque quieres tener algo tuyo, pensando en un futuro incierto, sin pensiones, a un precio correcto (el real, no el inflado), sin problemas económicos (tienes con qué pagarlo), en una zona que te guste, y se trata de una vivienda donde puedas vivir a gusto mucho tiempo, ¿por qué vas a ser un “zonto”?
El ser propietario ahora mismo es un lujo, cierto. Pero eso no es malo.
Vivir como propietario es una opción de vida, tan buena o tan mala como vivir de alquiler. Todo depende de la situación personal de cada uno.
Y en cuanto a gastos… hombre. Más o menos se parecen:
- En ambos pagas los suministros (luz, agua, teléfono,…).
- En ambos pagas un seguro (uno como propietario y otro como inquilino).
- En ambos pagas una cuota (uno la hipoteca y otro la renta, las cuales lamentablemente coinciden bastante en la cuantía).
- En ambos pagas el mantenimiento de los muebles (uno como propietario y otro como usuario de los mismos).
- En la propiedad pagas el IBI, la comunidad, el mantenimiento del inmueble (pintar alguna vez las paredes). Lo cual apenas suma al año.
Uno eres libre de cambiar una vez al año de ubicación, sin ser nada tuyo nunca, volviéndote un poco loco para ver dónde encajas, pero con la posibilidad de negociar la renta. Y si todo te va mal, y tienes posibilidad, siempre puedes volver con las orejas gachas a casa de tus padres.
En el otro estás cogido por la hipoteca durante un porrón de años, pero tienes algo tuyo (o del banco mientras lo vas pagando). Si te va bien, terminarás pagándolo al final, y cuando no tengas ingresos (sin trabajo ni pensión), al menos no tendrás que pagar una renta. Si te va mal, al igual que el caso anterior, siempre podrás volver a casa de tus padres.
¿Qué opción es mejor? Para gustos están los colores se suele decir.