Así defino a los que como Greta Thunberg nos conminan a entrar en pánico por el cambio climático y cesar inmediatamente toda inversión en combustibles fósiles.
El mes pasado Greta Thunberg en el foro de Davos y en un editorial en The Guardian firmado con otros 20 jóvenes gretardados afirmó lo siguiente:
Hace un año vine a Davos y os dije que nuestra casa está en llamas. Dije que quería que entrarais en pánico. Me han advertido que decirle a la gente que entre en pánico por la crisis climática es algo muy peligroso. Pero no os preocupéis. Está bien. Confiad en mí, he hecho esto antes y puedo aseguraros que no conduce a nada.
Seamos claros. No necesitamos una "economía baja en carbono". No necesitamos "reducir las emisiones". Nuestras emisiones deben detenerse si queremos tener la oportunidad de mantenernos por debajo del objetivo de 1,5 grados. Y, hasta que tengamos las tecnologías que a escala pueden reducir nuestras emisiones a menos, entonces debemos olvidarnos del cero neto. Necesitamos cero real.
Exigimos en el Foro Económico Mundial de este año, participantes de todas las empresas, bancos, instituciones y gobiernos: detengan de inmediato todas las inversiones en exploración y extracción de combustibles fósiles; Pongan fin de inmediato a todos los subsidios a los combustibles fósiles; desinviertan inmediata y completamente de los combustibles fósiles. No queremos que se hagan estas cosas para 2050, 2030 o incluso 2021. Queremos que esto se haga ahora.
Cualquier cosa que no sea el cese inmediato de estas inversiones en la industria de los combustibles fósiles sería una traición a la vida misma.
Nuestra casa todavía está en llamas. Su inacción está alimentando las llamas cada hora. Y les estamos diciendo que actúen como si amaran a sus hijos por encima de todo.
Alguien debería explicarles a estos gretardados que lo que están proponiendo es un genocidio y la gente racional debería dejar de reírles la gracia.
La opinión de la gente de teatro sobre ciencia y economía debería ser ignorada.
De entrada manifiestan desconocer que el nivel de vida del que disfrutan se lo ha proporcionado los combustibles fósiles. En Oxford dos estudiantes del St. John’s College escribieron en enero a Andrew Parker, el tesorero mayor, solicitando una reunión para discutir la demanda de los manifestantes de que la universidad "declare una emergencia climática e inmediatamente se deshaga de sus inversiones en combustibles fósiles". Dicen que el college, el más rico de Oxford, tiene £ 8 millones de su fondo de dotación de £ 551 millones invertidos en BP y Shell. El profesor Parker respondió con una oferta provocadora: "No puedo organizar ninguna desinversión a corto plazo, pero puedo arreglar que la calefacción central de gas en la universidad se apague con efecto inmediato. Avísenme si apoyan esta propuesta." Fergus Green, el organizador de la protesta, dijo: "Esta es una respuesta inapropiada y frívola por parte del tesorero a lo que esperábamos que fuera una discusión madura. Es enero y sería peligroso apagar la calefacción central".
Pues de eso se trata querido gretardado, de que reflexionéis sobre los efectos que tendrán vuestras genocidas propuestas cuando os vuelvan como un bumerán.
"Cuando los dioses desean castigarnos, responden a nuestras oraciones." (Oscar Wilde, An Ideal Husband). Hagamos el pequeño ejercicio de ficción de ver lo que pasaría si en el Foro Económico de Davos los líderes políticos y económicos mundiales manifiestan conjuntamente que, siguiendo el consejo de la joven candidata a premio Nobel de la paz, tiene lugar el cese inmediato de toda inversión en la industria de los combustibles fósiles, el fin de todo subsidio y la desinversión total en los activos relacionados con la exploración y producción de combustibles fósiles.
Día 1. Las bolsas mundiales abren con pánico. Se hunden las compañías petrolíferas, de gas y de carbón, pero también las de automóviles, líneas aéreas, turismo, compañías eléctricas (más del 60 % de la electricidad se produce a partir de combustibles fósiles), industria pesada, y por contagio casi todo lo demás. El crack bursatil es de tal magnitud que se suspenden todas las bolsas mundiales. Mientras en el mercado de materias primas los combustibles fósiles se disparan de precio al tratar todo el mundo de conseguir lo que queda a cualquier precio. Mientras el pánico se ha extendido a los mercados financieros donde se multiplican los impagos y la ruptura de garantías llevando a una congelación total de transacciones al no fiarse nadie de nadie. Los bancos centrales anuncian inyecciones de liquidez diez veces superiores a todo lo inyectado previamente, pero los mercados financieros, que incluyendo los derivados tiene un valor mínimo de 700 billones de dólares, reaccionan aumentando su pánico ante lo que claramente es una medida desesperada que no va a funcionar. En algunos intercambios se empieza a rechazar el dinero, intuyendo que pronto no va a valer el papel en el que está impreso.
Más del 60 % de la electricidad del mundo se produce a partir de combustibles fósiles.
Día 2. Se empiezan a producir colas en las gasolineras, donde la gente pretende llenar bidones además de los depósitos. Pronto se impone el racionamiento. Los gobiernos aumentan sus reservas estratégicas y establecen normas para que los combustibles se distribuyan prioritariamente entre los servicios esenciales. Los coches eléctricos se acaban en los concesionarios en una mañana, pero no está claro cuando habrá más porque muchas compañías de automóviles van a declararse en quiebra dado que no se vende ningún coche no eléctrico y las plantas cesan su actividad. Tesla hubiera multiplicado su valor si los mercados estuvieran abiertos. Elon Musk anuncia la construcción de varias gigafactorías por todo el mundo, pero los expertos dudan que exista capacidad para producir tanta batería. Aunque todavía no falta el combustible de aviación empieza a haber vuelos cancelados.
Día 7. Las compañías petrolíferas pequeñas están quebrando en masa por su falta de acceso al capital y la producción de petróleo ha caído en un 3 %. Las compañías petrolíferas grandes carecen de financiación para comprar los activos de las pequeñas y están también despidiendo trabajadores, particularmente en las áreas de exploración y desarrollo. Irónicamente venden a muy buen precio el petróleo que producen, pero son incapaces de emitir deuda o captar capital, claro que tampoco pagan dividendos. Empieza a faltar el petróleo en muchos sitios, dado que los gobiernos están incrementando sus reservas todo lo que pueden. Rusia anuncia que dado que ya no invierte en producción de gas va a reducir sus exportaciones a Europa, lo cual en medio del invierno hace que se disparen los precios. Las noticias dejan claro que se está produciendo una crisis económica mundial de magnitud desconocida, por lo que el consumo se hunde.
Día 14. Se producen los primeros apagones cuando a la falta de viento por un anticiclón y de luz en invierno se une la reducción en el suministro de gas. También hay las primeras víctimas de la desinversión por el frío. Los transportes públicos no dan a basto, a pesar de que han sido reforzados y mucha gente ha perdido su trabajo, algunos por no poder llegar a él. La gente apenas usa el coche por falta de gasolina por lo que la contaminación está a niveles muy bajos. La inflación empieza a descontrolarse dado que muchos productos están subiendo de precio, otros empiezan a escasear. La globalización está sufriendo al dispararse el precio de transportar los productos. Amazon ha reducido su actividad en un 23% y muchos productos que se compran no llegan nunca.
Mes 1. Las cifras del paro son las peores jamás registradas en un solo mes. El PIB entra en contracción al haberse hundido el sector del automóvil, el turismo y al haberse reducido las exportaciones. El sector bancario se ha hundido al completo por la crisis financiera, pero el BCE ha extendido una garantía a todos los depósitos y cuentas bancarias y sencillamente produce el dinero necesario. Los bancos continúan operando en modo zombie bajo su supervisión. El mercado inmobiliario se ha hundido por falta de compradores. Las bolsas han reabierto con la desaparición de buena parte de las cotizadas. A pesar de las brutales pérdidas el fantasma de la hiperinflación induce a los inversores a comprar activos sólidos para protegerse. Otros se refugian en el oro o en las criptomonedas. Los ciudadanos se enfrentan al hecho de que el dinero de sus pensiones se ha evaporado en buena medida. Comienza la agitación social.
Mes 2. Se dispara el índice de pobreza. Los supermercados muestran algunas estanterías vacías y empiezan a escasear algunos productos. La industria petroquímica está siendo diezmada pese a sus intentos de utilizar otras fuentes de carbono e hidrógeno, porque el precio de la energía y el transporte siguen subiendo más que todo lo demás. Existe preocupación por la escasez de plásticos para el sector sanitario. La agitación social va en aumento.
Mes 3. Los apagones son frecuentes. Se intenta incrementar la energía renovable pero no es suficiente porque hay limitaciones en la obtención de metales críticos y en el transporte de componentes. El gobierno ha impuesto restricciones a la electricidad además de a los combustibles. Al gobierno le resulta imposible conseguir financiación emitiendo deuda y el BCE ha impuesto un límite a la deuda que compra lo que obliga a empezar los recortes. La recesión es un hecho, la inflación sigue aumentando. Las protestas en las calles son permanentes y empiezan a surgir grupos extremistas e iniciativas populistas.
Año 1. La producción de petróleo ha caído en un 20 %, la de gas en un 18 % y la de carbón en un 16 %. La crisis económica es profunda y no se atisba su final. La escasez de combustible no se ha repartido equitativamente y algunos países han sufrido una disminución del 70 % en la cantidad de petróleo que han podido adquirir. La crisis energética es más grave en el mundo no desarrollado (ya no está en desarrollo) que no puede pagar la economía verde. Las emisiones de CO2 se han reducido un 17 % aunque se produce un nuevo récord de CO2 en la atmósfera. Por primera vez se observa una reducción en la producción de comida mundial. Los altos precios de la comida han disparado revueltas en varios países de África, Asia y Sudamérica. En todas partes los gobiernos se han vuelto inestables al ser incapaces de hacer frente a la situación y hay revueltas secesionistas en muchos países. Se reduce la ingesta calórica por persona en todo el mundo, y en algunas zonas hay hambrunas. El número de muertos por hambre y violencia a nivel mundial alcanza el medio millón, pero si se cuenta el incremento de muertes por enfermedad, falta de atención médica adecuada y suicidios los muertos por la desinversión alcanzan los tres millones. Irónicamente se ha disparado el número de muertos por contaminación doméstica dado que se ha multiplicado la utilización de fuegos de biomasa para cocinar. Greta Thunberg lleva meses escondida puesto que mucha gente la considera responsable de lo sucedido.
Los muertos climáticos a la izquierda son pura fantasía. Manifestación de Rebelión por la extinción. Encima de la F hay uno leyendo el móvil. A la derecha un muerto por causas desconocidas yace en una calle de Wuhan esperando a los sanitarios mientras la gente que pasa ignora su presencia.
Año 3. La producción de combustibles fósiles sigue cayendo en picado y el mercado de petróleo ha desaparecido. Solo hay intercambios entre algunos países productores y algunos consumidores, y muchos países ya no obtienen nada de petróleo. Por todo el planeta se extienden las zonas oscuras donde se ha perdido el acceso a la electricidad. A la depresión económica se ha añadido una crisis monetaria dado que el dinero fiat ha dejado de ser aceptado a nivel internacional e incluso dentro de muchos países. Muchos gobiernos han vuelto de forma limitada al dinero respaldado en metales preciosos. La producción de alimentos continúa descendiendo y el número de muertos por la desinversión alcanza los 12 millones. Aumenta el número de países al romperse los países heterogéneos como el Reino Unido, España, Bélgica, la India y China. En algunas zonas aparecen señores de la guerra. Parte del petróleo que queda se malgasta en conflictos secesionistas acelerando la transición. La venta de móviles ha caído en un 80 % y los modelos que se lanzan son más sencillos. Los gobiernos han nacionalizado las compañías de telefonía y las eléctricas para evitar su quiebra. Greta Thunberg fue localizada y dada muerte por una turba enfurecida que después exhibió su cadáver triunfante como sucedió con Gadafi.
Año 10. El mundo ha cambiado mucho. La globalización ha desaparecido. Las grandes cadenas de distribución han desaparecido. Se ha vuelto a las tiendas que ofrecen sobre todo productos locales. La población está empobrecida y se ha disparado la inseguridad. La ciencia se ha detenido y la falta de capacidad para mantener en funcionamiento las infraestructuras provoca una creciente pérdida de funcionalidad. La gente abandona las grandes ciudades donde la vida se ha vuelto muy difícil. En los países que tienen un grave déficit de producción de alimentos la mortalidad es altísima por hambre y enfermedades empujando grandes movimientos migratorios que resultan en conflictos y masacres en los lugares de destino. Muchos países se convierten en estados fallidos. Antiguas enfermedades bajo control y otras nuevas han aparecido y hacen presa en una población debilitada. La población del mundo se ha reducido en 500 millones. Nadie nota ningún cambio en el clima pero no hay dinero para hacer frente a las catástrofes naturales, que incrementan el número de muertes que producen. El efecto sobre el medio ambiente es el contrario del esperado. La gente solo se preocupa de su siguiente comida y se ha disparado el furtivismo y la caza de cualquier especie comestible, incrementando la presión sobre las especies naturales. En algunas zonas se vuelve a producir carbón vegetal a partir de leña.
Año 100. El uso de combustibles fósiles es residual y el nivel de CO2 en la atmósfera está descendiendo. Si hubiera alguien tomando medidas podría certificar que el clima a nivel global se está enfriando pero hace un siglo que a nadie le importa el tema del clima y la humanidad tiene otros problemas. La producción de energía es la décima parte de lo que fue y la fuente principal de energía es la biomasa. Las centrales nucleares se cerraron cuando dejó de haber un suministro fiable de uranio para fabricar combustible, y el paisaje está salpicado de aerogeneradores que dejaron de funcionar hace muchas décadas. La población del mundo ha descendido a 1.200 millones y la tragedia ha insensibilizado a la mayoría. La religión ha vuelto con fuerza y en muchos lugares se identifica a los ateos como responsables de lo sucedido y se les persigue. La civilización es una curiosa mezcla de cosas que se ha conseguido mantener y cosas en las que se ha retrocedido, pero es indudable que la humanidad ha entrado en una edad oscura y se pierde conocimiento, sobre todo porque no se le concede valor.
Año 1000. En la Suecia de Greta Thunberg ya no vive casi nadie y "la gran aniquiladora", como fue conocida en la antigüedad, ha sido olvidada. La glaciación avanza inexorable y los glaciares que crecen en las Scandes han hecho Noruega inhabitable y empujan a la gente de Suecia hacia el sur. Los inviernos se alargan y se hacen más fríos y la estación de las cosechas se ha hecho tan corta en los países nórdicos que ha hecho la agricultura imposible. La gente vive de la caza, pesca y pastoreo, pero los animales también están migrando hacia el sur. Los bosques de la taiga se retraen ante el avance de la tundra y los glaciares. Si alguien mencionara que hubo un tiempo en que la humanidad estaba asustada por el calentamiento global lo considerarían un chiste absurdo. La población del mundo se había estabilizado en los 900 millones y han aparecido y desparecido civilizaciones muy interesantes, aunque ninguna altamente tecnológica. Pero la glaciación que comienza será muy dura con la humanidad y en los 70.000 años que va a durar reducirá la población humana del planeta a menos de 100 millones de personas.
Año 75.000. El nuevo interglacial ha hecho posible la subida de los niveles de CO2 a niveles que permiten expandir e intensificar la agricultura residual de la glaciación. La población aumenta. Los humanos inician un nuevo ciclo civilizador tras haber olvidado toda su historia. Irónicamente la profesión con más futuro es la de arqueólogo.