Bueno, si acaso podría vender más la euforia, el optimismo en general suele verse como simplón. Y vende más el pánico que la euforia.
Lógicamente en una distribución hay eventos de cola. Y en mercados se producen menos de lo que los periódicos venden pero más de lo que los analistas predicen. Como digo, hay que saber leer a qué público se dirige cada mensaje. Con todo, apostar por ellos suele ser una estrategia perdedora y suele durar menos la cartera que la razón.
Y efectivamente hay muchas formas de tomar posiciones cortas, igual que no es lo mismo potencial que probable y a veces es más probable que una posición con riesgo potencial de pérdida ilimitada (excelente apreciación la diferenciación entre ilimitado e infinito, hay que hablar con propiedad) y potencial de ganancia limitado termine en beneficios frente a otra con riesgo potencial limitado y ganancia potencial ilimitada.
Pero lo que vengo a decir es que en el largo plazo lo que ha pagado es el optimismo y que deben tomarse muchas más precauciones cuando se toman posiciones cortas, no que no se tomen.
Las posiciones cortas son más complejas en general (tanto por sus características propias como por los instrumentos necesarios para tomarlas) y suelen ser también más caras (la protección se paga). Esa es al menos mi experiencia y por eso la transmito así en mi blog.
Exacto. Las cuatro condiciones que ponía Surowiecki para que se de la sabiduría de las masas:
1. Que exista diversidad de opiniones.
2. Independencia para tomar la decisión
3. descentralización
4. Un sistema de combinación de opiniones.
Las 4 + Incentivos se dan en los mercados financieros.