Hola Pertersen, en lo que se refiere al arbitraje, quiero dejar bien claro que para mí nunca ha sido una opción. De la manera en que está planteado, me parece, extraño, oscuro y poco fiable. De todas formas no tendría ningún inconveniente en ir, si estuviéramos en un país serio. Me explico.
En el mundo, según opino yo, hay dos clases de países, los serios y los que no lo son. Vamos a poner un ejemplo de cada uno de ellos y como entiendo yo que funciona el arbitraje, en ellos.
Como ejemplo de país serio, pondremos a Chiquitistán, el imaginario país de Chiquito de la Calzada. Como se trata de un país imaginario, puedo dar rienda suelta a mi imaginación, e imaginar cómo funcionan estos temas. Como ejemplo de país poco serio pondremos el ejemplo de Españistán, aquí no hace imaginar como funcionan lo sabemos por experiencia previa.
En Chiquitistán, no tienen Constitución ni falta que les hace, les sobra para regirse con el sentido común, y el natural conocimiento que tienen las personas para distinguir entre lo que está bien y lo que está mal. Tampoco tienen la tasa Gallardón, que representa una barrera de acceso a la justicia, precisamente para quienes más objeto son de atropellos, los que disponen de menos recursos. Pues bien en ese país, para un proceso de arbitraje empiezan por no discriminar a nadie, ni los que tienen más de 10.000 euros, ni los de cierta edad, con estudios universitarios tienen preferencia sobre los de menos aunque se trate de analfabetos funcionales, ni ningún otro motivo puede impedir que cualquier persona acuda al arbitraje con todas las garantías. En Españistán, por el contrario, a pesar de tener una Constitución, que en uno de sus artículos, dice que nadie puede ser objeto de discriminación de ningún tipo, se empieza por poner barreras de acceso al proceso de arbitraje, y la selección se hace por un tercero, sobre quien pesan serias dudas de no ser lo suficientemente imparcial..
En Chiquitistán, antes de, empezar un proceso semejante, dejan bien claras las reglas de juego. Las condiciones son públicas para todos los afectados. Son las siguientes: Estar clasificado como minorista, falta de documentación, información contradictoria entre el folleto y la que se dio en la sucursal, información deficiente, perfil no adecuado, falta de información precontractual, etc. A todos cuantos puedan acreditar una de estas carencias, el arbitraje les resulta favorable. En Españistán, no hace falta todo esto. Usted va al arbitraje, y el árbitro decide según sus propios criterios.
En Chiquitistán, los árbitros son o abogados del Estado, o abogados con experiencia en asuntos económicos. Además por si se produjera algún error o equivocación aunque sea involuntario, cosa que suele suceder en casos esporádicos, hay una instancia superior donde se puede apelar, compuesta por tres jueces, quienes analizan el caso más detenidamente. En Españistán nada de esto hace falta, Aquí es: palabra de Dios, a la que solo cabe decir “te alabamos señor”, y las reclamaciones al maestro armero
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También saben de antemano, en Chiquitistán me refiero, cuando van a cobrar, quienes se deciden por el arbitraje. Siete días después de la resolución, tienen un veinticinco por cien de la cantidad reclamada en su cuenta corriente, el otro veinticinco tres meses después, en dos plazos mas de tres meses el cincuenta por cien restante, eso si en dinero contante, sonante y moneda de curso legal. En Españistán no hace falta, se supone que un día u otro pagaran, tal vez en dinero, tal vez en acciones, ya se verá.
Otra de las cosas que se conoce previamente, en el país serio, es como trataran el asunto del cobro de intereses. Allí tienen ya un convenio con hacienda, para restar los pagados de más, al ser los intereses más altos del interés legal. En lo que respecta al resto, se saca el interés legal, por el tiempo transcurrido desde que se contrato el producto, incluido por supuesto el año que se está sin cobrar, se calcula la diferencia a favor o en contra del interesado, y automáticamente se le resta o se suma. En el país poco serio, se va al arbitraje, y ya veremos que pasa.
Chiquitistán, no es miembro de la Unión Europea, ni tiene intención de serlo de momento, y más viendo cómo se las gastan por esos lares. No obstante para curarse en salud, siendo como son conscientes de que entre quienes tienen su dinero pillado en deuda subordinada, hay algún inversor cualificado, también han tomado medidas para esos casos. Como fuera que esos inversores compraron el producto confiando en unas entidades a las que creían serias y solventes con cuentas saneadas, así quedaba reflejado en las cuentas debidamente auditadas. Así como confiando en la palabra del presidente de su gobierno que afirmaba tener el sistema financiero más solvente del mundo mundial, también se ha previsto un mecanismo para atender los casos de esas personas, cumpliendo además las directrices de la Unión Europea, referentes a las perdidas a soportar por parte de los Inversores. En esos casos se va directamente a los tribunales, los cuales tienen unas directrices trazadas de antemano. Los que demuestran que han sido engañados confiando en unas cuentas que creían serias y responsables, que son todos, se les devuelve el dinero invertido. En Españistán, pueden ir a los tribunales, y Dios dirá.
También tienen órdenes todos los fiscales provinciales, en Chiquitistán claro está, por parte del fiscal general de averiguar a cuantas personas de su provincia, se les vendieron productos complejos, sin respetar la legislación y normativas en vigor. Todo ello en aras de exigir las debidas responsabilidades y elevarlas ante la justica. También hay una investigación parlamentaria seria, con luz y taquígrafos, para sacar a luz todo lo ocurrido y tomar las medidas necesarias para que no vuelva a pasar. Los autores con más responsabilidades, tienen su patrimonio intervenido, y van desfilando uno por uno por la Audiencia Nacional, donde se toman las medidas necesarias para que hagan frente incluso con su patrimonio privado a los desmanes cometidos. En Españistán, van con mucha más parsimonia, respetando escrupulosamente a los posibles autores de tamaño desfalco, no fuera que alguno de ellos largara lo que no debe, y se pudieran complicar las cosas, para partidos políticos, sindicatos u organizaciones empresariales. Además el Fiscal General del Estado, allí también conocido por algunos maliciosos como Abogado General del Gobierno, está ocupado con los escraches a los políticos del partido del gobierno, no fuera caso que molestaran a sus “churumbeles”. Ignorando que la mayoría de sus hijos a esas horas no están en sus casas, sino jugando al tenis, montando a caballo o en clases de Inglés. También está muy atareado, el Fiscal o Abogado según los malpensados, en evitar que la Infanta esposa de Hurtangarin, vaya a declarar como imputada ante la justicia, no vaya a ser que le causen un posible trauma, y al precio que cobran los psiquiatras cueste un pastón al erario público.
Por supuesto, todo este proceso esta escrupulosamente controlado, tanto por el Fiscal general del Estado, como por una una Comisión Parlamentaria, en Chiquitistán, por supuesto. En Españistán, no hay ningún control, ni puñetera falta que hace, de vez en cuando aparece por allí el Fiscal General, pero dado que su actuación es más propia de Abogado General del Gobierno, la conclusión, es que si no aparece tampoco se le echa de menos.
Si yo viviera en un país serio, estaría encantado de ir al arbitraje.