No soy de los que se abonan a las teorías de conspiración gratuitamente, pero es un hecho que las conspiraciones se dan cuando los intereses son suficientemente grandes. ¿Es imposible que el SARS-CoV-2 causante de la pandemia de COVID-19 sea un virus salido de un laboratorio chino? La respuesta es claramente no.
Existe una posibilidad real, no demostrada, de que lo que nos está pasando sea auto-infligido. En este artículo voy a presentar la evidencia y opiniones a favor de que el virus SARS-CoV-2 causante de la pandemia de COVID-19 se escapó accidentalmente de un laboratorio de microbiología chino debido a deficientes medidas de seguridad. Hay una fuerte presión para que dicha evidencia no sea presentada, pero no me corresponde a mí determinar si dicha evidencia es suficiente o no. Lo que sí creo es que la evidencia debe ser investigada de manera abierta para determinar el origen del virus. El problema es que cuando las consecuencias de algo son tremendas se auto-organiza una conspiración de intereses confluyentes para ocultarlo. Si China fuera responsable de la liberación del virus de uno de sus laboratorios, aunque fuera por error, las reclamaciones económicas serían imposibles de asumir incluso por la segunda economía del mundo y las consecuencias serían imposibles de prever. El mantenimiento del "status quo" y las presiones se hacen entonces insoportables para acallar y desprestigiar a quienes cuestionan la verdad oficial.
Pero en este blog bajo nombre anónimo y libre de cualquier presión solo se rinde culto a la verdad científica, y me importa un pito los calificativos que se me apliquen. Si tengo que decir que la crisis climática no existe porque la ciencia no la ha demostrado, está todo basado en modelos de ordenador, y sus previsiones llevan 40 años fallando, no tengo problema en decirlo, y si tengo que decir que hay indicios suficientes para merecer una investigación internacional para determinar si el SARS-CoV-2 fue liberado accidentalmente de un laboratorio chino, tampoco tengo problema en decirlo.
1. Los antecedentes de 2015
Como mencionaba en el apartado 5 del artículo del 25 de febrero "Coronavirus escenario 2: Enemigo a las puertas" (lástima que el gobierno y sus expertos no lo leyeran), la hipótesis de que el virus pueda haber escapado de un laboratorio no es descabellada.
En Noviembre de 2015 se publicó en Nature Medicine un artículo que describía la creación de un virus quimera en China en que ponían el receptor del SARS en un coronavirus adaptado a infectar ratones y demostraban que el virus quimera infectaba con eficiencia células humanas. A SARS-like cluster of circulating bat coronaviruses shows potential for human emergence
Una semana más tarde en un comentario en la revista Nature se destacaban los riesgos que tenía este tipo de investigación. El virus diseñado del murciélago abre un debate sobre investigación arriesgada
…otros virólogos cuestionan si la información obtenida del experimento justifica el riesgo potencial. Aunque el alcance de cualquier riesgo es difícil de evaluar, Simon Wain-Hobson, virólogo del Instituto Pasteur de París, señala que los investigadores han creado un nuevo virus que "crece notablemente bien" en las células humanas. "Si el virus escapa, nadie podría predecir la trayectoria", dice.
Aunque el artículo en cuestión no indica donde se realizaron los experimentos, tan solo que se hicieron bajo nivel de bioseguridad P3, entre los firmantes del estudio estaban dos investigadores del Instituto de Virología de Wuhan. Ello demuestra que en 2015 había investigadores en Wuhan trabajando en alterar coronavirus para hacerlos más infecciosos en humanos con propósitos de investigación.
Curiosamente el editor de Nature añadió un mes más tarde de que algunos comenzaramos a airear este precedente la siguiente nota al artículo:
Nota del editor, 30 de marzo de 2020: Somos conscientes de que este artículo se está utilizando como base para teorías no verificadas de que el nuevo coronavirus que causa COVID-19 fue diseñado. No hay evidencia de que esto sea cierto; Los científicos creen que un animal es la fuente más probable del coronavirus.
¿Por qué toman partido los editores de Nature por la hipótesis animal? Es una hipótesis que tampoco ha sido verificada. Y hablan de los científicos como si fueran un grupo en acuerdo, pero lo cierto es que hay desacuerdo entre los científicos, como veremos. Pero Nature también tomó partido por el cambio climático antropogénico frente al natural, y es un problema serio cuando los editores de las principales revistas toman partido en las disputas científicas, por su poder para hacer y deshacer carreras y dirigir políticamente la investigación científica al tiempo que desvirtúa el debate científico al presentar una falaz ciencia por consenso.
2. Proximidad al foco
El 6 de febrero dos investigadores chinos asociados a dos universidades de Wuhan subieron un artículo al repositorio científico ResearchGate titulado "los posibles orígenes del coronavirus 2019-nCoV". El artículo, que no había sido revisado, recibió un identificador de objeto digital (DOI: 10.13140/RG.2.2.21799.29601) y ResearchGate le asignó el número de artículo 339070128. En dicho artículo, muy corto, los investigadores discutían la posibilidad de que el virus se hubiera liberado accidentalmente desde un laboratorio, basándose en que de acuerdo a los informes municipales y los testimonios de muchos residentes y visitantes del mercado de Huanan los murciélagos nunca habían sido una fuente de alimento en la ciudad y no se vendían en dicho mercado. Dado que era tarde en el otoño y el mercado está en una zona densamente poblada la probabilidad de que la fuente del virus fuera un murciélago que hubiera volado hasta el foco es despreciable. Según el artículo o bien el virus estaba en otro animal desconocido en el mercado o bien se había liberado desde un laboratorio cercano.
Los científicos chinos destacaban la presencia de dos laboratorios cercanos donde se trabajaba con coronavirus de murciélago, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Wuhan, que está a menos de 300 metros del mercado Huanan y de lo que aportaban un mapa de Google (ver figura 1), en uno de cuyos laboratorios se trabaja con los virus de murciélagos capturados a centenares por toda China, y el otro el Instituto de Virología que está a 12 km del mercado, donde como hemos visto había investigadores trabajando en el diseño de coronavirus quiméricos dotados de capacidad de infección a humanos.
Fig. 1 Mapa de las proximidades del mercado de Huanan, importante foco de la epidemia, donde también se encuentra el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Wuhan a una distancia de menos de 300 metros. Fuente: Los posibles orígenes del coronavirus 2019-nCoV.
El trabajo concluía que además de un posible origen natural por recombinación y huesped animal intermediario, lo más probable es que el virus asesino (tal cual, killer coronavirus) se hubiera originado en un laboratorio de Wuhan. Tras tener un fuerte impacto en la red, el trabajo fue recogido por algunos medios que no temen al gobierno chino, como el Daily Mail, que publicó el siguiente artículo el 13 de febrero: ¿Se originó el coronavirus en un laboratorio del gobierno chino? Los científicos creen que la enfermedad mortal puede haber comenzado en una instalación de investigación a 300 yardas del mercado de pescado de Wuhan
El trabajo fue retirado de ResearchGate por uno de los autores, como puede verse al buscar el artículo a través de su identificador doi: https://doi.org/10.13140/RG.2.2.21799.29601
Si los autores no están picando piedra en un campo de re-educación chino estarán buscando la manera de pedir perdón por atreverse a sugerir algo semejante. Sin embargo internet no olvida y el artículo puede encontrarse en sitios alternativos como éste.
3. Ni el mercado Huanan ni los pangolines
Uno de los problemas es que las explicaciones "oficiales" tienen serios agujeros. En el mercado Huanan no había murciélagos, y sin embargo el SARS-CoV-2 es idéntico al 96 % al CoV RaTG13 de murciélagos y pertenece claramente a un cluster (grupo) de coronavirus de murciélagos (ver figura 3 en mi artículo "Todo lo que siempre quiso saber sobre el coronavirus…"), así que hace falta un animal intermedio para un origen natural que por el momento sigue siendo desconocido.
El 30 de Marzo se publicaba un artículo en Nature por investigadores chinos proponiendo que el origen del SARS-CoV-2 estaba en los pangolines: Identifying SARS-CoV-2 related coronaviruses in Malayan pangolins. El problema es que la identidad de secuencia es de tan solo 85,5 a 92,4 %, demasiado baja para resultar convincente cuando ya es del 96 % al de murciélagos.
Fig. 2 ¿Por qué se comería nadie a este animalito encantador y en peligro?
Y un importante artículo publicado en The Lancet el 15 de febrero analizando los 41 pacientes admitidos en el hospital Jin Yin-tan de Wuhan antes del 2 de enero de 2020, que se confirmó posteriormente que eran positivos para el SARS-CoV-2 demostró que no solo el primero de los casos, que había desarrollado síntomas el 1 de diciembre, no tenía relación alguna con el mercado ni con los infectados posteriormente, sino que el 33 % de los pacientes tempranos no tenían relación alguna con el mercado. Clinical features of patients infected with 2019 novel coronavirus in Wuhan, China.
Fig. 3. Relación con el mercado Huanan de los pacientes tempranos. El primer caso del hospital y dos de los tres siguientes no tenían relación con el mercado Huanan. Fuente: The Lancet.
La conclusión inevitable es que el virus andaba suelto en Wuhan desde noviembre y alguien infectado lo llevó al mercado donde constituyó un foco de infección secundario a mediados de diciembre.
Los especialistas en evolución de virus están de acuerdo con esta interpretación. Andrew Rambaut, de la Universidad de Edimburgo, analizando múltiples secuencias de distintos pacientes ha trazado el origen probable del virus en humanos a mediados de noviembre, y su opinión es que el virus infectó a su primer humano no antes del 30 de octubre y no más tarde del 29 de noviembre. Por todo ello la hipótesis del mercado Huanan ha sido descartada por los expertos.
4. Tres posibles orígenes
Kristian Andersen del Scripps Research Institute en La Jolla, California, y colaboradores discuten en un artículo del 17 de marzo los tres posibles orígenes del virus. Con respecto a sus parientes más cercanos el SARS-CoV-2 presenta una inserción de cuatro aminoácidos entre las dos subunidades de la proteína que forma las espinas del virus que constituye un sitio de corte [poli-básico] para varias proteasas como la furina. Este sitio de corte que no está presente en los virus más similares, sí existe en otros coronavirus humanos como el HKU1 y en varios virus de influenza donde se ha demostrado que su presencia está asociada a la alta patogenidad en aves. Esta secuencia también se ha demostrado que puede ser adquirida por los virus tras repetidos pases en cultivo o entre animales.
Fig. 4. Características de la proteína de la espina del coronavirus humano SARS-CoV-2 y otros coronavirus relacionados. Se destaca la inserción del sitio de corte poli-básico para proteasas. Fuente: Andersen et al., 2020.
Andersen y colaboradores apoyan que para adquirir esa secuencia de corte que no tienen sus parientes el virus ha tenido que tener uno de los siguientes orígenes:
4.1 Selección natural en un hospedador animal antes de saltar a humanos. Volvemos al animal desconocido que no puede ser del mercado donde el foco secundario comenzó en diciembre. Es posible y es la explicación que cuenta con más apoyos.
4.2 Selección natural en humanos tras saltar desde un animal. Esto requiere que el virus se haya replicado e infectado numerosos humanos sin causar síntomas graves (de forma críptica) antes de adquirir la patogenicidad con la secuencia de corte por recombinación con otro virus. Yo considero esta explicación mucho menos probable ya que requiere asumir que la alta patogenicidad le viene de esa secuencia de lo cual no hay ninguna evidencia. De hecho el SARS-CoV-1 responsable de la epidemia de 2003 no tiene esa secuencia, y es bastante más letal que el SARS-CoV-2 responsable de la actual pandemia. Pero de ser así habría rastros de ello, ya que el virus antes de mutar se habría esparcido y sería detectable a posteriori en muestras almacenadas al igual que sucede con los coronavirus que causan catarros. También se podría determinar si al perder esa secuencia el virus pierde su alta patogenicidad en experimentos de laboratorio.
4.3 Selección artificial por múltiples pases en cultivo y liberación accidental de un laboratorio. Andersen et al., consideran esta explicación poco probable porque requeriría que se produjeran varios cambios a partir de un virus tipo SARS para producir las modificaciones que se encuentran en el SARS-CoV-2, o que el virus original tuviera ya algunas de ellas, sin embargo dice que un virus original más parecido al SARS-CoV-2 no se ha descrito en la literatura, ni tampoco se ha publicado un trabajo que requiriera pases prolongados en células humanas que expresen el receptor ACE2.
Esta explicación sin embargo es poco convincente, porque sabemos que los chinos han estado investigando de forma intensiva con virus de murciélagos en los centros de Wuhan y no tenemos ni idea de la secuencia de todos esos virus ni de su parecido con el SARS-CoV-2. De lo que sí podemos estar absolutamente seguros es de que si uno de esos virus era el SARS-CoV-2 o un primo hermano los chinos ahora no solo no lo van a decir, sino que van a enterrar la evidencia y quien sabe si a los científicos responsables con ella. En china las autoridades te pegan un tiro en la nuca por traficar con drogas.
5. Es altamente improbable que se trate de un virus de diseño. El artículo indio retractado
El 31 de enero un grupo de investigadores del Instituto Indio de Tecnología en Nueva Delhi subieron un artículo sin revisar a bioRxiv titulado: Misteriosa similitud de insertos únicos en la proteína de la espina del 2019-nCoV a gp120 y Gag del HIV-1. En el artículo comparaban la secuencia de dicha proteína (figura 4) entre el SARS-CoV-1 y el 2, y encontraban 4 inserciones, siendo la cuarta el sitio de corte del que hemos hablado en el apartado anterior (ver figura 4). A continuación ponían una tabla en la que comparaban esas inserciones con secuencias elegidas de dos proteínas distintas del VIH-1 pertenecientes a ciertos subtipos del virus del SIDA procedentes de pacientes de Thailandia, Kenia y la India.
Y claro, la liaron parda. Dado que estos dos virus infectan distintos tipos de células todo el mundo interpretó que el misterio solo se resolvía si alguien había puesto esas secuencias ahí, es decir su tesis implica que el virus responsable del COVID-19 era de diseño, y les llovieron las críticas. Pronto les hicieron saber que esas secuencias cortas se encuentran por todas partes entre los virus y que hay más de un millón de secuencias de HIV-1, por lo que elegir ciertos subtipos es mala praxis. Al mismo tiempo todos los sitios de internet de conspiración les daban crédito absoluto y señalaban que investigadores indios habían demostrado que el virus había sido liberado tras insertársele secuencias del virus del SIDA. Los autores retractaron el artículo a los pocos días, lo cual para un artículo no publicado (bioRxiv es un repositorio, no una revista) es extremadamente raro, diciendo que era un estudio preliminar y que harían una versión revisada. Francamente dudo que vuelvan a publicar nada al respecto.
En lo que debe ser un récord mundial cinco días después de que apareciera el artículo indio, los chinos tenían un artículo desmintiéndolo enviado y aceptado por la revista Emerging Microbes & Infections: HIV-1 did not contribute to the 2019-nCoV genome. Aparte de hacer una búsqueda mejor hecha, que identifica esas cuatro secuencias en todo tipo de organismos y virus, el artículo de los chinos destrozaba el principal argumento de los indios, porque el coronavirus que más se parece al SARS-CoV-2 es el CoV RaTG13, como ya hemos dicho, que se obtuvo de un murciélago en Yunnan (China) en 2013, y en él están presentes tres de las cuatro inserciones. De las cuatro tan solo el sitio de corte de proteasas (cuarta inserción) es realmente nuevo y es muy común en otras secuencias de diversos orígenes.
Es la opinión más generalizada entre los expertos y yo la comparto, que el SARS-CoV-2 es producto de la selección (o de un accidente), no de la ingeniería humana, porque de haberse diseñado partiendo del conocimiento que tenemos de los coronavirus no se hubiera diseñado así. Uno solo puede diseñar lo que ya tiene en la cabeza. No sabíamos lo que el SARS-CoV-2 era capaz de hacer hasta que no lo hemos visto en acción y estudiado, por lo que no podríamos haberlo diseñado. Lo cual no quiere decir que el virus no saliera de un laboratorio, tan solo que es altamente improbable que fuera fabricado a propósito, ni por los chinos ni por nadie. Los cambios que presenta en su secuencia son consistentes con una evolución natural. Yo por lo menos no me creo que nadie lo fabricara a propósito (no sabrían hacerlo como es) y mucho menos que se liberase a propósito. Menuda coz nos ha pegado a todos el bicho, chinos incluidos.
6. La hipótesis de Luc Montagnier del diseño accidental
Luc Montagnier es el científico francés que dirigió el equipo que aisló el virus VIH de un paciente de SIDA por primera vez en 1983. El descubrimiento se vio envuelto en una prominente disputa durante tres años con el laboratorio norteamericano de Robert Gallo, que también reclamaba la autoría del descubrimiento. La disputa, tras la cual estaba el dinero de la patente, fue resuelta en una reunión personal entre François Mitterrand y Ronald Reagan en 1986 en la que acordaron compartir méritos y recompensas. En aquel tiempo yo seguí el tema con mucho interés por mi preocupación por las pandemias y para mí estaba claro que la razón acompañaba al grupo de Montagnier. En 1993 se demostró sin lugar a dudas que el virus de Gallo procedía del laboratorio de Montagnier y cuando en 2008 se otorgó el premio Nobel al descubrimiento se le dio a Montagnier y a una investigadora de su equipo, ignorando las contribuciones de Gallo.
Pero el inmenso crédito científico de Luc Montagnier lo ha ido dilapidando con el tiempo, lo cual es una auténtica lástima. Como contó Le Figaro en su artículo "El lento hundimiento científico del profesor Luc Montagnier" comenzó a dañar su reputación tras su participación en el documental anti-científico de 2009 "House of Numbers: Anatomy of an Epidemic", donde exponía que la infección por SIDA podía evitarse con un buen sistema inmunitario, y que la mala dieta y el estrés oxidativo eran responsables del problema de África con el SIDA. El problema es que, más allá de que un buen sistema inmune nunca perjudica, no hay datos que confirmen tan peregrina hipótesis. El virus VIH es especialista en eludir el sistema inmunitario. En 2010 Montagnier se apuntó a la desacreditada teoría de la memoria del agua de Jacques Benveniste, uno de los mayores fiascos científicos de la revista Nature. El año anterior había publicado un artículo defendiendo que el ADN emite ondas electromagnéticas capaces de inducir la aparición de nuevo ADN a distancia donde no lo había en lo que se denomina teleportación de ADN.
Parecía que Montagnier había tocado fondo en 2017 cuando se asoció a los anti-vacunas en un teatro de París y declaró que somos responsables de envenenar lentamente a toda la población futura con las vacunas obligatorias, lo que llevó a más de 100 de sus colegas franceses a denunciar sus declaraciones, certificando su muerte científica. Sin embargo el padre del virus del SIDA aún tiene la capacidad de sorprender negativamente por sus radicales opiniones científicas y el 16 de abril apareció en una entrevista emitida en podcast por el portal de divulgación médica francés Pourquoi Docteur con unas declaraciones explosivas.
EXCLUSIVA: Por el prof. Montagnier, el SARS-CoV-2 es un virus manipulado por los chinos con ADN del VIH! (podcast en francés).
En dicha entrevista Montagnier no solo suscribe la errónea hipótesis del artículo indio retractado de las cuatro inserciones provenientes del VIH, sino que dice haber analizado la secuencia hasta el mínimo detalle con un colega matemático, Jean-Claude Perez, habiendo llegado a la misma conclusión, lo cual es obviamente falso, al menos en cuanto a lo del detalle, o habría visto que esas secuencias son muy comunes porque son muy cortas. No solo eso sino que asegura que le consta que en Wuhan estaban trabajando en una vacuna contra el SIDA utilizando coronavirus, lo cual tiene muy poco sentido (los coronavirus no inducen inmunidad a largo plazo y son virus de mucosa, no de sangre), y Montagnier afirma que ello llevó a la creación accidental del SARS-CoV-2 cuya liberación se debió a una deficiente bioseguridad. También ha afirmado creer que los elementos extraños en la secuencia del coronavirus podrían eliminarse con ondas electromagnéticas.
En fin, para qué seguir haciendo leña. El problema es el maldito principio de autoridad (argumentum ad verecundiam) que es una de las falacias más insidiosas que hay por su abuso por tirios y troyanos. En 1660 la Royal Society de Londres eligió su lema "Nullius in verba", en la palabra de nadie, al que deberíamos acogernos siempre. En ciencia uno nunca debe confiar en la palabra de nadie, solo en la evidencia que presenta. Los mismos sitios conspiracionistas que cuestionan con razón la autoridad de los científicos oficiales aceptan encantados y sin cuestionar la autoridad de los científicos alternativos como Montagnier que no presentan ninguna evidencia. La evidencia es lo único que debe guiarnos, y la evidencia muestra que Montagnier está equivocado y es un chalado peligroso. Como ya he dicho, lástima.
7. La hipótesis de la liberación accidental
Infodemia es el término elegido por la OMS en su informe de situación n.86 sobre el COVID-19 del 15 de abril, para mejorar la información sobre la pandemia y combatir la información errónea. Algunos medios han decidido por su cuenta que la palabra defina exclusivamente la epidemia de información falsa sobre el virus y la enfermedad. El problema es que tanto la OMS como los gobiernos contribuyen a difundir información errónea y han demostrado no ser fuentes completamente fiables en lo que respecta a la pandemia. No cabe duda de que tampoco lo son en lo que respecta a su origen. El actual director de la OMS, el primero que no es médico en su historia, fue definido por el editor jefe de The Lancet como "dictador general" tras nombrar a Robert Mugabe, famoso por sus violaciones de derechos humanos, como embajador de buena voluntad de la OMS. El 14 de enero la OMS andaba diciendo que no había evidencia de que el coronavirus se transmitiera entre humanos cuando la situación claramente ya había escapado de control en Wuhan. La actitud de la OMS hacia China que ocultó datos, retrasó la alarma y fabricó explicaciones falsas como la del mercado ha sido de vergonzoso seguidismo e injustificable justificación. Yo hace tiempo que firmé la petición para que dimita como director de la OMS, que anda ya por el millón de firmas.
Desde este blog yo me esfuerzo para que la información proporcionada sea veraz y ajustada a los mayores estándares científicos disponibles, y hoy por hoy la hipótesis de que el virus pudiera ser liberado de forma accidental de un laboratorio chino no puede calificarse de información falsa, porque es ciertamente posible.
Revisemos algunos hechos. El virus más similar al SARS-CoV-2, el CoV RaTG13 fue encontrado en un murciélago capturado en la provincia china de Yunnan, distante 1500 km de Wuhan y en una especie de murciélago que no se encuentra en Hubei (provincia donde está Wuhan). Se trata del murciélago mediano de herradura Rhinolophus affinis.
Fig. 5. Distribución en China del murciélago mediano de herradura Rhinolophus affinis en el que un especimen de Yunnan presentó el virus CoV RaTG13, y localización de la ciudad de Wuhan. Fuente: Wikipedia.
Pero aunque CoV RaTG13 y SARS CoV-2 son muy similares, Trevor Bedford de la Universidad de Washington los sitúa al menos a 20 años de distancia evolutiva, aunque eso solo es cierto si han evolucionado en murciélagos, la velocidad de evolución podría ser mucho más alta en otras especies o en cultivos. Un trabajo reciente depositado en BioRxiv muestra sin embargo que el patrón de mutaciones que diferencian a CoV RaTG13 y SARS CoV-2 es distinto al de otros coronavirus, favoreciendo las mutaciones silenciosas (sin efecto en la secuencia de la proteína), y las sustituciones sinónimas, indicando una co-evolución bajo fuerte presión selectiva para no cambiar. Comparative genomic analysis revealed specific mutation pattern between human coronavirus SARS-CoV-2 and Bat-SARSr-CoV RaTG13. En mi opinión eso hace improbable que hayan evolucionado en organismos distintos durante mucho tiempo o que el SARS-CoV-2 sea una modificación reciente a partir del CoV RaTG13. Esto apoyaría un origen reciente del SARS-CoV-2 humano a partir de murciélagos. También hace que sea prácticamente imposible que el virus se diseñara a partir de virus ya conocidos.
Y hay otro problema. Aunque el coronavirus CoV RaTG13 fue recolectado el 24 de julio de 2013 de las heces del murciélago Rhinolophus affinis la secuencia se hizo pública en el Genbank el 24 de marzo de 2020 (número de acceso MN996532), tras un artículo publicado en Nature sobre el origen del COVID-19 de fecha 3 de febrero de 2020. Este estudio fue hecho, nunca lo sospecharíais, en el Instituto de Virología de Wuhan. Vaya sorpresa. Tienen caracterizados y crecen decenas de coronavirus distintos de murciélagos de toda China de los que nadie sabe nada. Andersen espabila, no tienes ni idea de los coronavirus que guardan los chinos. Si no se hubiera producido la pandemia del SARS-CoV-2 no habríamos sabido nada del CoV RaTAG13.
O sea que por una parte tenemos la posibilidad de que un coronavirus muy relacionado con el de un tipo de murciélago que no se da en Wuhan fuera a infectar a un animal que desconocemos en el que se propagó y posiblemente mutó hasta que un ejemplar de ese animal desconocido fue llevado a Wuhan y en noviembre de 2019 infectó a una persona no sabemos donde (no en el mercado Hunnan), que infectó a otras hasta que a principios de diciembre alguien lo llevó al mercado Hunnan de Wuhan.
Por la otra sabemos que el Instituto de Virología de Wuhan y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Wuhan tienen decenas, si no centenares, de coronavirus almacenados de los que no han publicado ninguna información, uno de los cuales podría haber sido el SARS-CoV-2 que se les hubiese escapado.
Puesto que Guillermo de Occam es mi barbero, yo diría que la segunda explicación es más sencilla a la hora de explicar por qué el SARS-CoV-2 estaba en Wuhan en noviembre de 2019. Cierto es que no hay evidencia de ello, pero eso no quiere decir que no se deba intentar conseguirla.
Las liberaciones accidentales de organismos patógenos no son algo hipotético sino lamentablemente el pan nuestro de cada año en la investigación biomédica, lo que ha causado ya múltiples muertos. El virus de influenza A H1N1 reapareció en 1977 en China y la Unión Soviética, produciendo una pandemia mundial tras décadas de ausencia. Los expertos pudieron demostrar en un artículo en 2010 que era una cepa de laboratorio de 1949-50 que se le había escapado a alguien, aunque no pudieron determinar en cual de los dos países. Entre 1966 y 1978 a dos laboratorios británicos se les escapó la viruela tres veces, provocando al menos 80 casos y tres muertes. En Venezuela en 1995 se les escapó el virus de la encefalitis equina provocando decenas de miles de casos en Venezuela y Colombia, con más de 300 personas muertas. Se demostró que el virus era idéntico a uno aislado en 1963 que estaba siendo utilizado para producir una vacuna en un laboratorio localizado en el epicentro de la pandemia. Desde la epidemia de SARS de 2003, el virus se ha escapado seis veces de laboratorios, una en Singapur, otra en Taiwan y ¡cuatro veces en el mismo laboratorio de Beijing! En 2007 tuvo lugar un brote de fiebre aftosa en el Reino Unido, enfermedad contagiosísima en animales ungulados artiodáctilos (cerdo, vaca, oveja), a 4 km de un laboratorio de bioseguridad P4 donde se estaba realizando una vacuna con una cepa de 1967 y que se les escapó transportada por camiones en barro contaminado por un desagüe defectuoso. Tuvo un coste estimado de 200 millones de libras. Todos los años se producen centenares de incidentes de bioseguridad que implican a organismos patógenos. Afortunadamente la gran mayoría no resultan en epidemias.
Richard Ebright director del Waksman Institute of Microbiology de Rutgers University dice con toda la razón del mundo que "no hay nada fake en los accidentes de laboratorio". "Tampoco hay nada conspiratorio acerca de los accidentes de laboratorio". El es uno de los científicos serios que apoyan la hipótesis de la liberación accidental de un laboratorio chino en el artículo en el Daily Caller "EXCLUSIVA: experto en coronavirus dice que el virus podría haberse filtrado del laboratorio de Wuhan".
Desgraciadamente la liberación accidental de organismos patógenos de laboratorios de bioseguridad es algo que sucede con alarmante regularidad, particularmente a los chinos, que tienen poca experiencia en bioseguridad y a quienes el SARS se les ha escapado cuatro veces, y no hay absolutamente ninguna evidencia de que el SARS-CoV-2 no se escapara de un laboratorio en Wuhan.
La construcción de dos laboratorios de bioseguridad, uno en pleno centro de Wuhan, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Wuhan, y otro en la periferia urbana, el Instituto de Virología en el distrito residencial y comercial de Jiangxia, es de locos. Cuando yo trabajé en el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA), a pesar de que allí se trabajaba sobre todo con enfermedades animales, está construido en medio del campo sin niguna casa a la vista y lejos de núcleos urbanos. La presencia de dichos centros de investigación donde se albergaban precisamente los coronavirus de murciélago justo en el epicentro de la pandemia refuerza la hipótesis del accidente de laboratorio.
Fig. 6. La localización del Instituto de Virología de Wuhan (marcador rojo) con laboratorios de nivel de bioseguridad P4, en los que se trabaja con virus peligrosísimos, en la zona urbana de una población de 9 millones de habitantes es de locos. ¿Esta gente sigue fumando opio? Google maps.
8. ¿Conclusión?
Los chinos son los únicos que saben lo que ha pasado y su comportamiento es muy revelador. Tras dormirse en los laureles mientras les estallaba la epidemia se comportaron de manera muy distinta de cara al exterior que de puertas adentro. Para afuera torearon a la OMS con lo del contagio humano no demostrado cuando sabían que la gente se les estaba infectando por doquier, y trataron por todos los medios de quitarle importancia usando a la OMS para retrasar la declaración de pandemia y criticando que otros países tomaran medidas restrictivas con los viajeros de China o que se le denominara el virus chino. De puertas adentro actuaron como si hubieran liberado el virus del juicio final poniendo en cuarentena estricta a 60 millones de personas y aplicando medidas de control severas sobre aquellos que trataran de diseminar información no autorizada. A resultas de ello muchos gobiernos pardillos de Occidente como el nuestro se pensaron que la epidemia no era grave (mira lo que hacen, no lo que dicen), y que el virus estaba bajo control en China, cuando andaba suelto por el mundo.
Es posible que un animal desconocido infectara al paciente cero a principios o mediados del mes de noviembre en Wuhan. Como ya comenté en el blog, Connor Reed, un británico en Wuhan, desarrolló los primeros síntomas el 25 de noviembre y no es el paciente cero. El paciente cero se contagió en lugar desconocido, y salvo que se dedicara a visitar cuevas donde hibernan los murciélagos medianos de herradura a cientos o miles de kilómetros, no se pudo infectar de un murciélago que no existe en Wuhan en una época del año en que los murciélagos no vuelan.
Pero también es posible y mucho más sencillo que el SARS-CoV-2 se liberara accidentalmente de uno de los dos laboratorios situados en la ciudad de Wuhan que sabemos que albergan coronavirus de murciélago. Y es más sencillo porque explica la presencia del virus en ese momento y lugar, precisamente a pocos kilómetros del grupo más experto de toda China en los coronavirus de murciélago, el de Shi Zhengli, que es conocida como la "bat woman" china.
Es más sencillo porque no requiere de animales desconocidos que alberguen coronavirus. Y es más sencillo porque no requiere explicar el contacto zoonótico que hizo saltar el virus desde un animal desconocido a un humano. Si el virus había sido cultivado en células humanas, cosa que el grupo de Shi Zhengli hacía de forma rutinaria con los coronavirus de murciélagos, como demuestran sus publicaciones, el virus podía estar ya listo para infectar a alguien en el laboratorio y salir dentro de esa persona desconocida a conquistar el mundo.
Lo que yo rechazo es la posibilidad de que el virus fuera diseñado de forma intencionada, producido de forma intencionada o liberado de forma intencionada, porque la evidencia no apoya en absoluto esas posibilidades, a pesar de que la red arde con gente que lo afirma, incluyendo algún premio Nobel desnortado.
Dudo que una investigación internacional pudiera revelar que el virus se les escapó a los chinos de un laboratorio, pero podría revelar si se ha destruido evidencia. Pienso que los chinos no permitirían tal investigación, pero con su política de ocultación de la verdad son ellos los que alientan las especulaciones de todo tipo.