A una compañera de trabajo le tocó el gordo de la loteria de navidad. Se compró un chalet y un buen coche. Y con hipoteca, porque no le llegó. En un año, unos ladrones desvalijaron la casa, se quedó en el paro y tuvo que vender el coche porque no podía pagar el todo riesgo. Consejo de sabio, repartir la tarta en diferentes trozos y no sólo en 2.