Tengo un talento natural para hacer que la gente esté de acuerdo... en estar en desacuerdo conmigo.
Defendiendo que la corrupción es un problema secundario consigo el desacuerdo del 60% de la población que cree que es un problema principal. Cada vez que se habla alguien está en desacuerdo, es inevitable.
Defendiendo un final próximo para la civilización del petróleo consigo que estén en desacuerdo conmigo la gran mayoría de personas que piensa que las cosas no van a ser muy distintas en un futuro próximo de como lo han sido en el pasado.
Defendiendo que las renovables no nos solucionan el problema consigo que estén en desacuerdo conmigo los verdes, que estaban de acuerdo en la anterior premisa. Vaya por Dios. Solo me queda el núcleo duro de los peak-oileros que se han repasado a fondo las cifras de las renovables.
Defendiendo un final abrupto a la extracción de petróleo (aún no he llegado a eso en el blog), se me descuelgan la mitad de los peak-oileros que son decrecionistas en vez de colapsístas. Oh Dios mío, ahora sí que somos pocos.
Pero defendiendo que el calentamiento global es un asunto inflado fuera de toda proporción para las pruebas que hay, en el momento tan grave en que nos encontramos, pierdo a los pocos que quedaban, que creen que la Tierra además de quedarse sin petróleo se precipita a un apocalipsis climático digno de Moisés, con las aguas subiendo, las cosechas fallando, las plagas de enfermedades tropicales desatadas, y fenómenos meteorológicos extremos dando por saco a los que aún queden.
Hola, ¿hay alguien ahí? ¿nadie? No me extraña que este blog pierda lectores en plan desplome bursátil. He conseguido ser el más minoritario de los minoritarios. Y sin proponérmelo, tan solo analizando los datos y extrayendo conclusiones. Eso sí, con un desprecio total a escribir sobre tópicos populares, y a escribir lo que la gente quiere leer. Me lo he ganado a pulso.
Para los lectores que aún le quedan al blog, un artículo algo más corto a modo de epílogo al anterior artículo sobre las temperaturas en la Tierra.
La premisa es la siguiente:
El clima de la Tierra siempre está cambiando y lo va a seguir haciendo queramos o no. Quedarnos como estamos no es una opción, porque no depende de nosotros. Así que puesto que el clima va a cambiar, ¿qué es lo que más le conviene a la humanidad, más calor o más frío que ahora?
No se trata de especular, eso es fácil e inútil, se trata de conseguir evidencias que lo demuestren, o al menos que lo apoyen. Se trata de llegar a una respuesta si es que existe, y yo creo que existe. Para ello basta con reformular la pregunta de la siguiente manera:
¿Qué le ha pasado a la humanidad cuando la Tierra se calienta o se enfría?
No es una cuestión fácil de responder. Como hemos visto en el artículo Calentamiento global o enfriamiento global, tú decides, los ciclos de temperatura más aparentes que tienen escala humana son esencialmente dos, el de 65 años y el de 1150 años. El primero no tiene la intensidad ni la escala como para afectar de manera apreciable a la humanidad a lo largo de la historia. Nos centraremos por tanto en el ciclo de 1150 años, que según diversos autores puede responder a forzamientos solares o de corrientes marinas. Es un ciclo que se ha presentado a lo largo de todo el Holoceno con una duración algo variable, entre 1500 y 1000 años, y que se puede corresponder con los eventos Bond, que marcan los periodos más fríos del Holoceno.
Bond et al. 1997. A Pervasive Millennial-Scale Cycle in North Atlantic Holocene and Glacial Climates
Debret et al. 2007. The origin of the 1500-year climate cycles in Holocene North-Atlantic records
En nuestra búsqueda de una repuesta a los efectos del clima sobre la humanidad partimos de la gráfica publicada por Humlum y colaboradores en 2011 (Identifying natural contributions to late Holocene climate change) basada en los registros de temperaturas (a través de la medición de δ-18O) en los núcleos de hielo de Groenlandia GISP2.
Esta gráfica además de los datos de temperatura en azul, muestra el modelo matemático obtenido con tres ciclos de 2804, 1186 y 556 años, y una tendencia negativa de -0.0052 ºC por década que representa el enfriamiento gradual del Holoceno, en verde. Este sencillo modelo anticipa enfriamiento debido a forzamientos naturales a partir del 2100 sin tener en cuenta causas no naturales.
Ahora que tenemos la base de temperaturas históricas de los últimos 4000 años, con los ciclos marcados, necesitamos los datos demográficos. Este es un importante escollo porque hay poca información sobre la cantidad de seres humanos que ha habido en los últimos 4000 años y su evolución. La mayoría de la gente se limita a trazar una curva como si la población humana simplemente se incrementara de manera creciente. Eso sabemos que no puede ser cierto.
El mejor trabajo sobre población humana histórica que yo conozco es "Essai sur l'évolution du nombre des hommes" (1979) de Jean-Noël Biraben, que es referencia obligada del tema. En él se presenta un cálculo detallado de la evolución del número de personas en el mundo por zonas geográficas. La conclusión está en esta gráfica:
El mismo autor nota que parece haber ciclos:
...nous constatons que malgré les approximations sur lesquelles nous travaillons, la population humaine a très vraisemblablement connu des phases de croissance et de décroissance plus ou moins rapides... L'ampleur des baisses est d'environ 10 à 20 % par rapport au maximum précédent et leur durée, sauf la dernière beaucoup plus brève, suit un rythme irrégulier d'environ 8 à 12 siècles entre les maxima ou entre les minima.
...constatamos que a pesar de las aproximaciones con las que trabajamos, la población humana ha conocido con toda probabilidad fases de crecimiento y decrecimiento más o menos rápido... La magnitud de la disminución es de aproximadamente 10 a 20% en comparación con el anterior máximo y su duración, excepto el último mucho más corto, siguiendo un ritmo irregular de aproximadamente 8 a 12 siglos entre máximos o entre mínimos.
Perteneciente a un tiempo en el que la discusión sobre el clima no estaba tan extendida, y a una rama social del conocimiento, el autor achaca estos ciclos a cambios culturales y tecnológicos.
Aparte de este estudio que abarca 3600 años y es lo mejor que hay que yo sepa, existen datos más precisos sobre la población de China, debido a los numerosos censos que se realizaban. Todo el mundo se basa en los datos de población obtenidos por Michel Chartier en los años 70 analizando dichos censos. La siguiente gráfica está tomada de "Secular Cycles and Millennial Trends" (2006) Korotayev et al.
Ahora hay que ponerlo todo junto. La gráfica de población mundial es semilogarítmica, mientras que la de la población china es lineal. Lo solucionamos ignorándolo, lo que hace que la gráfica china tenga en la escala vertical un cierto error, que no afecta en nada a la interpretación.
Vamos también a rellenar la gráfica de datos históricos. Vamos a marcar en rojo claro las etapas en las que la temperatura subía o estaba cerca del máximo, y en azul claro el resto. En azul algo más oscuro añadimos los acontecimientos "malos" que conocemos: las grandes invasiones o migraciones destructivas y los grandes colapsos de civilizaciones que afectaron a grandes regiones del globo. El tipo de cosas que pueden explicar que la población experimente periodos de declive.
El primer periodo cálido del estudio lo conocemos por las grandes civilizaciones de la Edad de Bronce tardía, la Grecia Micénica, los Hititas y el Imperio Nuevo Egipcio. A ese periodo se le conoce climatológicamente como el Periodo Templado Minoico, por la cultura de palacios de Minos en Creta. Hacia el 1240 a. C. comenzó una invasión masiva por parte de diversos pueblos indoeuropeos y semíticos conocidos colectivamente como los Pueblos del Mar que esparció la destrucción por todo el Mediterráneo Oriental, provocando el colapso de todos los imperios de esa zona. Sabemos que esa gente en muchos casos se desplazaban con sus familias, porque así aparecen representados a veces, y sabemos que hubo grandes sequías en esa época (Pollen Study Points to Drought as Culprit in Bronze Age Mystery). El primer indicio registrado de problemas es una carta de una reina Hitita al faraón Ramsés II de Egipto en 1250 en la que le pide ayuda porque en sus tierras no hay grano. La invasión de los Pueblos del Mar acabó con todas las grandes ciudades de la época en una zona muy amplia, incluida Troya, y los invasores establecieron asentamientos más pequeños y más atrasados culturalmente. Se inauguró así la Edad Oscura Griega, un periodo de unos 450 años de decadencia y pobreza cultural y material.
En este tiempo de caos se sitúan las siete plagas de Egipto y la historia de Moisés. El papiro de Harris habla de la expulsión de gente asiática (semítica) de Egipto hacia el 1187 a.C. Egipto ya había sufrido un colapso similar 1400 años antes, en su Primer Periodo Intermedio, que coincidió con el anterior ciclo, pero que queda fuera de nuestra gráfica. Aunque Egipto sobrevivió a las invasiones de los Pueblos del Mar, nunca se recuperó completamente del colapso del Imperio Nuevo.
El siguiente periodo cálido corresponde al periodo clásico de la civilización Grecorromana en Occidente y al surgimiento de la China imperial con las dinastías Qin y Han Occidental, una época de esplendor tanto en Oriente como en Occidente. El final de este periodo cálido coincide con el colapso de la primera etapa Han en el periodo de la dinastía Xin, que supuso una mortandad horrible en China con serios problemas de hambrunas e inundaciones. Tras este breve interregno, la dinastía Han Oriental supuso una recuperación que coincide con una estabilización climática. En Occidente tiene lugar la crisis del siglo tercero coincidente con la primera de las grandes sequías que caracterizaron este periodo, pero también consiguen estabilizarse.
Sin embargo en el siglo IV empeora la situación en todo el mundo iniciándose el Periodo de las Grandes Migraciones. Impulsados por terribles sequías en el Asia Central (Did a Megadrought force the Huns to invade Europe?), los pueblos nómadas se desplazan en todas direcciones. Los hunos hacia el imperio romano, empujando a todos los pueblos bárbaros a su paso en una gigantesca emigración similar a la de los Pueblos del Mar en el periodo anterior. Los turcos, mongoles y tibetanos invaden China creando el caos de los 16 reinos. El mundo cae presa de otra Edad Oscura, el saber retrocede.
Entre el siglo VIII y IX el mundo vuelve a estabilizarse en un nuevo periodo de temperaturas crecientes que va a dar lugar al Periodo Medieval Templado. La población del mundo vuelve a crecer impulsada por una mejora de la agricultura. Pero todo vuelve a cambiar al final del periodo cálido. Entre 1180 y 1190 una intensa sequía azota de nuevo Asia Central. En las difíciles condiciones que debió crear la sequía, Genghis Khan se hace con el poder y en 1205 inicia la conquista de China y llegando a invadir toda el Asia Central y China, llegando hasta Europa Oriental. En Europa tiene lugar la Crisis del s. XIV que se inicia con la gran hambruna de 1315-17 que causó una mortalidad tremenda en el norte de Europa, entre muchas otras hambrunas que afectaron a toda Europa a comienzos de dicho siglo. Se estima que la población había descendido ya un 15% antes de la llegada de la Peste Negra. Las epidemias fueron comunes antes y después de la Peste.
La llegada de la Pequeña Edad de Hielo coincide en sus momentos más duros con la Crisis General del s. XVII, en la que asistimos a una crisis poblacional generalizada que en España se manifestó en epidemias y malas cosechas entre 1600-20 y que mucho tuvieron que ver con el declive del imperio español. Esta crisis general se manifestó a mediados de siglo en la mayor concentración de guerras, rebeliones y fracasos de estados de la historia. La Confederación Polaco-Lituana, el estado más grande de Europa llegó a desaparecer. En España, Francia y Gran Bretaña hubo rebeliones generalizadas y guerra civil. En China la dinastía Ming colapsó causando la muerte de 50 millones de personas entre 1600-44. El declive poblacional fue generalizado.
Esta gráfica es de una actualización del trabajo de Biraben de 2003, extendida a los últimos 67.000 años. Es interesante ver como ahora asocia las fluctuaciones de la población humana de la prehistória anterior al Holoceno a variaciones climáticas. No hay por qué pensar que las causas sean diferentes en el Holoceno.
No he situado en la gráfica las pandemias globales históricas conocidas. Muchas se sitúan en los periodos fríos, pero es difícil argumentar que eso no pueda deberse a factores estocásticos o simplemente a que ocupan una mayor parte del tiempo. No obstante me gustaría destacar que las epidemias azotan con especial virulencia en periodos de hambrunas, cuando las condiciones sanitarias empeoran y la población tiene menores defensas inmunológicas. El frio también es un factor para que muchos patógenos sobrevivan fuera del huésped e incrementen su capacidad de contagio.
La gente asocia calor con sequía, pero no es así. Aunque regionalmente pueda ser cierto en algunos lugares, globalmente un mundo más caliente es un mundo más húmedo, dado que el ciclo del agua tiene un mayor funcionamiento, y un mundo más frío es un mundo más seco. España tuvo serios problemas de sequías a comienzos de los 70, la época más fría de los últimos 75 años.
Yo pienso que la conclusión es clara. El hombre carece de pelo, lo que le hace mucho más sencillo perder calor, y se originó en la zona más caliente de la Tierra. Le va bien el calorcito, y a la agricultura de la que depende también. Se puede demostrar hasta donde nos muestra la historia, que a la humanidad le ha ido mejor en los periodos cálidos, algunos de ellos más cálidos que el actual.
El único problema, la subida del nivel del mar parece que sigue el ritmo de las mejores previsiones, no de las peores, lo que hace que sea prácticamente imperceptible en el transcurso de una vida humana. Se pueden ir implementando medidas racionales progresivas, como se hace con todos los demás problemas.