Segunda observación mensual
Ninguna de las reglas de gestión del plan da señal de compra o de venta:
- El % de riesgo (61,24%) está dentro de la banda de fluctuación 45%-75%, por lo que no hay que comprar o vender ninguna unidad de inversión por este motivo.
- El % resultado latente RV (5,34%) está por encima del -6,00%, que activa la compra de una unidad de inversión.
- R (0,05) está por debajo de O fijado para la fecha en 0,09
- No ha habido ninguna venta por lo que no procede considerar recompras
OBSERVACION MENSUAL MAYO 2019
Fecha |
11/05/2019 |
Número de participaciones fondo renta variable |
64,825 |
Número de participaciones fondo renta fija |
0,00 |
Inversión RV a precio de coste |
10.799,84 |
Inversión RF a precio de coste |
0,00 |
Valor liquidativo RV |
11.376,14 |
Valor liquidativo RF |
0,00 |
Liquidez |
7.200,65 |
Valor liquidativo del Plan |
18.576,79 |
% Riesgo |
61,24% |
Precio medio de coste RV |
166,60 |
Precio medio de coste RF |
0,00 |
Precio medio de mercado RV |
175,49 |
Precio medio de mercado RF |
0,00 |
Resultado latente RV |
576,30 |
Resultado latente RF |
0,00 |
% resultado latente RV |
5,34% |
% resultado latente RF |
0,00% |
R (resultado latente RV en tanto por uno) |
0,05 |
O (objetivo de rentabilidad para el mes observado) |
0,09 |
La liquidez se ha incrementado 0,17 euros por la liquidación mensual de intereses de la cuenta corriente.
Otro mes sin necesidad de operar, ¡qué (sano) aburrimiento! Para entretenernos siempre nos quedan los comentarios en la anterior entrada de nuestro amigo Renon metido a abogado del diablo.
Empiezo por la renta fija. Es obvio que no descarto la renta fija porque no es descartable una vuelta a tipos más acordes con la remuneración que se merece la renta fija, especialmente la de largo plazo, a cambio del riesgo que se asume. Una posibilidad reflejada de manera explícita en el conjunto de reglas del plan de inversión que prevén un apartado específico para la renta fija. Ahora mismo la remuneración no compensa el riesgo y encima los costes asociados a la inversión la hacen menos atractiva que el simple mantenimiento en liquidez.
Cita como argumento de autoridad un artículo de Fernando Luque. Tengo un gran respeto por Fernando Luque y le considero en el apartado de gente interesante que merece la pena seguir, pero aquí no estaba en su mejor día.
El artículo da pie a interpretar el que los tipos ultrabajos no va a ser tan malos para el inversor en euros como se suele afirmar, pero se trata de una interpretación obtenida a partir de cuatro falacias. Y digo interpretación porque la conclusión de Fernando es mucho más cauta y matizada, pero está bastante mal transmitida.
La primera falacia es tomar al pie de la letra lo de la japonización. El que haya muchas coincidencias no quiere decir que las situaciones de Japón y la eurozona sean asimilables. La zona euro es un conjunto heterogéneo de países con moneda y política monetaria unificadas, un experimento del que no conozco precedentes, al menos de dimensión similar, lo que implica una importante diferencia con el caso japonés.
La segunda es no aclarar el grado de riesgo implícito en lo que llama “bonos”, al no explicar las características de la referencia utilizada. No es lo mismo deuda pública que un conjunto mucho más amplio con deuda corporativa variopinta incluyendo la llamada high yield (que en la actual situación es más bien low), también llamada más castizamente bonos basura
La tercera es no considerar los costes asociados a la inversión y el incremento de su peso relativo en la rentabilidad al bajar los tipos y en consecuencia el deterioro exponencial en la relación rentabilidad/riesgo. Si un fondo de renta fija tiene un TER [% de costes totales del fondo] de, por ejemplo, el 0,75% y una TIR [% de rentabilidad a vencimiento si no hay ningún tipo de impago o aplazamiento] del 1,50%, el 50% de la prima de riesgo que está pagando el mercado se comen los gastos del fondo. Incluso con una TER del 0,30 % (que se corresponde con el nivel de costes más bajo que se puede encontrar en los fondos de inversión de renta fija minoristas) seguiría siendo del 20%. Lo deseable es que el coste no excediera el 10% de la rentabilidad esperada a largo plazo.
La cuarta es que la situación actual de Europa es de tipos negativos o ínfimos para bonos de bajo riesgo, no vale extrapolar situaciones donde los tipos a vencimiento fueron bajos pero positivos. Para conseguir el 1,50% antes de costes tenemos que bajar la calidad crediticia o irnos a plazos muy largos.
La norma actual en activos seguros son rentabilidades entre nulas y negativas dependiendo del emisor y del plazo. Sólo tienen un valor especulativo. Es decir, si viene una crisis muy gorda y entre las medidas “no convencionales” del BCE está el bajar el tipo de la facilidad de depósito al -2,00%, por ejemplo, habría una subida especulativa importante en lo inmediato, pero a la larga los fondos darían una rentabilidad negativa del -2,00%. En todo caso, cabe dudar que tal idea sea viable sin provocar un grave problema al sistema financiero.
Respecto a la renta variable
Creo haber explicado sobrada y reiteradamente que mis expectativas sobre la evolución de la bolsa en el plazo del plan (10-15 años) son modestas y por debajo de sus medias históricas, pero no negativas, ni apocalípticas. Y también, y esto es lo importante, que las expectativas son algo bastante secundario y por ello les doy poca importancia y peso en el diseño. ¿Hay que profundizar en por qué? Hagámoslo.
Cualquier expectativa sobre evolución futura de los mercados de renta variable es subjetiva e inverificable. Puede ser válida para introducir ajustar y matizar un esquema previo de inversión, pero no para construir sobre ella el esquema, porque entonces estamos convirtiendo una estrategia de inversión que debe prever TODAS las posibilidades en una apuesta de casino donde solo contemplamos UNA.
Cuando hacemos una predicción probabilística no podemos afirmar que hemos fallado porque no se cumpla lo que consideramos más probable, ni tampoco que hemos acertado porque se cumpla. Esto es así incluso en entornos como el de la meteorología que son lo suficientemente deterministas como para que las predicciones puedan ser sometidas a verificación.
Si una predicción meteorológica para el día siguiente da un 20% de probabilidad de lluvia, no se habrá equivocado porque llueva y estemos calados, nuestro problema será el haber “apostado” porque no llovería al ser algo poco probable y en consecuencia no haber cogido el paraguas.
Aún así, el clima es algo bastante estable y predecible tanto en magnitudes absolutas como en la variabilidad de las magnitudes según la estación del año. Por ello, se puedan establecer porcentajes aproximados de probabilidad que puedan verificarse comparando muestras muy amplias de predicciones anteriores con resultados reales.
En el supuesto de las predicciones sobre renta variable, la dificultad para un uso práctico de pronósticos probabilísticos (el saber que era más probable que no lloviera no ha evitado que nos mojemos) se ve acentuada porque estamos en un entorno adaptativo con un grado mucho mayor de incertidumbre, ya que aparecen frecuentemente nuevos e imprevistos eventos que cambian significativamente la situación previa.
Por lo que, a largo plazo, o nos abstenemos de pronosticar o identificamos unos pocos factores lo suficientemente estables como para que puedan ser significativos al menos en el corto y medio plazo, pero sin que esos factores sean el componente fundamental de la estrategia. Es esencial el ser conscientes de la inexistencia de un criterio de verificación que establezca el acierto o error del pronóstico más allá del falaz sesgo retrospectivo que suele aparecer cuando nos fijamos en el resultado conocido al final del período pronosticado.
Por ello, lo verdaderamente importante de lo que estoy proponiendo no son los análisis de situación (aunque los haya hecho y los seguiré haciendo) sino la metodología de inversión y las reglas de operación. Esto es lo realmente importante de Kike Junior. Al que no sea capaz de entenderlo, de poco le servirá
Finalmente, sí plantea una pregunta interesante
Adviertes que el actual mercado es de fin de ciclo y que inicias tu plan de inversión. Y yo me pregunto: Cúal es la razón que lleva a Enrique a invertir el 60% del capital de su plan de golpe en renta variable, si él mismo dice que estamos en fin de ciclo?
La respuesta corta es que en un 10-15 años hay tiempo para que empiecen y acaben ciclos completos de crecimiento/auge y de estancamiento/recesión. Al final, lo esencial es esa alternancia cuya duración y cadencia son imprevisibles, así como la tendencia secular positiva de las rentabilidades bursátiles. El resto es comparativamente anecdótico cuando hablamos de plazos largos.
La respuesta larga es el viejo debate sobre si una vez asignados activos, es decir definida la estrategia, es preferible tácticamente hacer la asignación desde el principio (el llamado limp sum) o hacerlo poco a poco (cost averaging). Como es larga, la dejamos para la próxima entrega.