En mi opinión, y salvo que tu actividad profesional te de suficiente como para olvidarte de tus ahorros, no es buena idea dejar los dineros en manos de otros. Eso le ha pasado a muchos abueletes y mira ahora cómo andan detrás de los bancos. Está claro que es un caso distinto, ya que el banco busca su beneficio propio independientemente del interés del cliente en conservar su dinero, y al gestor le convendrá más beneficio para el cliente porque así sacará más beneficio él.
Errores los puede cometer cualquiera, pero los tuyos son tuyos, y de ellos la mayoría de la gente aprende y al menos intenta no volver a cometer el mismo error otra vez.
Al principio, puedes compatibilizar el gestor con ir aprendiendo por tu cuenta. Lo importante es marcarle tu perfil de riesgo, que te sientas cómodo con las pérdidas que serías capaz de asumir. Como digo, mientras puedes ir aprendiendo poco a poco, leyendo, observando el mercado, operando en ficticio (no hace falta siquiera herramientas, basta con un cuaderno) e ir viendo cómo te mueves por tí mismo en el mercado. Enn ese cuaderno escribiría las razones fundamentadas por las que realizas una operación. Más adelante, leyendo estos fundamentos verás si ibas muy perdido, si estabas acertado, si ha sido un golpe de fortuna o de mala suerte una operación...y detallar por qué ha sucedido lo que ha sucedido y las variables que más han influido en ese desarrollo.
Si durante un par de años, al menos, tu dinero gestionado por el gestor ha dado algún beneficio, y tú con tu aprendizaje has logrado igualar o superar la rentabilidad (ficticia)...pues podrías hacerlo por tí mismo.
De todos modos, si tras unos meses, estás cómodo con los números del gestor, y no te interesa lo más mínimo aprender, pues si, quédate con el gestor, pero a nadie nos viene mal saber manejar nuestro patrimonio, cosa que se debería enseñar a los niños desde pequeños.