Después de ampliar el margen de fluctuación en diciembre del año pasado, el Banco de Japón (BoJ) implementa cambios adicionales en su Yield Curve Control (YCC) durante su última reunión en julio, los días 27 y 28.
Principales cambios:
- Las tasas a las que pueden llevar a cabo operaciones de compra a tasa fija se han aumentado del 0.5% al 1%. El límite superior del 0.5% ahora se considera una referencia en lugar de un límite rígido, lo que amplía efectivamente el margen de fluctuación.
Razones detrás del movimiento:
- La decisión se interpreta como un ajuste para gestionar mejor los riesgos de inflación en ambas direcciones. Al no comprometerse con el hard ceiling del 0.5%, el BoJ gana flexibilidad para hacer frente a los riesgos al alza en la inflación.
- Además, el Banco está tratando de restaurar el trading basado en los fundamentos de mercado, permitiendo el descubrimiento el market price discovery sin ser demasiado prescriptivo. Al restablecer algunas de estas condiciones, la autoridad monetaria puede tener un mejor control sobre la velocidad a la que aumentan los tipos de la deuda japonesa a 10 años, aprendiendo de la experiencia en diciembre.
- Las importantes revisiones de la inflación y las expectativas de inflación desde abril también influyeron en el movimiento. Además, en parte debido a los altos aumentos salariales resultantes de las negociaciones de la primavera de Shunto, el BoJ reconoce algunos indicios de un cambio en el comportamiento de fijación de precios y salarios de las empresas. Sin embargo, el Banco considera que aún es demasiado pronto para concluir que una sólida demanda subyacente respaldará desarrollos inflacionarios cercanos al objetivo.
Algunas implicaciones importantes:
- El movimiento tendrá un efecto alcista en algunos bonos del gobierno japonés y en el yen. Sin embargo, dado que el BoJ todavía está implementando una política monetaria ultra laxa con tasas negativas, se espera que estos movimientos sean de corta duración.
¿Qué esperar en el futuro?
- Aunque el gobernador del BoJ argumenta que el movimiento no debe verse como un paso hacia la normalización, los participantes del mercado lo interpretan como otra señal que apunta al fin del control del YCC.
- Si esto resulta ser cierto, podrían esperarse más ajustes en el YCC en el futuro, dependiendo de los desarrollos en la inflación y la actividad económica, así como factores subyacentes de la demanda influenciados por la evolución del comportamiento de fijación de precios y salarios. Entre las opciones que se están considerando se encuentra una mayor ampliación del margen de fluctuación (mediante aumentos en el margen en sí o cambios en las condiciones de compra), un cambio en las compras hacia unos vencimientos más a corto plazo (con mayor impacto en la actividad económica), así como un cambio hacia un sistema de compras basado en la cantidad, considerando posibles riesgos para la estabilidad financiera si fuera necesario. Cabe señalar que una mayor normalización o la eliminación directa del YCC podría tener repercusiones internacionales debido al repatrio de capital por parte de inversores japoneses. Dado que los inversores japoneses participan activamente en los mercados de Estados Unidos, Australia y algunos países europeos, los mayores rendimientos en Japón probablemente llevarán a mayores rendimientos en los mercados de deuda de estos países.